Capítulo 19

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Camila POV

A la mañana siguiente desperté más feliz de lo normal. Una sonrisa en mi rostro apareció al recordar lo que había ocurrido entre Lauren y yo. Salí de mi cama y me dirigí a la ducha. Me di un baño caliente y salí, rápido me vestí y baje a desayunar.

Solo quería ver a Lauren y averiguar qué pasaría entre nosotras a partir de ahora. Al terminar mi desayuno me apresure a lavar mis dientes y guardar mis cosas en mi mochila. Rápidamente salí de casa y en cuanto iba a mandar un mensaje a Lauren, la vi saliendo de su garage junto con su motocicleta.

Me acerque a ella y eso fue lo peor que pude haber hecho.

–Hola Lern– salude y la tome de un brazo.

Lauren giro bruscamente frente a mí y coloco sus brazos detrás de su espalda como solía hacerlo siempre.

– ¿Pasa algo?– pregunte ingenua.

–Nada, no pasa nada– respondió cortante.

Y ahí estaba de nuevo esa actitud extraña.

– ¿Iremos en moto a la escuela? Tal vez pueda ser cool una vez en mi vida– intente hacerla reír pero no funcionó.

– No

– ¿Qué sucede contigo?– me frustré– ¿Por qué actúas como si no hubiese pasado nada?

–Eso Camila, entre nosotras no paso nada.

– ¿Me estas jodiendo?– reí sarcástica– Ayer paso algo Lauren y lo sabes.

–Si te refieres a...

–Nos besamos– la interrumpí molesta.

–Lo sé y ojala no hubiera ocurrido– frunció el ceño– Fue un error.

No creía en sus palabras por alguna extraña razón, pero escucharlo en verdad me dolió.

– ¿Así que te arrepientes?– me acerque pero ella se alejo– Después de todo lo que me dijiste y te dije.

– ¿Sabes cuál es tu problema?– pregunto pero no conteste– Que te estás equivocando conmigo. Hay una enorme diferencia entre atracción y amor. Y tu Camila, solo me atraes.

–No te creo.

–No me conoces.

–Mi único problema eres tú, eso es lo que pasa. Pero tienes razón, no te conozco en lo absoluto. Es como si fueras dos personas distintas pero a pesar de eso trate de ayudarte.

–Solo aléjate de mí, no te necesito– me dio una mirada intensa.

–Anoche querías que cuidara de ti y ahora, ¿me pides que me aleje?

–Lo que dije fueron palabras sin sentido, Camila.

–Para mi tenían demasiado sentido, Lauren.

–Simplemente aléjate de mi– apretó su mandíbula.

–Bien, eso haré– contuve las lagrimas que amenazaban por salir– Pero no vengas a buscarme llorando porque no voy a estar para ti cuando necesites que alguien te escuche.

Di media vuelta sin darle oportunidad de que dijera una sola palabra más y comencé a caminar lo más rápido que pude directo a la escuela. Marque el número de Dinah y espere a que respondiera.

–Mila ¿Qué paso?– dijo Dinah

–Te necesito, estoy en la entrada de la escuela– fue lo único que dije y colgué.

No iba a llorar. No podía llorar por ella. Un nudo se formo en mi garganta y quemaba mucho.

Algunos minutos pasaron y pude ver como mi amiga llegaba. Prácticamente corrí hacia ella y no pude contenerme más. Comencé a llorar.

–Hey no llores, dime que paso– Dinah acariciaba mi espalda.

No hable y simplemente me permití llorar en los brazos de la polinesia, me sentía una estúpida por todo.

– ¿Qué ocurre?– oí la voz de Normani.

Dinah no respondió y segundos después sentí como la morena se unía al abrazo. En ese momento me sentí segura.

Cuando por fin pude controlar mi llanto les conté todo lo que había pasado a Normani y Dinah la noche anterior entre Lauren y yo.

–No la entiendo­– comente triste.

–Esto no se va a quedar así Mila, Lauren me va a escuchar– Dinah golpeo su banca molesta y eso me causo un poco de gracia.

–Ella podría deformarte la cara y lo sabes china– le dije a Dinah.

–No me interesa, pero no vendrá a besar a mi mejor amiga y largarse como si nada– en realidad la polinesia estaba furiosa.

–Yo conozco a alguien que puede darle una lección a Lauren– dijo Normani rascando su cabeza.

–No quiero que le hagan daño­– mire asustada a Normani.

– ¿Pero ella si puede hacerte daño a ti? No Camila– Dinah coloco sus brazos en su cintura.

–Es diferente Dinah– me quejé.

–Por supuesto que no. Además se lo merece por ser tan idiota– Dinah rodó los ojos.

No tenía ánimos para seguir discutiendo. La primera clase comenzó y Lauren no llegó, ni a la segunda, ni a la tercera. Para ser exacta ese día no llegó a ninguna clase. Eso me frustraba más. Necesitaba respuestas.

Aunque yo quisiera evitarla o ella quisiera ignorarme eso no pasaría.

No por mucho tiempo.

Me equivoqué.

Luego de unos días me acerque a ella para hablar sobre la historia que ambas estábamos escribiendo y Lauren no tuvo otra opción más que escucharme. Ella no quiso ir a mi casa, solo me mandaba lo que escribía y yo lo agregaba al borrador, después escribía mi parte y se lo mandaba para que lo revisara.

Así pasaron tres meses. En todo ese tiempo no cruce ni una solo palabra con ella.

Pero hay algo más fuerte que el orgullo. El amor. O quizá yo estaba equivocada.

Temor.

Salvando a una Libélula (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora