ESPECIAL, CAPÍTULO 20

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Seguía sin entender por qué una chica como ella había ido justamente hacia mí. Brian tampoco pareció comprenderlo muy bien, pero se alegró por mi, y no me costó descifrar una de sus miradas en morse.

«Bien hecho, amigo ».

Sí, gracias Brian, aunque no haya hecho nada más que palidecerme y mirar incrédulo a la chica.

Ella empezó a bailar bastante cerca de mí, al ritmo de la música, y mi instinto arácnido no tardó en avisarme de que debería empezar a hacer lo mismo. Creo que esa mezcla de pop, rock y electrónica no era la mejor forma de ligar bailando, pero heme aquí.

Seguía acercándose a mi cuerpo a medida que bailábamos, y aunque no me molestaba para nada, me intimidaba un poco. Vi por el rabillo del ojo a Brian, hablando con Amberly, riéndose tontamente. Esos dos necesitarían un empujoncito, aunque el tío Peter está ocupdo bailando con una chica hermosa.

«Buena suerte, soldado », pensé dedicándole una última mirada a Brian, puestos que decidí intentar hablar con la chica que tenía pegada a mi cuerpo.

—Eeh, y dime, ¿cómo te llamas?

—¿Que? —contestó haciendo una mueca.

—Como te llamas —repetí sin que sonara una pregunta, intentando hacerme oír sobre la música.

—Ah, Violet, ¿y tú? —añadió acercándose más a mi cara, puede que para escucharnos mejor, o puede que por otra cosa...

—Violet... Bonito nombre, yo soy Peter —dije en medio del alboroto que había a nuestro alrededor, esperando que esta vez lo hubiera escuchado.

—Oh, gracias, tu nombre mola también.

Esto no estaba yendo bien, había que arreglarlo de alguna forma.

—Como sigamos así acabaremos hablando del tiempo —solté con una sonrisa, intentando que no me temblara la comisura de los labios.

¿Qué mejor medicina que el sarcasmo?

Violet postró una risueña mueca, pero esta vez era de verdad. Supuse que no tenía que hacer nada más que ser yo mismo, y si había suerte le gustaría el auténtico Peter.

—Tienes razón, aunque eso podría solucionarse con un par de cervezas —dijo con los labios pegados a mi oído, cosa que me causó un agradable escalofrío—. Ahora vuelvo, espera aquí.

Y así lo hice, al menos hasta que vi a Brad deambular cabreado por el salón.
Eso No Era Bueno.

Por un lado había una guapa chica que vendría de un momento a otro con un poco de alcohol para animar la noche, pero por el otro estaba el tío que me dio un puñtetazo hacía una semana y que parecía ansioso de encontrarse con mi mejor amigo.

Chica o mejor amigo. Chica, amigo. Violet, Brian. Ese cabrón me deberá una...

Salí disparado en su busca, para avisarle que había un gorila en busca de venganza deseando cruzarse con él. Miré por todas partes, hasta subí al segundo piso para mirar en las habitaciones y acabar viendo cosas que desde luego no quería ver...

Pero ni rastro de Brian o Amberly. Al bajar de nuevo al salón, Brad estaba mucho más calmado, hablando con los demás imbéciles que él llama amigos. También vi a Amberly entrar de nuevo en la casa por, lo que me pareció que era, la puerta trasera.

Pero volviendo a Brad... no estaba seguro si el hecho de que se hubiera calmado significaba que de alguna forma encontró la paz interior y descubrió que todos somos hijos de la madre Tierra —cosa que dudo— o que ya se ha desahogado en mi amigo.

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