El hijo de la maestra || Jikook

EN LO FÍSICO Y EN LO MENTAL

*NOTA:Este capítulo narra lo ocurrido con Jimin el día que dejó plantado a Jungkook en el capítulo "¿YOONGI HYUNG?".

CAPÍTULO SIETE
En lo físico y en lo mental.

Destructor y creador, Yoongi era el único con tanto poder sobre él.
Ese viernes Jimin tendría la dicha de salir con Jungkook y escapar, por algunas horas, de su realidad. Se preparaba para su compromiso, estaba muy emocionado, tanto que no dejó de sonreir en toda la mañana, cosa que hizo que Suga se percatara. Se duchó, cepilló sus dientes y cabello, se vistió y perfumó. No podía verse simple, no cuando saldría con su niño favorito.

Sus manos estaban a pocos centímetros de la perilla de la puerta pero una voz hizo que el muchacho se detuviera.

"¿Se pude saber a donde carajos vas?"

Jimin se alejó de la puerta de manera inmediata mientras que su cerebro trataba de buscar alguna respuesta que no hiciera que el mayor se enojara.

"Yo... Voy a... ¡Voy con Yoona!"

Yoongi frunció el seño ante la poca información que le fue brindada lo cual Jimin notó, así que continuó hablando.

"Quiere que un cliente me vea..."

Yoongi dirigió su mirada al suelo mientras asentía, luego sonrío amargamente.

"¿Acaso crees que soy idiota?"

Un golpe fue propinado en su abdomen, después una patada en sus piernas. Siguió dando golpes al azar.

Suga llevaba un buen rato golpeando el cuerpo de Jimin quien poco a poco iba perdiéndose en la habitación. Su mente se nublaba mientras que su cuerpo y su corazón no dejaron de sentir dolor. Cada golpe, cada palabra, sentía su sangre correr entre sus manos y cubrir todo su ser.

Jimin agradeció cuando Yoongi separo su sudoroso, pesado y mal oliente cuerpo, sin duda había estado tomando.

Park escuchó como los pasos del chico se alejaban de él. Intento ponerse de pie pero sus extremidades no respondían. Lo único que llegó a su mente al encontrarse en tal estado fue el joven de ojos oscuros y sonrisa tierna; Jungkook.

Park Jimin nunca fue bueno cuando de amor o amistades se trataba. Tal vez Jungkook sería la misma historia, fallida, de siempre.

El chico se quedó inmóvil en el suelo de la sala, solo necesitaba descansar. Descansar de Yoongi, de sus clientes, de él mismo, de sus estupideces. Nunca debió de haber descuidado su celular, de esa forma Yoongi jamás se hubiera enterado,  fue el segundo peor error que pudo haber cometido, el primero fue el enamorarse un patán de la talla de Yoongi.

• • •

Jimin despertó al sentir unos largos dedos acariciar sus cabellos de una manera lenta y delicada.

— Mi principe ha despertado... Me alegra. — Susurró Yoongi en su oído.

— Yoon... Yoongi — Dijo con dificultad debido al dolor y desgaste físico causado por la paliza de Suga.

— Perdón... Perdón por esto, perdón por todo. Nunca quise lastimarte, sólo que en algún punto todo se salió de control y... — El corazón de Jimin latió rápida y furiosamente contra su pecho. — Se volvió necesario.Yo te amo Jimin, tienes que entender que si hago esto es para cuidarnos, para mantenernos.

Las lágrimas amenazaban con caer de los pequeños ojos de Jimin. ¿Por qué una persona tan asquerosa como Yoongi podría causar tantos sentimientos en él?

— ¿Te quedarás conmigo?

— Sí.

"¿Acaso tengo otra opción?"

Pobre Jimin, tan confundido. Las palabras que Min le dijo resonaban en su mente, al mismo tiempo que los puños de Yoongi seguían quemando sobre su piel.

"Mi principe ha despertado" Un moretón en el muslo derecho. "Nunca quise lastimarte" Uno comenzaba a notarse el su barbilla. "Se volvio necesario" Sus ojos se hinchaban cada vez más. "Te amo Jimin" Su corazón se rompió.

Amar duele.