La noche pasó con rapidez y tranquilidad, me había quedado algunas horas admirando a Dante dormir, otras horas más había atravesado la pared para ver a la madre del rubio que también estaba dormida, después estuve contemplando la gran luna llena a través de la ventana del chico y el tiempo sobrante me dediqué a pensar.
Yo era un fantasma, un muerto, un alma, pero aunque así fueran las cosas tendía a comportarme como si fuera una chica común y corriente, nunca había considerado actuar como esos espíritus que se encontraban en la novelas de ciencia ficción. Podía mover objetos sin tocarlos? O podía hacer que las luces parpadearan? Tal vez volar? O quizá, podía poseer el cuerpo de las personas? Era curioso pues nunca me lo había preguntado.
Cuando menos me lo espere el amanecer comenzó a hacerse presente y con ello el despertar de Dante, la alarma sonó pero me acerqué rápidamente a apagarla, yo lo despertaría. Me subí a su cama y me senté sobre el, después me acerqué a su rostro pegando mi frente con la suya para finalmente gritar.
-Hora de despertar! Arriba!-
Este abrió los ojos sorprendido y al verme se quedo quieto.
-Se puede saber qué haces?- se le notaba confundido
-Te despierto- dije con una sonrisa alejándome de el
-Gracias?- me comencé a alejar de él y me senté a la orilla de la cama.
-De nada, me gusta hacerlo-
El se levanto y comenzó a vestirse, yo me recosté en la cama y comencé a dar unas cuantas vueltas en lo que mi compañero terminaba. Una vez que el término de cambiarse, bajamos para que el desayunará, el se encontraba sentado y yo estaba en el asiento de enfrente mirándolo con atención.
-Si sigues mirándome así se me va a quitar el apetito- dijo mirándome de reojo
-Por mi no te preocupes, solo soy curiosa- tenía mi barbilla apoyada sobre la palma de ambas manos y lo observaba con una sonrisa.
Entonces la madre de Dante entro a la cocina, se veía igual de arreglada que cuando la conocí, está miró al rubio y después miro el resto de la habitación como si buscara algo.
-Con quién hablas?- hablo como si él hubiera enloquecido.
-Con nadie, hablo solo- contestó serio y también parecía algo fastidiado.
-Ya veo- su madre camino a la nevera y saco un yogurt -que hables solo tal vez es la señal de que finalmente te volviste loco, tal vez deberíamos ir a ver a un doctor-
Su madre se acercó a él pero este no hizo ningún movimiento.
-Supongo que cualquiera enloquecería en un lugar tan solitario como este- su voz sonó seca
Su madre se detuvo y después dio media vuelta para salir de la cocina.
-Creo que si, te veo en la noche- se escucho la puerta de la entrada cerrarse
Me acerqué a Dante, iba a tocar su hombro y este se movió llevando su plato al lava trastos. Yo me quede de pie ahí, observando, como casi siempre. No tuve el valor para decir palabra, solo mire como el parecía irritarse. Cuando acabo de lavar sus platos, se dirigió a la puerta de la cocina pero al sentir que yo no le seguía me miró.
-Que pasa, Scar?- comenzó a caminar hacia mi.
-Nada- desvíe mi mirada
Una vez que el se detuvo frente a mi, tomó mi mentón con delicadeza e hizo que lo volteara a ver.
-Pues a mí no me parece que sea nada- me quede viendo sus ojos grises -venga puedes decírmelo-.
Tome mucho aire y lo solté lentamente, después voltee a mirarlo directamente a los ojos.
-Es solo que... no me gusta que me evites... es como si yo no existiera, todas las demás personas no pueden verme, no saben que yo existo y tú eres el primero que me vio, por eso...- mi tono de voz se elevó -no quiero que actúes como si yo no estuviera aquí contigo!-
Dante pareció sorprenderse pero después su mirada se suavizo para después envolverme entre sus brazos, yo me sorprendí pero después yo correspondí.
-Para mi eres tan real como todas las demás personas- susurró con delicadeza.
Me sentía feliz de estar en ese momento siendo sostenida por el, me hacía sentir de nuevo viva.
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Más allá del misterio
Misteri / ThrillerQue sentirías si quedaras atrapado en un punto del que no puedes regresar? Scarlet se encontraba en ese punto, sola, con dudas y con un temor inundando su corazón, hasta que conoció a Dante, un joven estudiante que la ayudara en su búsqueda de tranq...