10 | Distraction.

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| Distracción.

—Todos aquí son hombres

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—Todos aquí son hombres. Creo que estamos en un club gay —dijo Scott en voz alta, girándose a vernos a Stiles y a mí luego de mirar un rato alrededor.

—Nada supera esos agudos sentidos de hombre lobo, ¿eh, Scott? —contestó Stiles de forma sarcástica, inconforme con toda la atención que recibía de las drag queens que había en el lugar.

—Qué lindo cabello tienes —me dijo una con una amplia sonrisa, pasando una mano por mi pelo—. ¿Ese chico es tu novio? —preguntó con la mirada puesta en Stiles.

— ¿Qué? ¡No! Es mi hermano —expliqué.

—Te lo devolveremos, pero si un día necesitan algo de diversión, no duden en llamar —me dijo, sacando un bolígrafo de no sé dónde y escribiendo un número telefónico en una servilleta para luego dármela.

—Lo tendremos en cuenta —respondí educadamente, tomando la servilleta.

Stiles corrió hacia nosotros una vez fue dejado en libertad, arrastrándonos con él a la barra para pedir algo.

—Dos cervezas. Ah, y una soda para ella —añadió, señalándome con su pulgar.

—Identificación —les pidió el chico detrás de la barra, sirviendo la soda mientras. Los chicos sacaron sus credenciales de la biblioteca de sus billeteras y lo hicieron reír tras mirarlas—. ¿Qué tal tres cocas?

— ¿Ron y coca cola? Por supuesto —El chico enserió su expresión—. La coca sola está bien. Igual estoy conduciendo.

El chico asintió y le hizo una seña a un rubio sin camiseta para dar el pedido. Un par de segundos después, el rubio se acercó a nosotros y puso las bebidas al frente de cada uno.

—Están pagadas —le dijo a Stiles, señalando a un lado con la cabeza.

Los tres seguimos su mirada, viendo a un chico levantar su cerveza como saludo hacia él. Apreté la boca para contener la carcajada que quiso salir, mirándolo divertida.

—Cállate —masculló.

—No dije nada.

—Sí, bueno, tu cara lo hizo por ti —se quejó, apartando la mirada con vergüenza. Esta vez sí me reí, encontrándolo hilarante—. Oigan, encontré a Danny.

—Yo a Jackson —anunció Scott con la mirada en el techo, viendo al Kanima moverse por las vigas—. Ustedes traigan a Danny —nos indicó.

— ¿Qué vas a hacer? —le pregunté.

Scott sacó sus garras.

—Funciona para mí —aceptó Stiles antes de dar la vuelta y caminar a la multitud para llegar hasta Danny.

Gritamos su nombre varias veces para llamar su atención, pero la música los cubría en su totalidad y no podíamos acercarnos porque todo mundo se movía de un lado a otro y nos arrastraban con ellos. De repente, varios chicos comenzaron a caer al suelo y sus cuerpos comenzaron a sacudirse antes de quedarse inmóviles, Danny entre ellos.

trust | #2 | teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora