HUMAN [Steve Rogers] | SIN EDITAR

25. Decisiones (S/E)

[CAPÍTULO SIN EDITAR]

Elizabeth camina sin ganas por las instalaciones. Pasa por su mente la probabilidad de encerrarse en su habitación, pero estar dentro, tal vez no le ayude a meditar lo que ha escuchado y lo que ella misma dijo. 

Sabe que debe elegir y también sabe que la decisión que tome tendrá repercusiones, sea cual sea.

Sale de las instalaciones y camina adentrándose al bosque, se sienta recargada en un árbol y deja vagar sus pensamientos. El mal presentimiento sigue alojado en su pecho, la diferencia es, que ahora no se presentan imágenes o pistas acerca de lo que va a pasar, sólo es la sensación de angustia.

A su mente viene la imagen de aquel joven del cual Tony les habló, un chico con sueños y aspiraciones, como ella alguna vez lo fue; un joven recién egresado de la universidad que sueña con conquistar el mundo, pero que desgraciadamente ya no pudo hacerlo. ¿Cuántos Charlie Spencer habrá? ¿Cuántas vidas se apagaron por descuido del equipo? Sabe que hay cosas que no pueden cambiarse, pero sí evitarse.

Vuelve una hora después a la base, observa que no hay mucha gente por los pasillos como es usual. Los pasos de Elizabeth se dirigen casi de manera directa hacia la habitación de Steve, quien abre la puerta una vez que ella toca.

─Hola, ¿podemos hablar? ─cuestiona ella con timidez.

─¿Hablaremos de los acuerdos?

─No es algo que quiera hablar justo ahora, aún tenemos poco menos de 3 días para decidir ─responde encogiéndose de hombros.

Steve sonríe levemente y la deja entrar. Ella se sienta en la cama y él en la silla del escritorio, aunque la gira para quedar frente a su novia. Se miran simplemente a los ojos sin saber qué decir, saben que sus pensamientos continúan ocupados con el asunto de los acuerdos.

─Sabes que no podemos evitarlo ─susurra Rogers bajando la mirada ─. Así que habla, dime qué es lo que piensas.

─Pienso en el bonito azul de tus ojos ─responde ella tratando de aligerar el ambiente. Y lo logra, pues él sonríe más relajado ─. ¿Y tú en qué piensas?

─En que te amo ─contesta mirándola a los ojos.

─Lo dices para corresponder mi confesión ─dice ella riendo.

─Claro que no, últimamente pienso mucho en eso. Pienso mucho en ti ─alcanza las manos de su novia y las entrelaza con las suyas.

─Sabes que pase lo que pase, siempre estaré para ti, ¿verdad? ─Elizabeth, armada de valor, se levanta y se sienta sobre Steve dejando sus piernas a cada lado de las de su novio, quien inmediatamente se sorprende, pero coloca sus manos sobre la cintura de su chica ─. Que te amo y eso no va a cambiar.

─Estoy seguro de eso como lo estoy de lo que siento por ti ─afirma mirándola a los ojos.

La chica sonríe y lo besa, lleva sus manos hacia el cabello y cuello de Steve para acariciarlo, mientras él se permite mover sus manos a lo largo de su espalda. El beso comienza a intensificarse, al igual que la necesidad que sienten por explorar este nuevo territorio, pero un suave golpe en la puerta los interrumpe.

Elizabeth se levanta totalmente sonrojada de las piernas de Rogers quien se encuentra de igual manera apenado. El golpe en la puerta se repite y ambos tratan de retomar su compostura antes de que él abra. Sam entra inmediatamente sorprendido por encontrar a la pareja, no pasa desapercibido en él aquel sonrojo de la chica y la incomodidad de su amigo.