O4: Fortuito

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Al ver a su amigo Yuuri no pudo hacer más que esperar a ser tacleado por el entusiasmo del tailandés, sin embargo eso no sucedió.

En esos momentos Phichit tenía el rostro serio y una implacable mirada de eficiencia, el japonés lo miró algo extrañado y se dio cuenta que a diferencia de otros días su amigo llevaba ropa de vestir así como un pequeño maletin de cuero negro; estaba en su faceta profesional.

-Wow, esto es...

Phichit le sonrió comprensivo y se tomó la libertad de tomarlo por el antebrazo y llevarlo adentro, normalmente era más efusivo en cuanto a muestras de afecto pero con un compromiso a la vuelta de la esquina por protocolo tenía que tomar sus distancias para no molestar a la nueva pareja.
Una vez adentro del palacio caminaron hasta una de las salas de estar en donde una doncella los esperaba para servirles algo de té y ofrecerles aperitivos.

-¿Phichit qué es todo esto? ¿Por qué todo el mundo va de aquí a allá por mi casa?

-Creo que sería mejor si dejas de prentender que no sabes lo que ocurre y te concentras en esto.- Yuuri advirtió el folder que su amigo le deslizó por la mesa junto a otros papeles con distintas tipografías y colores.-Es el Rikerisho de Nikiforov Viktor, traté de ser lo más claro y preciso posible, temo que aún así la información es algo somera y me disculpo por ello.

Hojeando las páginas el azabache pudo aprender un poco más acerca de Viktor, y estaba seriamente asombrado por el hecho de que fuera algo "somero" si se incluía información como tipo de sangre, estudios, aficiones personales y una escalofriante colección de diez fotos que retrataban a Viktor en distintas situaciones; había una conduciendo, otra caminando por la ciudad, entrando a un edificio, en el sofá de su casa, haciendo tiro, una a medio vestir y otra en pijama, no quiso seguir por miedo a encontrar algo más revelador.

-¿Llamas a esto "somero"?

Inesperadamente el moreno hizo una inclinación casi a la altura de la mesilla de café.-Me disculpo por ello pero es lo único que he podido conseguir en doce horas.

-¿Por qué estás actuando así?.-acostumbrado a la simpleza de la personalidad de Phichit el verle actuar así usando un lenguaje tan formal y siguiendo protocolos innecesarios era como si viajara a un universo paralelo.-No es necesario todo esto.

-Porsupuesto que lo es Yuuri-san, acaba de encontrar a su dupla y según las reglas tienen un plazo de siete días, meses o años para dar una descendencia antes de que el destino de uno de los dos termine.

Entre mareos y confusión la turbación de su mente fue tal que no se dió cuenta de la valiosa información que el tailandés le ofrecía, las manos le sudaban y sentía una especie de temblor interno.

-No uses esos títulos...es raro.

-Raro o no en este momento estoy aquí para cumplir con mi rol de Nakõdo con la familia Katsuki.

Yuuri bufó.-Lamento que hayas venido en balde puesto que no hay ni habrá compromiso; los rusos se irán hoy por la noche.

-Justo después de su primer Miai, o como les gusta llamarlo "reunión".

-Debes estar bromeando.-Yuuri se levantó del lugar donde estaban y comenzó a dar vueltas por la habitación, seguía sin zapatos y parecía más emocionalmente inestable que de costumbre al no poder procesar la idea de casarse o más bien ser la dupla de alguien. Él ya se había hecho a la idea de consumir su vida en la meditación y protección de su familia.-Viktor y yo no podemos comprometernos, acabamos de conocernos y realmente no sé nada de él. No tengo idea de como le gusta el té, o de su libro favorito o si prefiere el invierno al verano; ¿cómo carajos se supone que construyamos una relación para tener un bebé si no conozco la respuesta a preguntas tan básicas?

Canción de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora