Hidden letters (FINALIZADA)

Viaje de año nuevo

Todo estaba en perfectas condiciones, había terminado todos sus exámenes y prácticas y se había recibido de enfermero. El ramo de flores que le había regalado Jin estaba al lado de su cama entre todas las cosas que había en el mueble que dividía las camas.

Ahora solo le quedaba esperar para que lo designaran a un hospital como un enfermero oficial y eso podía tardar hasta unos tres meses.

Se puso sus pantalones de jean rasgados y un pulóver de cuello alto negro y se terminó por peinar el ahora pelo castaño claro. Dejó por debajo de la ropa el colgante con el objeto circular que descansaba en su pecho como siempre y salió de la habitación.

Se colgó el bolso y guardo la billetera en su bolsillo. Fue a la cocina por las llaves y se miró con Jb unos momentos y este le hablo.

- ¿Dónde vas?

- Voy a viajar con JinYoung. Vamos a la casa de su familia.

- Pásenlo bien.

- Gracias.

- Mark! – Jb lo llamó antes de que pudiera salir por la puerta. – tratá de no lastimarlo.

- Yo no soy como vos.

- Por eso te lo digo. – salió sin decir más nada, y tomo el camino al departamento de Jin de manera tranquila, todavía era temprano y había salido con tiempo. Entró a una cafetería y compró un café amargo y se sentó en una plaza mientras fumaba un cigarrillo. Se quedó mirando el zippo unos momentos y sin pensarlo lo guardo en el bolso. Antes de llegar haría una parada para conseguirse un encendedor común.

Los truenos y el ruido de la lluvia contra su ventana no lo dejaban concentrarse en la música que está escuchando. Sus amigos de la infancia siempre encontraban un motivo para salir, y él estaba perdiendo sus tácticas para dar escusas. Ni los boliches ni bares le agradaban, quería ir al bar de apariencia oscura pero familiar con sus amigos en Corea, donde podía comer, jugar, charlar o simplemente perder el tiempo.

Por supuesto que estar con su mamá era algo que le gustaba, pero ya se había acostumbrado a vivir de una manera distinta. Extrañaba su manera de vivir.

Observaba su cuarto, y podía ver fotos de él desde bebe hasta una de la semana anterior, y quería arrancarlas y prenderlas fuego. Se levantó de la cama dejando el cuerpo desnudo de su acompañante durmiendo y se paró delante de la pared de fotos.

- Ninguna de mis amigos. Ninguna de estas fotos me gusta. – se sentó delante de la computadora y abrió la casilla de e-mail. Todo lo que tenía eran cosas sin importancia.

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De: Pepi-Junior

Para: Jack-Gaga

Hola amigo, ¡Feliz navidad!, ¿Cómo estás? Acá todo está bien. Todos parecen estar bien, aunque enojados porque no les contestas los e-mails. ¿estás abriendo tu otro correo? Podrías sorprénderte si los lees. Jack, te extrañamos. Por un lado, espero que vuelvas pronto, lo sabes ¿no? Pero por el otro tengo miedo de lo que pueda pasar. Mark volvió a sonreír, pero no es el chico que conocimos. No quería decirte esto, pero siempre me recordás que no te oculte nada. Solo nos besamos. No pasó nada más ni somos nada.

No sé qué es lo que tengo que hacer. Porque no importa que, creo que ustedes nunca se van a dejar ir.

Te quiero.

Junior.
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Estabadecidido a escribirle a Junior, después de tanto tiempo sentía que iba a poderaceptar que le dijera que estaba saliendo con Mark o cualquier otra cosa; éltambién estaba haciendo su vida y saliendo con otros, volvió a mirar como elchico rubio descansaba en la cama y actualizo los e-mails, y como cosa deldestino, el sobre cerrado con remitente de Junior apareció en su casilla.