Revisó que el pasillo estuviera desierto y se encerró en el baño, sus manos estaban heladas y temblaban sin control por lo nerviosa que estaba. Sacó el frasco de pastillas del bolsillo del pantalón y lo abrió para echarse a la boca todo el contenido, intentando tragar con mucha dificultad por la falta de líquido. Brincó cuando tocaron a la puerta, sintió una arcada y cubrió su boca usando la otra mano para abrir la llave del agua.
— ¿Mila? ¿Está todo bien?
Quiso desaparecer para que Georgi no la delatara.
—Mila, sé que estás ahí, abre la puerta.
Negó y se encerró en la regadera, sentía las pastillas aún en su garganta y tenía un nudo en el estómago, meciéndose de atrás para adelante.
—Mila, ¡abre o tendré que traer a Viktor!
— ¡Vete! —tosió, maldiciendo mentalmente al ver un par de pastillas salir de su boca.
Sin perder el tiempo volteó y echó a correr a la oficina, por órdenes de su jefe tenía que avisar siempre que Mila hiciera una tontería así. Abrió la puerta sin ningún cuidado y tomo aire para hablar.
—Señor, su esposa se ha encerrado en el baño de nuevo.
Viktor se pasó una mano por el rostro con frustración, levantándose con prisa y salir, Georgi se quedó en la oficina intercambiando una mirada con Chris que parecía divertirse con la noticia.
— ¿Qué es tan divertido? —preguntó cruzándose de brazos.
—Tu cara—se rio, al ver su expresión. —A Vitya se le están saliendo las cosas de las manos—murmuró caminando sin prisa a la puerta. —Su esposa no quiere tener a su hijo, el chico que se supone sería su amante no quiere hablarle y los negocios con Corea no han salido como siempre.
—Los negocios han estado mal desde que llegamos a Japón, lo mejor será volver a Corea pronto, a Seung no le gustan los negocios a medias y mandar regalos para compensar no ayudará.
Los gritos de Mila les interrumpieron y decidieron apurarse a la habitación para evitar que la situación empeorara, en el baño Viktor sostenía a su esposa de la cintura con los dedos en su boca, obligándola a vomitar. Ella trataba de zafarse, jalándose y tratando de quitarle la mano.
—Viktor, vas a lastimarla—le advirtió Chris en voz alta, haciendo que aflojara el agarre.
La joven cayó al suelo tosiendo, inclinándose en el váter para terminar de volver el estómago, con su cuerpo temblando.
— ¡Suéltame! —gritó zafándose, viendo a la menor, que aún tosía. —Dije que vas a tener a ese niño, así tenga que amarrarte a la cama o tenga que abrir tu vientre para que pueda nacer.
—N-no...—habló apenas con voz rasposa, poniéndose de pie con ayuda de Georgi que la sostenía para que no cayera de nuevo. — ¡N-no quiero! —gritó esperando que Chris pudiera detener a su esposo. —No voy a...tenerlo...
Viktor forcejeó con el rubio tratando de pasar para alcanzar a Mila, quería reventarle la boca con un golpe.
— ¡Para! ¡Para! —le empujo para alejarle de ella. —Si la golpeas vas a hacer que lo pierda y es justo lo que quiere.
—Eres una idiota si crees que vas a salirte con la tuya, ¡eres mía! ¡Y vas a hacer lo que te digo! —gritó solo amenazándola con la mirada.
Chris suspiro y vio a Gerogi que conducía a la muchacha a la habitación, ella parecía no querer entrar, ambos lo entendían, siempre estaba encerrada ahí bajo la estricta supervisión de casi todos en la casa.
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Lluvia roja
FanfictionCuando lo saco de su casa creyó que al aislarlo no tendría más opción que amarlo, pero sólo al final pudo darse cuenta de lo equivocado que estaba. AU/Mpreg/ViktorxYuuri/OtabekxYuri/Mafia/Rate: M