Capítulo 4

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Nabil chocó contra la pared cuando Theo le empujó y metió la mano en su pantalón comenzando a acariciarlo con una pasión que lo dejó sin aliento, aunque no importó, de cualquier forma, no habría podido respirar con su boca devorando la suya, ahoga...

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Nabil chocó contra la pared cuando Theo le empujó y metió la mano en su pantalón comenzando a acariciarlo con una pasión que lo dejó sin aliento, aunque no importó, de cualquier forma, no habría podido respirar con su boca devorando la suya, ahogando los gemidos que su mano le provocaban.

-¡Ah!- el primer gemido salió cuando Theo bajó a su cuello mordiendo y besando, haciendo que las piernas le temblaran. Cuando intentó regresarle el favor, aún a pesar de tener los sesos fritos por la excitación, Theo lo detuvo.

-No, no, no, mi cajita de sorpresas, esto es para ti, por ahora- le reprendió tomando sus manos y colocándolas contra la pared- Sé bueno y déjame saborearte- le pidió al oído y Nabil asintió efusivamente loco por complacerlo, porque no apartara sus manos de él y Theo sonrió sobre la piel de su cuello- Buen chico, buen chico- lo felicitó y le abrió por completo los pantalones dejándolos caer hasta sus tobillos, con el camino libre siguió acariciándolo. Nabil tenía la cara roja, haciendo juego con su pelo y gemía mientras veía el techo intentando que el orgasmo no lo alcanzara y le hiciera fallar las piernas e ir a dar al suelo-¿Se siente bien?- escuchó la pregunta seguida de una mordida en su oreja y estuvo por venirse.

-Por

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-Por... por favor... déjame tocarte- le pidió, necesitaba apoyo y más que nada necesitaba urgentemente sentir a su amante. Pero contrario a su petición Theo se separó de él. Nabil le vio asustado por haberlo hecho enojar, pero lo único que encontró en Theo fue una sonrisa pícara mientras se alejaba de él y comenzaba a sacarse las prendas.

 Nabil le vio asustado por haberlo hecho enojar, pero lo único que encontró en Theo fue una sonrisa pícara mientras se alejaba de él y comenzaba a sacarse las prendas

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