Se quejó por el sabor de la medicina y se acabó el vaso de agua con prisa, provocando una risa en Yuuri. Suspiro y dejo el vaso de lado, acomodándose mejor para seguir comiendo.
—Te veo más animada.
—Lo estoy—suspiro y sonrío. —Cuando Viktor no anda por aquí me siento más tranquila.
—Ojalá no volviera.
Mila no afirmó ni negó, solo mordió su labio, Yuuri sabía bien que ella deseaba lo mismo.
—De cualquier forma, llegará pronto, ya me avisó Leroy.
— ¿Has notado lo raro que es él?
Se rió y cubrió su boca, apenada, no quería decir nada porque estaba del otro lado de la puerta.
—En serio, es raro, siempre pregunta cosas extrañas y aunque obedece sin protestar...siento que algo pasa con él.
—Has estado observando a los guardias, ¿verdad?
—Un poco—admitió apenado. —Solo...estudio mi entorno, no es raro, ¿o sí?
—No, no, yo también lo he notado, de hecho...—hizo una mueca y suspiro. —Fue él quien me consiguió las pastillas la última vez, cuando se lo pedí...me vio sorprendido, pero me dijo que haría lo posible...
—Bueno, tal vez solo es más humano que el resto.
—Eso quiero creer, no tiene mucho aquí y es fiel a Viktor pero...igual no hay que confiar al cien por ciento.
— ¿Por qué?
—Podría ser...de una mafia rival...es complicado porque Viktor se asegura bien de investigar a todos sus trabajadores, pero puede haber una posibilidad y si es así tratara de hacernos daño...mejor lejos...
—Ah entiendo—murmuró soltando un suspiro.
Escucharon ruidos en el pasillo y se quedaron callados intentando distinguir lo que estaba pasando, ambos brincaron cuando la puerta se abrió de forma brusca y Mila se aferró a las cobijas que cubrían su cuerpo, como queriendo esconderse bajo ellas. Yuuri frunció el ceño y escondió los puños bajo sus mangas, molesto con la presencia.
Viktor sonrió al verles y se recargó de la puerta.
—Qué lindo verles convivir~ parece que ya son amigos, ¿no?
No recibió respuesta, pero él no se inmutó como en otras ocasiones, solo paseo la mirada entre sus flores.
— ¿Saben? Estos días lejos tuve tiempo de reflexionar, de pensar que es lo que me hace falta para poder obtener lo que quiero—se rió y negó. —Y entonces...hablando con Chris...me di cuenta de lo fácil que puede ser hacerles ceder si se usar la carta correcta.
Se volteó y estiró para jalar algo dentro de la habitación, ambos sintieron su corazón encogerse al ver a Otabek en el suelo, golpeado y temblando para tratar de contener los sollozos, el doncel de inmediato se inclinó para ayudar al niño subiéndolo al sillón para recostarlo.
—Siempre he golpeado al enemigo por su punto débil...y recién noto que ustedes tienen dos—volteo la cabeza e hizo un par de señas con la mano. — ¿Sabes, Yuuri? Cuando viniste aquí...debiste pensar mejor en tus últimas palabras a tu madre.
Yuuri se tensó y enderezó, comprendiendo de que se trataba eso, su corazón se encogió al ver al pequeño rubio acercándose a la habitación.
— ¡Mamá! —gritó el niño con toda la intención de acercarse a su progenitor.
Viktor le detuvo antes de que echara a correr, posando las manos en los hombros del menor.
—Cariño, te presento a Yuri—revolvió su cabello, con extraña dulzura. —Y ahora es nuestro hijo.
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Lluvia roja
FanfictionCuando lo saco de su casa creyó que al aislarlo no tendría más opción que amarlo, pero sólo al final pudo darse cuenta de lo equivocado que estaba. AU/Mpreg/ViktorxYuuri/OtabekxYuri/Mafia/Rate: M