22-Corazón vs. Razón

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Mi primer novio lo tuve a los once años. ¿Se puede tener una relación realmente seria a esa edad? A los dieciocho puedo casi afirmar que uno prácticamente nunca está listo para una relación formal. Pero la cuestión central es que las personas no se dan cuenta de eso. "¿Por qué no pueden estar listas?".

Pero para tener una verdadera relación, y poder decir que te estás comprometido con ella, tenés que estar con una persona que realmente te guste; con una persona a la que no tengas dudas de que puedes entregarte completamente y entregarte todo y cada una de las partes de tu ser.

Sí, el problema es que realmente cuesta encontrar a alguien con el que te sientas así; y por eso, muchas veces hasta llegamos a creer que una persona, un chico en mi caso, es realmente aquella destinada a nosotros.

Tampoco estoy queriendo decir que ésta no llegue a significar nada en la vida de uno; sino que suele ser todo lo contrario. Una sola personita te puede modificar la vida aun cuando no lo quieras. Y aunque llegue un momento en el que no esté a tu lado, porque lamentablemente te das cuenta de que no era para quien estabas destinado, siempre deja algo en vos.

Uno aprende de las experiencias ¿no? Claro que siempre la enseñanza es mejor si tenemos buenas experiencias. Esas relaciones que tenemos en el camino hacia el amor "perfecto" (vamos a llamarlo así, ya que después de todo no hablo de personas perfectas sino del sentimiento), nos terminan enseñando mucho; claro que tampoco podemos decir: "sí, estuve o estoy con tantos chicos o chicas porque estoy en búsqueda de mi amor perfecto"; a muchas personas les gustaría usarlo como excusa, y tal vez lo sería para ellos si realmente pensaran que les sirve para algo. Ahora bien, ¿realmente alguien lo piensa así?

Pero bueno, como todo el problema radica en que esa persona tan especial se hace rogar tanto, generalmente, nadie se resigna a la espera y sale en su búsqueda. Pero lamentablemente las cosas así no suelen funcionar bien. Hay que aprender a ser pacientes.

Uno sale al mundo dispuesto a encontrar a su amor, y claro que lo encuentra; pero desde mi punto de vista sería correcto hablar de que es su cabeza la que lo encuentra, pero ¿qué hay de su corazón?

Por ejemplo, típica imagen de la chica que aun no puede encontrar a su gran amor (claro que a raíz de el ejemplo puede malinterpretarse, pero esto no sucede solo con las chicas). Dicha muchacha se siente... angustiada. "Nadie me mira, nadie se fija realmente en mi, soy horrible y solo ven a las chicas jamás llamativas, nunca se va a fijar en mi". Y ahí está el quid de la cuestión, el verdadero y el único realmente razonable. No fue un error y sí hablé sobre una persona en particular, "él no se va a fijar en mi". Porque eso es lo cierto; la mayoría de las veces nos centramos en una sola persona. Pero volvamos al ejemplo de esta chica para que no se creen confusiones. Nuestra querida amiga a la cual llamaremos Daisy (por nada en especial).

Bien Daisy, acá te vamos a explicar que si estás interesada en un chico y este no te mira no es porque seas horrible, porque no existas, o porque para él tengas alguna clase de enfermedad contagiosa; este chico simplemente no es para vos. Uno se centra en esa persona que aunque te ponga la mirada encima realmente no genera nada en lo profundo de tu corazón. ¿Por qué perdemos tanto tiempo en eso?

Nada puede hacer que me saque de la cabeza la idea de que no soy la primera en pensar en esto, sería un poquito deprimente. No se si todas las personas que pensaron en esto mismo han llegado a una conclusión o a una posible solución, pero por lo pronto yo tengo un pensamiento propio.

Desde mi forma de ver el mundo (tal vez un poco rara a veces, debo aceptar), creo haber encontrado una posible razón por la cual perdemos el tiempo pensando en cosas como las mencionadas anteriormente. ¿Cuál es el motivo que yo propongo? Con una sola palabra lo resuelvo. Miedo.

El último veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora