HUMAN [Steve Rogers] | SIN EDITAR

32. Algunas mentiras y un nuevo recluta (S/E)

[CAPÍTULO SIN EDITAR]

El auto de Sharon se detiene debajo del puente donde ha acordado verse con Steve, dentro del pequeño escarabajo en el que viaja el Capitán observa a Sam en el asiento del copiloto y a Barnes en la parte de atrás.

─No sé si entiendes el concepto de un auto de escape ─le recuerda la rubia.

─Es de bajo perfil ─se excusa Steve.

─¿Ah sí? Estas cosas tienden a atraer al público ─afirma abriendo la cajuela de su auto.

Mientras Steve examina el contenido, dentro del auto Bucky le hace una petición a Sam.

─¿Puedes mover tu asiento? ─pregunta el Soldado del Invierno.

─No ─responde Falcon sin apartar la vista del auto.

Mientras tanto, la rubia y Steve continúan hablando. 

─Te debo otra ─afirma Rogers con una mirada llena de agradecimiento hacia aquella chica.

─La sumaré a la lista ─ella voltea su mirada hacia la parte interna del escarabajo─. Sabes que trató de matarme.

─Lo siento, también lo sumaré a la lista ─responde el Capitán apenado.

─Creo que a este punto estaremos a mano ─murmura ella.

─¿Sabes? Creo que pensé mal de ti. Cuando supe que formabas parte de la CIA y del equipo antiterrorismo, no pensé contar con tu apoyo, pero me demostraste lo contrario. Ya sabes, el viaje, el paradero de Bucky, el apoyo para localizarlo, y ahora esto. Gracias, Sharon ─le dice él con mucha sinceridad. 

─Sabes que te seguiré apoyando en lo que esté en mis manos ─murmura con una pequeña sonrisa en sus labios.

─Y yo siempre estaré agradecido por ello. Quiero que también sepas que puedes contar conmigo para lo que necesites ─afirma devolviéndole la sonrisa.

─Lo sé, Steve ─responde Sharon. Se quedan unos segundos en completo silencio y mirándose uno al otro, hasta que Steve desvía su mirada hacia el armamento en la cajuela.

─Te buscarán después de esto ─menciona Rogers.

─No estés tan seguro, tengo algunos trucos bajo la manga ─ella le dice sonriendo ─. Tuve que hacer algunos arreglos, pero nadie se enteró de esto, será un simple robo sin sospechosos aparentes.

─Gracias, Sharon ─de nuevo dice el Capitán.

La rubia lo observa unos instantes antes de que dé un paso hacia él y acerque su rostro al suyo, con decisión pone su mano sobre la mejilla de Steve quien en ese momento se da cuenta de sus intenciones. Antes de que Sharon llegue a unir sus labios con los de él, Rogers corre el rostro para que ella sólo bese su mejilla, donde permanece unos instantes antes de separarse.