Capítulo 25

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Christian

Qué rápido cayeron en mi juego.
A una distancia tenemos  vigilados a Gia y Eric, vemos como se suben al auto y emprenden el viaje de media hora hasta la casa de ellos, entran tomados de la mano y nos quedamos observando por varios minutos casi treinta y ellos no sale lo que me hace pensar por un momento de que no la tienen.
Pero ese rastro de pensamiento desaparece cuando veo a unos de seguridad decirle a Taylor, que dentro de la casa tiene un almacén, estaba tan perdido que no me di cuenta cuando fueron a supervisar la casa.

Taylor se mueve rápidamente, toma su pistola y juntos con los demás bajan del coche y yo me quedo sentado como idiota, mi Ana está allí mentida en toda esta mierda.

Me bajo del coche y a paso apresurado llego hasta Taylor.

-Señor es preferible que usted esté dentro del auto puede ser peligroso y salir herido en esto.- miro a Taylor, diciéndole con la mirada “no me jodas”.

Toma la pistola que tenía en su manos y me la da, se pone adelante de mi, el siempre delante de mi, protegiéndome por eso esta vez yo me cuidare solito, ya está haciendo mucho con salvar a mi mujer.

Los demás integrantes del equipo desaparecieron y solo estamos Taylor y yo frente a la puerta.

Antes que intentemos entrar, Gia abre la puerta y su gran sonrisa desaparece.
Nos mira por un momento.

- Larguense de aquí - está a punto de cerrar la puerta cuando escucho un grito desgarrador, es mi Ana.

Empujo la puerta y Gia cae sentada en el piso realmente no me interesa saber si está bien, escucho nuevamente otro grito, así que entro a toda prisa seguido de Taylor los demás de seguridad aparecen dentro de la casa, uno de ellos le hace señas a Taylor y este lo sigue mientras que los demás están vigilando la casa y a Gia.

Voy tras de Taylor a toda prisa, ya no son gritos, si no sollozos los que escucho cada vez más cerca, mi corazón ya no da más, mi mente trabaja en lo que mi Ana puede estar pasando allí, no quiero a mi Ana rota.

En un abrir y cerrar de ojos Taylor habré la puerta con una patada y entra junto con el otro, dejo de pensar y entro, lo que veo es horroroso, mis manos tiemblan de rabia, me encuentro en el punto donde mi cabeza va a explotar.

Veo a mi Ana sentada y encogida, con su ropa desgarrada y sucia, despeinada y sus mirada perdida sollozando. Miro hacia donde su mirada está puesta y allí está Eric tirado en el piso no le veo el rostro desde donde esta pero el piso tiene sangre.

Me acerco a ella y Ana posa su mirada en mi.

- Christian - dice mi nombre en un susurro y yo casi me desmayo, por fuera es mi chica pero por dentro no se si aún lo sea.

Me acerco y la abrazo y empiezo a llorar y es como si otra vez viviera, mi corazón late a toda prisa la tomo en brazos y salgo de esa porquería de casa necesito llevarla conmigo, veo como rápidamente entran los paramédicos y la policía se encuentra allí.
La subo al auto y la llevo a casa donde un doctor se encuentra ya allí.

- Lo siento, Christian. - vuelve a llorar y abrazarse a si misma me destroza verla así y pensar que fue lo que le hicieron.

- No mi amor, no pasa nada perdóname por no darme cuenta de esto antes, por centrarme en el trabajo, perdóname. - no quiero llorar pero no puedo evitar que una lágrima salga.

Ella me mira y una de sus manos toma mi rostro y quita esa lágrima, me mira a los ojos y luego a mis labios, y mi mente va más allá de lo que debería de ir en estos instantes, se acerca a mi y estampa sus labios a los míos, duro y dolorosamente bueno, me besa con hambre, con pasión, con necesidad la tomo de la cintura y como puedo la pego más a mi, la necesito cerca mucho más cerca.

- Ana, tenía tanto miedo.

- Aquí estoy, estoy bien, tuve miedo pero luego te recordaba y el miedo desaparecía te necesitaba tanto, Christian.

La miro y la vuelvo a besar, esta es mi mi chica y una alegría me inunda, ella no está rota o eso creo.

ATADA A ELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora