Capítulo veinte: ánimos.

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— Aún podemos pelar. —dijo Kurama.

— Es cierto, podemos entrenar. —propuso Kuwabara.

— ¡Andando! —gritó Yūsuke— ¿Vienes, Hiei?

De esa forma los cuatro caminaron hasta playa y allí comenzaron. Corrieron para ver quién era más rápido (Hiei, claro), luego para probar la resistencia (Kurama) y finalmente (antes de pelear) quién soportaba más los golpes (en éste caso, Yūsuke. Pero nadie superaba a Kuwabara en lo tenaz). Ya aburridos de medirse entre sí, se dispusieron a comenzar un combate.

— Entrenemos a mi estilo. —propuso Hiei.

Y así fue, todos contra todos. Era más difícil, por supuesto pero también más emocionante y divertido. La sangre salpicaba, los golpes eran sin piedad y los cuatro parecían estar completamente minetuzados con el momento. El primero en salí despedido de un golpe fue Yūsuke (a manos de Kuwabara). Así pelearon, con sus puños por mucho tiempo, ya que, mientras menos poder espiritual usaran, más tiempo soportarían en combate.

Ya era pasado el mediodía y no habían ni desayunando esa mañana, pero no estaban pensando en nada, si quiera sentían el hambre porque el entrenamiento era más que entretenido.

Una misión más. [Primera parte] -Yu Yu Hakusho-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora