Un año después...
Llevo un año y poco mas viviendo en Suecia. El clima es frío, pero me gusta a pesar de ello. La verdad es que me ha costado mas de lo normal hacerme al idioma, pero ya lo hablo sin problemas.
Un día estaba en un pequeño mercadillo viendo algunas frutas para comprar cuando escuche a uno de los hombres gritar a dos chicas que salieron corriendo de allí con una bolsa llena de pan. No pude evitarlo y salí corriendo detrás de las chicas para capturarlas y que devolviesen lo que habían robado.
Eran rápidas, pero una de ellas era un poco mas lenta y logre alcanzarla y atraparla. No dejaba de gritar e intentar zafarse cuando la otra chica vino hacia mi. Pude verla bien ya que al correr, se la cayó la capucha. Era pelirroja con ojos verdes muy pálidos. De pronto, ví como sacaba una katana. No me habría sorprendido de no ser porque mas que sacarla, la invoco directamente en su mano izquierda a la altura de la cintura. Cuando desenfundó, casi no tuve tiempo de reaccionar por la velocidad con la que lanzo el corte que iba certero a la altura de mis ojos, pero logre pararlo soltando a la chica y sacando uno de mis cuchillos de combate rojos.
Tras repeler el ataque, mire hacia la otra chica para ver si se encontraba bien y pude verla la cara también. Era rubia con ojos verdosos, pero lo que mas me llamo la atención, fue que bajo su abrigo largo, llevaba un pantalón muy muy corto de deporte con unas medias, un sujetador y un pañuelo en el cuello que la servía como capucha, todo negro. Me fije en que llevaba una funda con una cinta de cuero marrón alrededor de su cintura para una daga ancha y tenia un tatuaje rojo desde la parte izquierda de su cintura hasta poco mas abajo del borde de su pantalón.
Cuando me quise dar cuenta, la otra chica me golpeo por detrás en la cabeza y me quede inconsciente.
Cuando me desperté, tenia algo de dolor de cabeza y estaba en la habitación de una casa.
Mi gabardina estaba colgada en una percha en el pomo de la puerta. Ya podían haber buscado un lugar donde no arrastrase, pero bueno. Escuche voces fuera de la habitación en la que estaba y salí a ver quien me había ayudado. Mi sorpresa fue notoria. Las ladronas de pan me habían ayudado, pero teniendo esta casa... Me pregunto porque robarían. Parecían estar discutiendo sobre algo cuando la chica rubia se dio cuenta de que estaba observando.Kisara: Ya era hora. Jenn no te ha dado tan fuerte. Puedes venir, no mordemos. Yo soy Kisara por cierto.
Hunter: Yo me llamo Ángel. Porque robasteis en el mercado?
Kisara: Eso es privado si no te importa. Te hemos traído para curarte la pequeña brecha que te ha hecho Jenn, pero cuando hemos llegado, no tenias absolutamente nada, y eso levanta mucho interés y muchas preguntas.
Hunter: Eso es privado si no te importa.
Kisara: Ya te entiendo. Bien, te propongo un trato. Tu hablas y nosotras hablamos.
Hunter: Ella no parece hablar mucho.
Kisara: Ya. Que dices? Trato?
Hunter: Esta bien. Pero empezar vosotras.
Kisara: No. Vas a empezar tu. Quien eres? Como puedes curarte tan rápido? Como has sido capaz de esquivar el ataque de Jenn? Es imposible para alguien normal hacerlo incluso si es un arcano.
Hunter: Mi nombre completo es Ángel Alexander. Si puedo curarme tan rápido es gracias a un poder libere hace un tiempo. Tu amiga es veloz, pero no lo suficiente para cazarme. Ahora te toca responder. Porque robais en el mercado? Por lo que parece tenéis dinero suficiente para comprar.
Kisara: Esta casa no es nuestra... Vivimos en la calle... Aprovechamos casas de gente que se va de viaje l cosas así para poder dormir sin tener que estar con un ojo abierto o pasando frío... El trabajo de Jenn nos da para algunas cosas... Eso cuando la deciden pagar claro... Pero nos dura muy poco. A veces, la herm-
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La Guerra de los Arcanos
FantasyEgipto, 1253 a.C. Ibídem, 44 a.C. Bagdad, 830 Arsuft, 1191 Roma, 1543 París, 1814 Normandia, 1944 Nosotros, Los Arcanos, hemos existido desde los orígenes de la humanidad, guardando los mas oscuros y tenebrosos secretos. A lo largo del tiempo, han e...