11. Primera cita

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CAPÍTULO 11

La vuelta hacia la torre se siente muy diferente

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La vuelta hacia la torre se siente muy diferente. No sólo por la ausencia de Bruce y los inútiles esfuerzos de Tony y Natasha por contactarlo; también por la profunda plática que tienen Visión y Thor alejados del resto, mientras que los gemelos se mantienen en silencio, pero sin soltar sus manos. Por otro lado, Elizabeth se encuentra sentada al lado de Steve, ella juega con las manos del ojiazul, manteniendo toda su atención en su persona.

—¿No te sientes mal? ¿Quizá mareada o cansada? —cuestiona él con evidente preocupación.

—En ese momento, sí, pero ahora estoy bien. Es extraño, siento como si tuviera mi energía lista para hacer cualquier cosa —declara deteniendo su juego —. Sé que está aquí —diciendo esto, la chica levanta una de sus manos, emanando de la punta de sus dedos, unas pequeñas chispas de color celeste.

—Ahora debes practicar —susurra Stark acercándose a la pareja —, en realidad, ambas —agrega mirando a la joven Maximoff.

[...]

Llegan a la Torre Vengadores ya entrada la noche, ahora con un poco más de tiempo, asignan a cada gemelo a una habitación contigua y todos van a descansar, tal como lo merecen, mientras Fury intenta arreglar todo con las organizaciones mundiales.

A la mañana siguiente todos, a excepción de Steve, se levantan tarde. El ojiazul ha reanudado su rutina matutina de ejercicios, por lo que no dudó en salir a correr.

Por otro lado, Elizabeth se levanta cerca de medio día, tomando un baño y colocándose ropa de civil, pues no piensa entrenar al menos por este día. La joven va a la cocina en donde se prepara un licuado y mientras busca los ingredientes para un sándwich, Natasha llega en busca de un café.

La pelirroja husmea cerca de ella, tararea algo canción poco conocida y la observa con burla, Elizabeth lo nota y es claro que entiende la razón de su "extraño" comportamiento. La Agente Romanoff toma su bebida caliente y se sienta en uno de los bancos de la barra que está en la cocina, y en donde la azabache despliega los ingredientes para su emparedado.

—¿Qué esperas para preguntar? —cuestiona Elizabeth con una ceja alzada.

—Espero a que me lo digas tú misma —responde y sonríe —. Pero viendo que me das la opción de hacerlo, lo haré. ¿Qué pasa con Steve? Me fui dejándolos como unos tontos que se echan miraditas, y cuando volví, hasta beso de película romántica tuvieron —se mofa.

—Nat...

—¡Elizabeth! ¿Sabes cuántas citas le organicé a Steve? —cuestiona con emoción, aunque luego su sonrisa desaparece cuando ve la seriedad en el rostro de la joven ante la mención de las "citas" de Steve —. Igual él siempre iba sólo por no dejarlas plantadas. Pero el punto es que, aunque es claro que lo vi venir por esas miraditas y los momentos que últimamente pasan juntos, estoy sorprendida porque no intenté unirlos. Quiero todos los detalles —declara con emoción.

HUMAN [Steve Rogers] | SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora