Epilogo

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Christian

- Ana, dime por que me sacaste del trabajo así.

Eran justamente las 11 de la mañana cuando mi asistente me aviso que Ana estaba en recepción, claro la hice pasar rápidamente primero la llene de besos y ya luego me dijo que me queria llevar a comprar algo por mi cumpleaños, si hoy es mi cumpleaños pero no era necesario que me diera algo con tenerla es más que suficiente pero quien la hace entrar en razón.

- Tranquilo, ya te dije que quiero llevarte a comprar algo por tu cumple, así que deja de actuar como un niño y comportate como un hombre.

- Ana - no me gusto lo que me dijo ya se que soy un hombre.

- Chris.- pongo los ojos en blanco, odio que me digan así.

La tomo de la cintura y en plena calle le estampo un beso.

- Christian - me grita molesta

- Ya te he dicho que odio que me llamen Chris eso es ridículo mi nombres es Christian o me dices Christian o Grey pero no Chris. - ahora ella me pone los ojos en blanco y luego me sonríe.

Ana se aleja de mi agarre y me toma de la mano caminamos unos minutos que en realidad para mi es una eternidad.
Cuando por fin se detiene si vista se posa en una tienda que jamás había visto y menos entrado en ella.
Me jala nuevamente y entramos al lugar es más grande de lo que imagine y hay demasiada ropa de bebé por todos lados esto es ilógico sabiendo que yo ya no soy un bebé.

- Ana para que me trajiste a aqui, ya tengo mucha ropa, y en realidad esta es ropa de bebe, no creo entrar.- me empiezo a reír cuando ella se pone colorada y me da un golpe en el brazo que para nada duele esta mujer tiene las manos más suaves, en realidad el golpe lo tomo como una caricia violenta.

-Christian a veces te comportas como un niño.

- Nena, mejor vamos a comer algo y celebramos allí mi cumpleaños o me tomo el día y nos vamos a nuestra casa donde tú y yo podremos pasarla muy bien juntos - se empieza a reír y me da un beso rápido.

- No, Christian ahora quiero mostraste algo, ya luego decidiremos que haremos con tus ideas.

Respiro profundamente, en ocasiones me desespera mi mujer, suena bien mi mujer, es mía, mi chica.
Doy un suspiro largo estoy profundamente enamorado de ella pero me confunde como en estos precisos momentos.
Dejo mi mente divagar por todo el establecimiento hay ropa de bebe, demasiado diría yo, muy colorida, biberones, chupones, carreolas, ropita por allá, ropita por acá me estoy mareando de ver tanta cosa.

- Christian, Christian - Escucho a lo lejos que me llaman pero sigo en mi mundo - Amor.

Rápidamente observo a la mujer que lo ha dicho, sabe volverme loco.

- Dime nena. - le pregunto de lo más tranquilo.

- Dime tú, cual te gusta más.

Veo que trae en cada mano una especie de trajecito uno es de color azul y el otro es de rosado, lo miro desconcertado y abrumado a la vez.

No entiendo por qué quiere comprar ropita para bebé, no tenemos un bebé por eso no...

Mierda, mierda, mierda.

No es verdad o si, mierda.

- Ana, tu tu tu..-
Mierda Grey deja de tartamudear me doy una cachetada mentalmente y observo su vientre, no puede ser. La miro y se encuentra con una sonrisa estampada en su bello rostro y con lágrimas en el.

- Estás embarazada- lo digo más alto de lo que pensé por que varias personas que a encuentran dentro de la tienda dejan de observar la ropita y me prestan atención a mi.

Ana no dice nada, la he espantado con mi estúpida voz, me acerco a ella rápidamente y la abrazo la cargo y empiezo a darle vueltas, ella empieza a reír y se aferra a mis brazos, dejo de dar vueltas pero no la suelto, la beso suave y tiernamente, luego me separo de ella y me arrodillo la tomo de la cadera y en su vientre plano le doy un beso, ella empieza a reír y a llorar nuevamente, escucho aplausos de las demás personas que han presenciado mi show. Me levanto y le quito la ropita de las manos.

- Nos llevaremos los dos.

- ¿Por que?- pregunta ella sin entender.

- Presiento que seran dos nena, y cuando un Grey presiente es que no se equivoca.

- Por dios dos, estás loco. yo no, Christian - empiezo a reirme ahora la que no sabe que decir es ella.

Cuando salimos de la tienda la tomo de la mano y de la cintura no la suelto y ahora menos sabiendo que trae en su vientre a mis hijos.

Nos paramos es una especie de fuente muy bella el agua cae como si fuera una cascada y por arte de magia las persona no pasan por allí es como si no existieran solo estamos ella y yo.

- Se que esto ha sido demasiado rápido pero sucedió por algo Christian, creeme que serás, seremos una buenos padres, no lo niego estaba nerviosa y por un instante me espante pero luego todo cambio y se transformó en pura felicidad, agradezco no se si es al destino o a quien le debo de agradecer por estar a tu lado, a pesar de los años que estuvimos lejos nos encontramos nuevamente, más bien tu me encontraste, a pesar de todo me sigues amando como yo te amo a ti. Soy la mujer más feliz del mundo, tengo todo lo que desea un buen hombre, una familia y amor que nunca faltará, mi amor, mi Christian te amo tanto y no sabes lo que ese tanto significa estaré en esta y en la otra vida a tu lado por siempre mi amor.

Nuevamente sus palabras me dejan desorientado perdido me hace que la ame más de lo que la amo en estos momentos nunca pensé estar así en mi vida.

- Sabes siempre pensé que yo era el que te ataba a mi, pero ahora me doy cuenta de que fue todo lo contrario yo soy el que está atado a ti desde la primera vez que te vi.
Este a sido el regalo más especial en mi vida, jamás escúchame bien nena, jamás en mi vida lo olvidaré quedará grabado en mi mente y corazón, nunca pensé que llegaría el momento de ser padre se que una vez te lo comente pero dejé en el olvido eso y ahora lo seré y no sabes la euforia que siento dentro de mi, la adrenalina que corre dentro de mis venas por decirle al mundo entero que seré padre y que te amo desde lo más profundo de mi corazón, mi Ana, mi bella Ana, me has cautivo para toda la vida.

ATADA A ELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora