El último verano

12-Un día feliz

   De algún modo me las arreglé para poner mi cuerpo en funcionamiento nuevamente; pero luego de unos cuantos minutos. Subí las escaleras, y haciendo un gran esfuerzo para no tomar la dirección equivocada, pero dirigí hacia el extremo derecho del pasillo, a mi habitación. Las chicas se encontraban despiertas para mi sorpresa, todas sentadas en el suelo, y ninguna de ellas tenía puesta la ropa para dormir.

-¿Ya terminó la película? –preguntó Lucy.

-No, la terminamos sacando.

-¿Lucas decidió sacar la película? –preguntó Sally riendo.

Eso habría sonado raro, ya había sido él, el más entusiasmado en ponerla, claro que ni siquiera de hacía quedado hasta que sacamos la película.

-En realidad Lucas se fue a acostar hace ya un rato.

-Un segundo –dijo Lucy-, ¿significa que estabas sola con mi hermano, otra vez?

Solo pude asentir.

-¿Y qué significado le podemos dar a esa cara de embobada que tienes? –dijo Angela.

Me hubiera encantado mirarme en el espejo en ese momento, me hubiera gustado ver si mi cara reflejaba que hacía unos pocos minutos se había cumplido el sueño que tenía desde hacía tantos años. Me senté junto a ellas y me quedé mirando el suelo.

-Nick me besó –susurré.

Esa simple frase resultaba como un encantamiento para mí, me sonaba como algo de otro mundo.

-¿Se besaron? –dijo Lucy con una gran sonrisa.

-No –dije negando con la cabeza-, él fue el que me besó.

-Es lo mismo –dijo Angela.

-Técnicamente no es lo mismo –comentó Sally-. Pero da igual. ¡Te besó!

-¡Qué emoción! –dijo Lucy-. Estás a pocos pasos de ser mi verdadera cuñada.

-No estoy a pocos pasos de nada –protesté-. Y no quiero que ninguna de ustedes tres comente nada sobre esto. Hagan de cuenta que yo nunca se los conté.

-Pero Nick va a suponer que tú se lo vas a contar a tus mejores amigas –dijo Angela.

-Claro, eso es obvio –dije-. Pero me refiero es que no quiero que hagan ningún comentario al respecto, en especial tu, Lucy.

-¿Por qué no? –preguntó mi amiga con cara triste.

-Porque solo fue un beso; nada del otro mundo –salvo para mí, me aclaré a mi misma-. Y aparte esa fue una de mis condiciones para perdonarte, ¿lo recuerdas? Así que ya estás advertida.

-¿Un simple beso que no lleva a nada? –dijo Sally-. Tiene que haber algo más.

-¿Está relacionado con algo que hayan estado hablando el día de hoy? –preguntó Angela-. Sobre lo que me contaste.

-¿Qué le contaste a ella que a nosotras no? –dijo Lucy-. Exijo saberlo.

Suspiré.

-Hoy cuando estaba con Nick... me encargué de decirle personalmente que estaba enamorada de él.

-¿Y él qué te dijo? –preguntó Sally.

-Él no le dijo nada, porque ella no lo dejó hablar –Angela fue la que contestó por mí.

-Entonces ahí tienes tu respuesta –dijo Lucy.

Tenía demasiadas cosas en la cabeza. Apenas podía recordar lo que Nick me había dicho luego de besarme, ¿a qué era que tenía que encontrarle un significado? A su beso, seguro, ¿pero con respecto a qué? ¿Tenía algo que ver con lo que me había comentado Mark? ¿Estaba Nick esterado sobre las suposiciones de sus amigos?... ¿Cómo podía besarme y decirme que me tenía que poner a pensar en algo más que no fueran sus labios sobre los míos?