Capítulo 27

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El camarero retiró las tazas de café y dejó otras dos llenas.

Jensen pagó, entregando una generosa propina para asegurarse de que no les interrumpieran, y se sentó relajado en la silla metálica, contemplando el río y la Torre Eiffel frente a él. Aunque lo que más atraía su atención era el castaño que estaba sentado al otro lado de la mesa, contemplando el edificio con absoluta adoración.

Al cabo de un rato Jared volvió a centrarse en su pareja, sonrojándose un poco al darse cuenta de que había vuelto a quedarse obnubilado, olvidándose de él.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? – preguntó cuándo se le hubo pasado el rubor. Jensen se aguantó las ganas de echarse a reír.

- ¿Por qué siempre que quieres hacerme una pregunta, me preguntas si puedes hacerme la pregunta? ¿Por qué no simplemente haces la pregunta?

- ¿Qué?

- Nada... Dispara – sonrió, más relajado y feliz de lo que recordara estar en mucho tiempo... Y tenía claro que se debía exclusivamente a Jared.

- Esto. Era simplemente saber si hay alguna posibilidad... de que te quedes un par de días más y no tengamos que volver el domingo.

- ¿Pero tus vacaciones no acaban el domingo?

- Sí. En teoría sí.

- ¿En teoría?

- Ayer hablé con los compañeros del trabajo. Les dije que aún no habías llegado y me dijeron que si quería podía quedarme un par de días más. Que seguía teniendo pendientes más días de vacaciones y...

- ¿Hablaste con ellos? ¿Y les dijiste que estabas aquí, solo? – Jared asintió y Jensen se llevó una mano a la cabeza – Es decir, que ahora mismo hay un montón de personas que piensan que soy el peor novio del mundo.

- Claro que no. Ya saben que tu trabajo te exige mucho y, lo cierto es que la expresión que usaron fue "niño mimado"

- Perfecto – rio pese a acabar de descubrir que no era muy apreciado por los compañeros de Jared. Aunque no dejaban de tener motivos para que no les cayese bien.

- Pero aun así, sabes que te sigo queriendo – añadió Jared con cara de perrito triste.

Jensen sonrió, conmovido.

- Lo cierto es que ya no tiene mucho sentido usar la expresión de "niño mimado"- dijo volviendo al tema de la conversación a lo que Jared, lógicamente, no entendió el comentario – Supongo que este es un buen momento para decirte que me he despedido.

- ¡Qué! ¿Tu padre te ha despedido?

- No. No he querido darle esa satisfacción. Me he largado antes.

- No entiendo. ¿Cómo? ¿Por qué?

- Porque si hubiera hecho eso antes, llevaría desde el lunes aquí, contigo. Y si no lo hubiera hecho, ahora seguiría en Washington, solucionando problemas a mi padre y no pudiendo estar donde quería estar – Jared no supo qué decir y Jensen aprovechó el silencio para terminar de contarlo todo – Y he dejado que eso ocurriera durante demasiado tiempo, esperando que un día las cosas se solucionaran y mi padre entendiera de una maldita vez que era feliz contigo y que no iba a dejarte por mucho que él quisiera.

- Pero es el trabajo que adoras.

- Sí, es verdad. Pero puedo seguir trabajando en ello. Solo que sin tener a nadie encima de mi todo el tiempo – puso una mano encima de la de Jared, necesitando sentir el contacto de su mano – He estado pensándolo mucho y... Tengo intención de crear mi propia empresa. Desde cero.

Sucedió en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora