Memory. | Corey Fogelmanis. [1]

E

     La chica miró al chico que recién se había presentado. Él no vio ningún cambio en su cara inexpresiva.

—¿Cuál es tú nombre? — Habló Corey pero no obtuvo respuesta.

     La chica volvió su mirada a la ventana nuevamente. Él se agachó a un lado de la silla.

—Vi que estabas sola y pensé que podrías querer compañía. — Ella no lo miraba. — La enfermera me dijo que no hablas ¿No puedes? — La chica sólo tenía ojos para lo que estaba fuera de la habitación.

—Corey es hora de irnos. — Le habló Rowan a su amigo.

—Con mis amigos vendremos todo el mes, creo que te veré mañana. — El chico esperó unos segundos por alguna reacción de la chica, ella ni se movió de su posición. Él se levantó y se fue con sus amigos.

"¿Porqué no hablaba? ¿Será muda? ¿No entenderá el idioma? ¿Porqué no me miraba cuando le hablé? ¿Será tímida?"

     Al día siguiente la chica estaba en la misma silla, mirando la misma ventana. Corey se acercó a ella.

— Hola. — La chica lo miró por unos segundos sin alguna expresión y luego, volvió su mirada a la gran ventana. — Creo que te acuerdas de mí, obviamente si vine ayer. — Rió nerviosamente, ella ni se inmutó.

"¿Será sorda?"

—Probablemente no me entiendas, o escuches, pero lo diré de todas maneras, me da curiosidad tu silencio y soledad, quiero descubrir lo que te sucedió. Me verás junto a ti todos los días que venga, te acompañaré y ya no estarás sola.

     Ella no reaccionó a lo dicho por el chico, continuó mirando hacia afuera.

     Corey miró por la ventana buscando que observaba la chica, se lograba ver un sector parecido a un pequeño parque. Este era parte del hospital, los pacientes y visitas podían estar allí pasando el rato. Se veía a niños jugando y a gente conversando o leyendo.

— Algún día podrás salir de aquí, cuando sepan que estás bien, lo sé.

     Ambos se quedaron esa tarde viendo por la ventana a las personas. Algunos permanecían y otros, se iban y no volvían más.

"¿Quién eres?"