Georgi detuvo a Otabek antes de que entrara a la habitación, revisando con cuidado todo lo que había en la bandeja para asentir y hacerse a un lado.
—Puedes pasar, no tardes.
Asintió y entro con algo de prisa, Mila estaba atada a la cama de pies y manos, lloraba en silencio viendo al techo y a la ventana limpiando su rostro ocasionalmente con los dedos.
—Señorita Mila, le traje de comer.
—No lo quiero puedes llevártelo.
—Por favor—posó una mano sobre la de la mujer y le dio un suave apretón. —Necesita comer.
Ella volteo a verlo extrañada y miro el papel en su mano, lo desdobló con cuidado y leyó con prisa, sintiendo de repente su corazón acelerarse. Lo doblo y se lo devolvió al niño que solo sonrió.
— ¿Comerá ahora?
—Sí, comeré—tomó la cuchara y jugo un poco con ella en su mano. — ¿Él...está muy lastimado?
—Si...el doctor le dijo que se quede en cama por una semana entera...—respondió con la mirada baja.
—Es más que obvio que esto es venganza—dijo bajo con una leve sonrisa, entendía bien el sentimiento.
Otabek asintió y le pasó la bandeja dejándola sobre sus piernas, esperando que se acabará todo. Mila comió con algo de prisa, pero se terminó todo sin preguntar ni protestar nada más. Le recogió la bandeja y camino a la salida.
—Vendré por la noche con su cena.
—Dile que gracias—murmuró antes de que saliera, suspiro y se recostó en la cama.
Su estómago se revolvía y sentía algo extraño en el pecho, no podía estar segura si era emoción o nerviosismo, sabía que si les descubrían entonces no sólo le iría mal a ella...y Otabek era el menor culpable de lo que pasaba ahí.
Cerró los ojos y comenzó a sobar su vientre levemente abultado, ella no quería hacer eso en verdad, pero es que no planeaba que una criatura inocente llegara a ese lugar horrible.
—Mami lo siente—dijo soltando un gran suspiro, su voz fue casi inaudible. —Mami te ama y lo siente.
Detuvo sus movimientos y se acomodó para dormir, era mejor fingir que era todo un accidente.
Beka entro al cuarto de Yuuri con la bandeja de comida y se sentó en la orilla de la cama, esperando, era feo verlo con esas marcas y moretones, le daban escalofríos.
—Dijo gracias—le aviso cuando le vio empezar a comer.
— ¿Se terminó todo?
—Sí, la señora Helga se sorprendió y dijo que ahora yo le llevaré la comida para que ella si coma.
—Te dije que la ibas a ayudar, ¿te sientes más tranquilo?
—Más o menos...—bajo la mirada, apretando las cobijas bajo sus dedos.
—Sé que fue feo, pero ella no iba a poder sola y solo así evitamos que se lastime.
El niño asintió y suspiro, también estaba algo nervioso pues si los descubrían entonces recibirían un castigo horrible.
— ¿Me promete que nadie se dará cuenta?
—Te lo prometo, nadie sabrá qué pasó y solo asumirán que fue espontáneo.
—No imagine que usted haría algo así...
Yuuri dejó la bandeja de lado y palmeo el lugar a su lado en la cama, Otabek gateo hasta ahí buscando refugio en sus brazos, Yuuri era lo más cercano a un padre que tenía ahí.
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Lluvia roja
FanfictionCuando lo saco de su casa creyó que al aislarlo no tendría más opción que amarlo, pero sólo al final pudo darse cuenta de lo equivocado que estaba. AU/Mpreg/ViktorxYuuri/OtabekxYuri/Mafia/Rate: M