ATADA A EL

Capítulo 20

Anastasia

Cuando abro mis ojos y miro al reloj son ya las tres de la tarde si que el tiempo vuela y como no hacerlo nos entretuvimos un largo rato.
Me separo de Christian y el rápidamente se despierta agitado y me jala a sus brazos nuevamente.

- No nena, tu lugar es aquí - una sonrisa sale de mi rostro.

- Christian tengo calor.

Ignora por completo mi comentario y más me abraza.

- Nena, tengo que decirte algo y no acepto un no por respuesta.

- Ok, dímelo Christian. - no me gustan las sopresas.

- A partir del lunes tendrás un guardia de seguridad - me alejo rápidamente de Christian molesta. - Tendrás tu propio auto, y el también será tu chofer.

- Christian, como se te ocurre.

- Quiero que alguien te cuide cuando no esté cerca de ti, no le veo el problema además nadie se te acercara a ti. - me mira y se levanta de la cama desnudo caminando como si nada.

- Christian eres un .. ponte algo por favor y no quiero ningún guardia de seguridad andando tras de mí. - el me sonrie y se me ha cerca a mi con su ya visible erección.

- Christian -le grito y se tira una carcajada.

- Nena, ya estuve dentro de ti, no entiendo por qué te apenas verme desnudo debes acostumbrarte ha verme asi, además me encanta verte desnuda. - me da un sueve beso en los labios y se va hacia el baño, dejándome caliente y sonrojada.

- Christian.

- Nada nena, ya está todo listo o prefieres que yo esté siempre detras de ti si es así no hay problema - me quedo callada un momento no sería mala idea pero no, estoy loca Christian detrás de mi seria no hacer nada por mi cuenta.

- Esta bien, y quien será mi guardaespaldas.

- Taylor Johnson.

Me quedo callada es el grandullón que Mia y Elliot me contaron, santo dios hasta yo misma le tendré miedo al Hulk verde.
Pero como siempre el señor Grey debe de ganar.

- Esta bien. Tu ganas - terminó mi frase poniendo los ojos en blanco.

- Siempre gano nena, recuerda que soy el jefe.

Estoy en la biblioteca adelantado unos trabajos de la escuela, pero Christian me interrumpen diciéndome que me quiere enseñar algo.
Vamos tomados de la mano cuando su celularempieza a sonar, así que me dirijo al living mientras que Christian atiende la llamada, me quedo parada como idiota cuando veo a un hombre de 40 años mas o menos, muy simpático a mi parecer, he de preguntar si es alguien de la empresa, el sólo se encuentra parado con los brazos hacia atrás y su mirada directa, ni parpadea.

- Ana, veo que ya has conocido a Taylor - si mi boca ya estaba abierta ahora cae al suelo, el es Hulk.

- Tu eres Hulk - me tapo la boca rápidamente la he regado.

Christian me mire con una sonrisa que termina en carcajada y Taylor con el ceño fruncido tratando de no reírse con mi comentario absurdo.

- Veo que ya le han contado de mi la señorita Mía y su hermano Elliot - me habla serio pero con una pizca de humor.

- Yo.. lo siento. - estoy más que avergonzada yo y mi bocota.

- No se preocupe señora Grey. - me mira por un instante y lo observó pero su mirada se aparte de la mia se ha sonrojado.

- No es necesario que me diga señora Grey Taylor.

- No empieces Ana, Taylor te puedes retirar.

Taylor se va sin decir un adiós y me quedo observándolo hasta que desaparece en uno de los pasillos, estará casado, tendra hijos, o es soltero, nunca sonríe, y siempre ha estado en la casa y apenas me he dado cuenta de eso.

- Ana, puedes dejar de mirarlo - Christian se encuentra ya enfrente mio molesto.

- No lo estoy mirando Christian sólo que me sorprendí. - lo miro diciendole una mentirita traviesa.

- De que te sorprendes, es un simple humano de carne y hueso aparte que es temido por muchos.

- El es muy diferente a lo que me imagine, tus hermanos me lo contaron de una manera que realmente creí que era Hulk, creeme es el guardaespaldas que muchas desearían tener. - Christian me mira ahora con la boca abierta y yo me tiro una carcajada y salgo huyendo de el antes que me regañe por mi comentario tan sincero.

- Anastasia ..

Es lo último que escucho decir de Christian he corrido más rápido que el y me he encerrado en la biblioteca sabe que no me debe de molestar cuando estoy aquí pero aún asi, cuando salga de aquí no me la libraré de un Christian celoso y posesivo.