Un nuevo día empezaba y ya la familia estaba desayunando. En una hora irían a ver nuevas residencias en compañía de una agente inmobiliaria.
El azabache iba conduciendo a la dirección que le habían proporcionado, en el lugar los estarían esperando.
Su hija iba jugando con su peluche mientras que Tsuna, de copiloto revisaba las casas que verían el hoy.
Solo buscaban un hogar mas amplio del que tenían, uno apto para tener dos hijos. El castaño quería un jardín delantero como trasero, algo parecido a la casa donde se crió.
Por otra parte Kyoya quería que estuviera cerca de Vongola Corp y del colegio, en caso de una emergencia.
Llegaron a la primera casa, el mayor iba con su pequeña en brazos y Tsunayoshi caminaba a su lado.
-Bueno días- saludó la encargada - Soy Haru y hoy les mostraré varios hogares de acuerdo a sus especificaciones.
La pareja saludo educadamente y siguió a la castaña oscura, mientras iba hablando animadamente.
La primera casa era hermosa, pero le faltaba algo, no sabían que, pero no se veía como un hogar familiar. Al visitar la siguiente la rechazaron al momento de verla, era muy lúgubre, hasta Emi-chan se asusto.
Por dos horas estuvieron viendo futuros hogares, hasta que encontraron la indicada.
Estaba en un barrio seguro y tranquilo, constaba de una gran cerca que la rodeaba, un jardín desde esta a la entrada y uno trasero. La estructura era de ladrillo rojizo y tenia dos pisos. Al entrar se apreciaba una gran sala con unos ventanales que dejaban entrar la luz. La cocina necesitaba unos pequeños retoques al igual que el comedor. En el segundo piso estaban las habitaciones, cuatro de ellas para ser exactos y sus correspondientes baños. Para suerte de Tsuna esta tenía un cuarto que podría servir de oficina.
-¿Qué opinas hija? -preguntó el castaño viendo a su pequeña en brazos de su esposo -¿Te gusta?
-Si- respondió tímidamente- Es linda y tiene jardín- miro al azabache- ¿Puedo tener una casita?
-Claro- le respondió sonriente.
Ya habían tomado una decisión, tomarían esta casa.
Haru, alegre les hizo firmar unos papeles y les dijo que mañana mismo vendrían a arreglar los desperfectos que se encontraron.
Se despidieron y se apresuraron tenían una cita en el orfanato, irían a conocer a los niños.
Una amable mujer mayor los recibió, era la misma señora que los guió para adoptar a Emily.
-Hola muchachos- saludó la anciana.
- Buenas tardes, María- saludó el Tsunayoshi abrazándola.
El azabache hizo lo mismo y la pequeña le dio la mano.
Entraron a la residencia donde se escuchaban risas de los pequeños por todos lados. Varios empleados los saludaron, las personas que trabajaban ahí eran muy cordiales.
Llegaron a la oficina de la directora, le comentaron que querían un niño y a petición de su hija, quería que fuera menor para así ella protegerlo.
Caminaron a la sala de juegos donde se encontraban los pequeños, al verlos Tsuna sintió una gran tristeza, si pudiera llevárselos todos lo haría, todos merecían una familia.
El castaño empezó hablar con varios, preguntándoles su nombre y que cosas les gustaban, ante la mirada atenta de su esposo que aunque estuviera hablando con María, no le quitaba la vista por un segundo.
Tsunayoshi encontraba a todos los pequeños adorables pero faltaba la conexión que sintió al ver a su hija de bebé.
Miro a su alrededor y Emi hablaba con un pequeño pelinegro. Al acercarse, vio la mirada de tristeza del niño y algo hizo click. Se arrodilló al lado de su hija y frente a él.
-Hola- saludó sonriente- ¿Cuál es tu nombre? - preguntó amable.
El pequeño abrazó mas el osito desgastado que tenía en sus brazos.
-Soy Ryuuji - dijo bajito.
-Un gusto- miro a su esposo para que se acercara- Esta es mi hija Emily.
-Hola Ryuuji - saludó- Me gusta tu peluche - levantó el suyo- Igual tengo uno- mostró su conejito.
-El es mi esposo Kyoya y padre de Emily- presentó al azabache que se gano al lado de él.
-Un gusto en conocerte pequeño- hablo suave.
Cuando Kyoya lo vio, se vio a si mismo de pequeño, cuando había quedado solo, esa mirada que tenía el niño era muy similar a la suya en ese tiempo.
Dejaron a su hija con Ryuuji, mientras hablaban con María.
-¿Qué le paso?-preguntó el mayor rápidamente.
-Sus padres eran alcohólicos y drogadictos, sufrió maltrató y gracias a una vecina lo pudimos sacar de ahí- dijo la anciana- Su madre murió a los pocos días que llegó, por una sobredosis.
-Por Dios- dijo sorprendido el castaño- ¿Qué edad tiene?- preguntó viendo a su hija.
-Solo tienes cuatro años- respondió.
-Es solo un bebé- habló Tsuna con tristeza- ¿Cómo podían lastimarlo?
La respuesta quedo en el aire, el pequeño no tenía la culpa de haber nacido con unos padre así.
El castaño miro a su esposo, él cual sabia lo que estaba pensando y me respondió con una suave sonrisa.
Mientras ellos hablaban sobre el procedimiento a seguir, la princesa de la pareja hablaba con el menor.
-¿Cuántos años tienes?- preguntó mientras jugaban con sus peluches.
-Tengo cuatro- dijo mostrando su edad con sus dedos.
-Eres menor que yo- habló emocionada- ¿Quieres ser mi hermano? - preguntó cuando sus padres estaban atrás suyo.
El pequeño pelinegro quedo en silencio, y los miro a cada uno nervioso.
El castaño al sentir los nervios se agachó a su altura.
-Emi-chan quiere decir si ¿Te gustaría formar parte de nuestra familia?- preguntó calidamente.
El niño quedó pensando, ¿Una familia? El nunca habia tenido eso pero lo anhelaba. Parecían buenas personas y podía tener una hermana.
Con lágrimas se lanzó a los brazos de Tsunayoshi, el cual lo recibió con cariño y lo levanto.
Sentía como su hombro se humedecía. ¿Cuánto había querido el pequeño una familia?¿Alguien que lo quisiera?
Unas lagrimas salían de los ojos de Tsuna. Al ver esto, Kyoya se las limpió y alzó a su hija.
Ryuuji separó su cabeza del cuerpo ajeno y los miro. Para responderles movió la cabeza de arriba hacia bajo como afirmación.
-Bienvenido a la familia- dijo Kyoya acariciando suavemente el cabello del pequeño. Al hacerlo se dieron cuenta de los hermoso ojos verdes de su nuevo hijo.
Estuvieron con él hasta la noche, conociéndose más. No podían llevárselo a casa ese mismo día, pero al siguiente sí.
Su hija le dejo a su conejillo para que lo cuidara hasta mañana. Le prometieron al menor, el cual estaba triste, que vendrían a primera hora.
La anciana se despidió de ellos con su pequeño en los brazos.
Ryuuji había encontrado una familia que lo quiso en el primer momento. Tendía a un padre amable y cariñoso, otro protector y fuerte, ademas de una hermana que siempre lo apoyaría.
Continuara...
Nuevo cap :3 gracias a todos por leer y comentar, se los agradezco mucho.No se si encuentran que la historia avanza lento, por favor díganme, ya que esta no sera tan extensa como su precuela.
Sin mas que decir, nos vemos en el siguiente, bye bye.
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La mia famiglia [COMPLETA][KHR]
Fanfiction▶▶▶Secuela de Oh mi querido guardaespaldas [1827]◀◀◀ Después de que su hija le pidiera un hermanito como deseo de cumpleaños, la pareja decidió que estaba preparada para adoptar a otro pequeño. Sin embargo no todo es de color de rosa, problemas se...