Tres días pasaron hasta que la lluvia decidió tomarse un poco de descanso. Recién el martes pudimos distinguir algo a través de la cortina de agua. Fueron tres días largos y bastante interesantes.
Al otro día del "día mas largo de nuestras vidas", todos dormimos hasta bien tarde. El día de playa, junto con el relajante sonido de la lluvia fue una buena excusa para que nadie quisiera salir de la cama. Eran pasadas la una cuando las integrantes de nuestra habitación nos levantamos. Éramos las últimas en despertarnos, ya todos se encontraban dispersos en la planta baja de la casa.
Lucy no mostró ni una señal de su decaída de la noche anterior, sino todo lo contrario, se encontraba tan alegre como de costumbre. Aunque claro que después de cómo la habíamos visto con las chicas, era imposible que nos engañara.
Pero antes de preocuparme por el tema de mi amiga, había algo que llamaba mucho mas mi atención en ese momento, algo que no podía dejar pasar. Nick me había prometido que hablaríamos con sus padres para arreglar todo, y eso era algo que a mi entender no tenía que demorarse mucho. Aun así, recién pudimos hacer esa llamada a la tarde, ya que debido a la tormenta (que encima ahora era eléctrica), la señal de los teléfonos no estaba yendo a nuestro favor; ni siquiera el teléfono de base funcionaba, ya que según nos dijeron los dueños de la casa, la línea no solía tener tono los días de tormenta. Por eso esa situación no estaba ayudando mucho a mis nervios. Conocía bastante a Carlie como para saber que iba a ser complicado que se contuviera mucho más de un día. Por lo cual podía decir que por suerte a la tarde logramos comunicarnos.
-Hola papá –dijo Nick, luego de que alguien contestó.
Nos encontrábamos en una de las habitaciones que no utilizábamos; había señal, y estábamos alejados de los gritos.
-No, no sucede nada. Lo que sucede es que tengo que hablar contigo sobre una cosa bastante importante –Nick continuó escuchando-. No, de verdad todo está bien.
-Nick, necesito saber qué es lo que te dice –susurré.
Él asintió y puso el altavoz del teléfono para que yo pudiera escuchar lo que decía su padre.
-Entonces ¿qué es lo que sucede? –preguntó Paul.
-Es sobre la conversación que tuvieron ayer mamá y tú con Lucy. Sácame de la duda y cuéntame que fue todo lo que te dijo.
Antes de hacer la llamada Nick y yo habíamos quedado de acuerdo en que primero averiguaríamos qué era lo que Lucy había dicho. Existía una posibilidad de que lo que nos había dicho el día anterior fuera una broma; aunque se tratara de una mínima posibilidad debíamos cerciorarnos.
-Así que ese es el motivo por el que estás llamando –dijo Paul riendo-. Pensé que tardaría unos días en escuchar todo de tu propia boca.
-Entonces sí se los dijo –suspiré.
-¡Lizzie! –exclamó Paul al otro lado de la línea-. Esa es Elizabeth ¿verdad?
-Sí, soy yo Paul. Y necesito hablar contigo y con Carlie urgentemente.
-Déjame adivinar, es sobre eso de que debemos mantener todo en secreto ¿no? –se rió-. Mi esposa y yo le prometimos a nuestra hija que no diríamos nada.
-Lo se –dije-. Pero con todo respeto, no creo que Carlie pueda no decir nada si se encuentra con Stephanie. Y me encantaría ser la primera en hablar de eso con ella... cara a cara.
-Cariño ¿con quien hablas? –preguntó otra voz desde el otro lado.
-Que bueno que llegas –dijo Paul-. Estoy seguro de que te encantará ser partícipe de esta conversación.
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El último verano
Teen FictionLa vida tiene un montón de puntos importantes que marcan el fin de una etapa y el comienzo de otra. Terminar el instituto es definitivamente uno de ellos. Cuando a un grupo de amigos y no tan amigos se les presenta la oportunidad de unas vacacione...