36. Londres (S/E)

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[CAPÍTULO SIN EDITAR]



Wakanda. 4 días después de la pelea en Siberia.

Una vez que llegaron, Steve y Bucky recibieron atención médica, Barnes permaneció un par de días en observación debido a que presentaba heridas más serias que las de Rogers.

─Alteza, me dijeron que necesitaba que hablemos ─le dice Steve cuando se encuentra con T'Challa en una de las salas.

─Sí, Capitán. Quería comunicarle que ya tengo la localización de sus amigos como me lo había pedido, quiero decirle que tiene a su disposición una de las naves que cuenta con el equipamiento adecuado para que el rescate sea sigiloso ─explica T'Challa.

─Estaré en deuda con usted: con los de Bucky, el alojamiento y ahora eso.

─No, Capitán, es una manera en la que busco disculparme por el malentendido. Todos fuimos víctimas de la sed de venganza de ese hombre y yo me estaba comportando como él.

─No fue su culpa, lo comprendo. Aquel sujeto jugó con lo que más nos importaba y logró destruir parte del equipo, pero el tiempo hará que todo vuelva a la normalidad, o al menos eso espero ─dice Steve.

─Espero lo mismo, Capitán.

Un par de horas después, Steve Rogers sale de Wakanda en aquella nave, sin embargo, su primer destino no es hacia aquella prisión donde tienen a sus amigos.


***


Elizabeth regresó al apartamento que tenía en Londres en donde solía ir cuando la familia de Peggy la visitaba. Observa que todo está tal como lo dejó, eso significa que tuvo que hacer una limpieza total. Se siente con un poco más de libertad, sin embargo, no se confía y opta por mantener la discreción.

Por la mañana, la chica se levanta temprano para preparar un delicioso estofado que almuerza al medio día.

La temperatura se mantiene estable pero fría, lo que hace que sea más que necesario salir de casa con una chaqueta. Ella toma una de las que guardaba en ese lugar, la ha lavado y ha perdido el rastro de humedad.

Toma sus llaves y su bolsa antes de salir del departamento y dirigirse hacia una florería y comprar un precioso ramo de tulipanes rojos. Luego camina hacia el cementerio local y encuentra la tumba de Peggy Carter.

La chica da una respiración profunda al leer la inscripción, observa que hay un bonito ramo de rosas rojas reciente que reposa en el centro de la tumba. Ella se arrodilla y acomoda el que ella ha traído junto al otro.

─Hola Peggy ─saluda con timidez ─. La última vez que vine aquí estaba triste por tu partida y me sentía sola, pensé que cuando volviera por segunda vez ya no sería así, pero me equivoqué. Tuve todo a mi alcance y lo dejé ir. Cómo desearía que me pudieras dar un consejo, que me orientaras como solías hacerlo.

Unas pocas lágrimas caen por las mejillas de Elizabeth, quien se toma unos segundos para retirarlas.

─Esto es raro, pero ¿recuerdas que me hablaste de Steve Rogers? ¿Aquel soldado valiente, honorable y muy guapo, aquel héroe que sacrificó su vida por su país y que luego solía visitarte? Bien, pues me enamoré de él ─suelta un suspiro ─. Peggy, una noche me dijiste que deseabas con todo tu corazón que el pudiera seguir con su vida, así como lo hiciste con la tuya, que añorabas verlo feliz y que aquella mujer que él amara, le correspondiera con la misma intensidad. Creo que te fallé, les fallé a ambos. Mejor dicho, les fallé a todos.

HUMAN [Steve Rogers] | SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora