(Paula)
Baje del coche, tire el cigarro y lo apague pisándolo, cojo la mochila. Acababa de llegar al sitio indicado, los busque con la mirada ahí estaban, en mitad de un descampado, Ricky y sus dos guarda espaldas, uno de ellos agarraba a Caleb, se le veía magullado, tenía un corte en la ceja. Eso me enfado. Me puse en frente a unos diez o quince metros, parecía una película del oeste, solo nos faltaban los sombreros vaqueros.
-Acabemos rápido –dije mientras dejo la mochila a mis pies, y poniéndome las manos en la cadera.
-Tranquila niña, baja esos humos que hay mucho en juego.
-Lo sé, sigo sin entender como el dinero vuelve tan loca a la gente, entiendo que sea esencial para vivir, ¿pero llegar tan lejos?
-Es fácil decirle para ti que eres rica.
-Pero ha sido gracias a trabajar -de algo ilegal pero trabajar, pero eso a él no le importaba- y luego yo empecé a trabajar para mí, pase de trabajadora a jefa.
-Ya claro –dijo con desprecio.
-¿Qué pasa? ¿Acaso no me crees?
-¿Ahora eres Pepito grillo?
-No, solo digo los hechos.
-Déjate de historias y abre la bolsa enséñame que no es trampa.
Abrí la bolsa y le enseñe el contenido, pareció creérselo, ya que puso una sonrisa en si cara, pobre iluso, pienso mientras sonrió por dentro.
-Aléjate de la bolsa –me ordena.
-Primero suelta a Caleb –digo sin dejarme intimidar.
-¿Te crees que estas en situación para exigir cosas?
-¿Y tú sí?
-Déjate de juegos niña ¿Qué quieres?–me grito.
-Hazme feliz –le digo sonriendo.
-¿Cómo? –pregunta confundido por el cambio de tema.
-Matate, por ejemplo –digo seria.
-Déjate de tonterías, niña –me grita. Parece que no está para juegos, se le ve tenso.
-Suéltalo que vaya hasta la mitad, quiero ver que está bien. Luego tus hombres pueden ir hasta la bolsa mientras Caleb viene a mi ¿Te parece?
-¿Cómo sé que puedo confiar en ti?
-Puedes confiar en mi tanto como en tus hombres –no era decir mucho, ya que me cargue a uno de los suyos por traidor, aunque eso Ricky no tenía que saberlo.
-Soltarle –dijo sonriendo, parece que tiene mucha confianza en sus hombres, demasiada y no merecida en mi opinión.
El guarda espalda que lo tenía agarrado lo soltó y Caleb empezó a caminar, con dificultad, hacia mí.
-Para –dijo Ricky, cuando Caleb estaba a mitad de camino, Caleb paro- Lanza la mochila hasta la mitad.
La lance cerca de donde estaba Caleb.
-Ven –le dije a Caleb, que tenía cara de preocupación, yo intente poner la cara más relajada que tenía, no quería que se pusiera más nervioso.
Caleb ya estaba a tres pasos de mí y los guarda espaldas de Ricky estaban a nada de coger la bolsa. Era hora de comenzar la guerra. Corrí hasta Caleb mientras sacaba la pistola, Agache a Caleb al suelo y disparé a los dos guardias, que cayeron como moscas, Ricky saco la pistola y me apunto.
-¿Qué haces, niña? Ese no era el trato.
-Que pensabas, ¿Qué te iba a dejar hacer esta clase de cosas en mi ciudad? Vas listo –dije mientras le apuntaba.
En ese momento aparecieron Logan que se arrodillo al lado de su padre, y Dylan y Aarón, cada uno a un lado.
-¿Qué hacéis? Iros.
-No Pula, no te dejaremos sola.
¿No se daban cuenta que ahora tenía que estar pendiente de todos? Paula no te pongas nerviosa y todo pasara sin ningún herido... bueno si uno en cabron al que apuntaba, lo pensaba matar, no solo por tener amenazados a Logan y Caleb, ni secuestrar y hacer daño a Caleb, sino también por existir. Esta clase de personas no deberían existir.
-Necesito que saquéis a Caleb y Logan.
-Pula... -dijo Aarón.
-Hazlo –dije seria.
Cuantas menos personas estuvieran presentes en estos momentos más fácil sería el mantenerlos a salvo.
Aarón asintió y ayudo a Caleb a levantarse y lo guio por donde ellos habían aparecido, Logan se puso en pie a mi lado.
-Vete con Aarón, Logan –dije sin dejar de mirar a Ricky, el cual tenía los dientes apretados de la rabia.
-No te dejare aquí, sabes que... -me gritaba Logan
-No es el momento Logan, me lo dirás cuando esto acabe, ¿entendido? –le grite seria para que entendiera que no era una broma.
-Callaros de una puta vez–grito Ricky enfadado.
En ese momento vi como Ricky dejaba de apuntarme a mí para apuntar a Logan, sentí una fuerte llama en mi interior, era furia e ira, gracias a la adrenalina que recorría mi cuerpo empuje con todo mi cuerpo a Logan mientras disparaba.
Sentí un dolor desgarrador, que hizo que mis piernas temblaran, provocando que cayera al suelo, después de eso no sentía nada, no escuchaba nada, no veía nada, todo se volvió negro, cerré los ojos.
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Fuego
RomanceDicen que jugar con fuego es peligroso. ¿Peligroso? Paula no conoce esa palabra. Ella prefiere decir que él que no juega con fuego muere congelado. Paula es... ¿buena, mala o peor? lo mejor es que no la molestes.