El hijo de la maestra || Jikook

HUMAN NATURE

CAPÍTULO CATORCE
Human Nature

"If they say¿why?¿why?
Tell em' that is human nature"

Human Nature - Michael Jackson

× × ×

—¿Somos raros, Jimin? — Dijo el encapuchado cabizbajo.

— No Kookie, es solo que... — Destapó la cabeza del contrario — Hay gente estúpida ¿Sabes?

Una sonrisa tímida escapo de los labios del azabache y Jimin no podía estar más embelesado. Tomar la mano de Jungkook lo hacia feliz, ver su rostro ilusionado lo hacia feliz y no le importaba lo demás ni los demás, estaba siendo feliz. Por primera vez se sentía completo.

¿Tendría que existir alguna explicación? ¿Tendría que dar razones de su interés por el joven Jeon? No, y tampoco había ninguna maldita lógica. Los sentimientos carecen de sentido y forma. Por fin lo comenzaba a entender. Es la naturaleza, la naturaleza humana. Es así, POR QUE SI, sin más complicación.

"Maldito maricón" esa frase hizo una grieta en el corazón de Jungkook, mientras que Jimin apostaba a que esa persona jamás había sentido el amor, estaba en lo cierto.

Park no dejó que el pequeño incidente del supermercado arruinara el gran día que, junto a Jungkook, estaba construyendo. Llevó al pequeño Kookie a ver una película, fueron a cenar pizza y lo dejó una cuadra antes de su hogar, los dos sabían lo arriesgado que era que los demás supieran sus condición de casi pareja y no querían complicar las cosas, entre más cautela mejor.

— Adiós profe — Kook no pudo aguantar la risa ante sus palabras.

— ¡Cállate Jungkook!

Después de la despedida Jimin arranco en dirección a la casa de Jade, quien le daba asilo de vez en cuando.

Manejo tranquilamente por las calles mientras escuchaba canciones variadas en las estaciones de radio. De un momento a otro, el carro comenzó a ir más lento, se había distraído tanto con Jungkook que no se percato que se había quedado sin gasolina. Decidió aparcar el auto en un estacionamiento público que vio cerca, no le pareció arriesgado ir a pie, ya que, aunque fueran altas horas de la noche, la casa de Jade no se encontraba muy lejos.

Caminó algunos metros y sintió a alguien caminar cerca de él. Alejo a los malos presentimientos de su mente y siguió su ruta sin percatarse de quien estaba atrás.

— Espere mucho tiempo para volver a estar contigo, pequeño. — Jimin fue rodeado por unos delgados pero fuertes brazos de los que no se pudo zafar en su primer intento — Ni siquiera tuve que buscarte...

El agarre se volvió más fuerte, al igual que el olor a alcohol que Jimin percibía.

— "Dejalo ir, si regresa es tuyo, sino, nunca lo fue" — Rió divertido — ¿Conoces esa frase? — Dijo tapando la boca de Park.