HUMAN [Steve Rogers] | SIN EDITAR

24. Acuerdos de Sokovia (S/E)

[CAPÍTULO SIN EDITAR]

Pietro y Elizabeth se encuentran acostados uno junto al otro sobre unos tapetes en el piso, han realizado la última serie de abdominales que les corresponde, hablan un poco de los sentimientos que muestran Wanda y Steve respecto a lo que ha pasado en Nigeria.

─Hola ─saluda Visión entrando al gimnasio y los chicos se incorporan.

─Hola, Vis ─le responde Elizabeth, Pietro sólo mueve la cabeza en señal de saludo.

─El señor Stark ha venido a hacer una visita, sugiero que asistan a la junta que hará en unos minutos.

Sin esperar respuesta se retira, para probablemente buscar a Sam y Natasha. Pietro lleva a la chica hasta la puerta de su habitación y luego se va a la suya, para que tomen un baño antes dirigirse a la junta. 

El joven es el primero en estar listo y se dirige al lugar especificado.

─¿Elizabeth no estaba contigo? ─cuestiona Steve quien se encuentra sentado ya en su lugar.

─Sí, pero se debe estar bañando. No creo que tarde ─responde tomando su sitio al lado de su hermana.

Rogers se levanta para buscarla, puesto que aún no llega Stark y Visión acompañados del Secretario de Estado. Está a punto de tocar la puerta de la habitación de novia, pero ella abre antes.

─Hola ─Elizabeth lo saluda ya cambiada y con el cabello casi seco.

─Hola, te venía a buscar para la reunión ─murmura él.

─Pues entonces vamos.

Steve tiene la intención de tomar su mano, pero se contiene. Antes de que den vuelta en el pasillo que los conducirá a la sala, él la detiene nombrándola.

─¿Qué pasa? ─cuestiona confundida.

─Perdón por la actitud que he tomado estos últimos días ─musita con la mirada baja.

─No te preocupes. No me gustó mucha la actitud que tomaste, porque no eres responsable por todo ─ toma su mano ─ . Steve, eres mi novio, lo que menos quiero es verte mal ─se acerca a él y le da un pequeño beso.

Él sonríe de manera leve antes de robarle otro  beso en los labios, caminan con más tranquilidad a la sala de juntas. Elizabeth se sienta junto a Natasha, y a su lado Steve, todos giran sus sillas hacia un lado cuando el Secretario de Defensa, Thaddeus Ross, entra a la sala.

─Hace 5 años, sufrí un infarto y me desmayé justo a la mitad de hacer mi swing, esa resultó ser la mejor ronda de mi vida. Porque después de 13 horas de cirugía y un triple baipás*, aprendí algo importante que 40 años en el ejército jamás me enseñaron: perspectiva ─les dice Ross a los Vengadores.

Tony está sentado en una silla a parte en la esquina de la sala en completo silencio.

─La deuda del mundo a los Vengadores nunca podrá pagarse ─continúa diciendo Thaddeus Ross ─. Ustedes han peleado por nosotros, nos han protegido y arriesgado sus vidas. Pero si bien, un gran número de personas los consideran héroes, hay otros más que prefieren llamarlos vigilantes.

─¿Y cómo nos llamaría usted, señor Secretario? ─cuestiona Romanoff.

─Los llamo "peligrosos" ─contesta de manera rápida ─. ¿Cómo llamarían a un grupo de individuos alterados cuya base está aquí e ignoran continuamente las fronteras e imponen su voluntad dónde les place y a quienes con franqueza no les importa el caos que van dejando a su paso? ─cuestiona.