Capítulo 2

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Nabil caminó fuera del salón de fiestas hacia el estacionamiento del hotel en el que se celebraba aquel evento y cuando quitó la alarma de su auto el sujeto que caminaba tras él le habló al oído- ¿Por qué no solo subimos a una de las habitaciones?- Nabil pasó duro, ¿por qué no llevaba la chequera con él? la respuesta era obvia.

- ¿Te molesta ir hasta mi departamento?- preguntó y solo tuvo como respuesta una risita traviesa.

-Para nada- agregó y subió al auto tras él, acomodándose en el asiento del copiloto-Me gusta tu auto- comentó y Nabil asintió, estaba tan nervioso que le costó meter la llave en la ranura y encender el vehículo.

-¿Quieres conducir?- le preguntó y Theo le observó por unos segundos.

-Lo haré, sólo dame la dirección- Nabil salió rápidamente, quizá estaba siendo un completo cabeza hueca dándole las llaves de su auto pero si conducía probablemente los asesinaría a los dos, además... ¡maldición! no quería que aquel hombre se arrepintiera de ir con él.

-La dirección está ingresada en el GPS- respondió en cuanto se acomodó y se colocó el cinturón de seguridad.

-Oh, no estamos lejos, eso me agrada- Nabil respondió con la infinita elocuencia de un asentimiento de cabeza mientras jugaba con sus manos. A medio camino Theo dijo que necesitaba algo y se detuvo.

Los diez minutos que Theo tardó en volver Nabil tuvo toda clase de pensamientos deprimentes, se imaginó a Theo volviendo con algunos amigos y quedándose con su auto, también se imaginó a si mismo esperando sin resultado, pues probablemente Theo se había arrepentido y no volvería o simplemente se había burlado de él. Pensamientos que se desvanecieron cuando un sonriente Theo volvió y extendió una mano hacia las suyas y las acarició.

- No estés nervioso- le habló con total confianza- No haré nada que tu no quieras...- ¡Oh si supiera que ése era el verdadero problema! Él quería, vaya que sí quería...

Nuevamente lo único que pudo responder fue un asentimiento de cabeza. El camino fue silencioso pero Theo aún mantenía su expresión tranquila y positiva.

Cuando llegaron al estacionamiento de su edificio y logró quitarse el cinturón de seguridad Theo ya había dado la vuelta abriéndole la puerta, sorprendido entreabrió los labios queriendo decir algo sobre el gesto pero se quedó aún mas mudo cuando él le tendió la mano para ayudarlo a salir.

-¿Vamos?- preguntó y Nabil asintió estrechando su mano, debía verse bastante patético tan emocionado por aquellos cursis gestos, pero ninguno de los chicos anteriores había tenido atenciones así con él... sus mejillas probablemente hacían juego con sus cabello en esos momentos, pues Theo, contrario a lo que había esperado, no soltó su mano, le llevó así al elevador- ¿Qué piso?- le preguntó y Nabil tragó saliva.

-El penthouse- respondió bajo, quizá demasiado pero sorprendentemente Theo lo escuchó y presionó la última planta, era ya tarde así que nadie mas subió al elevador y el viaje en ascenso fue silencioso y sin interrupciones. Theo observaba los números cambiar en el indicador de piso y Nabil no apartaba, por el contrario, la vista del suelo. Llegaron a su piso y Nabil digitó en automático el código de la puerta y cuando entraron el silencio se extendió.

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