Capítulo |5

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Actualidad

Al parecer llegar a casa y hacer sonreír a mi hija con su regalo fue el sentimiento más bonito que pude sentir en muchos años.

Tan extraño, tal vez estoy comenzando a "superar el pasado" como diría mi madre.

Recuerdo con cada detalle ese día... Yo preguntaba por Sammy quería que viera a nuestra hermosa hija. Tiene sus ojitos como los de él. Deseaba tanto ver su rostro de felicidad al ver que era padre.

Pero no tuve la dicha de guardar ese recuerdo en mi corazón, eso no pudo ocurrir.

Sin embargo, aquí estoy.

Estoy feliz y no sé el por que, por alguna razón siento que hoy es un gran día apesar de que es el día en que murio Sammy y nacio Sam.

Mi niña es especial, no para de parlotear de lo que le sucede en el preescolar.

Muy pronto entrará a la escuela.

Como pasan los años.

-¡Mami! Puedo subirme al pasamanos de allá.

Veo al semejante juego. Una vez se cayo del pasamanos, no fue lindo enterarme de como sucedio.

-No creo que sea buena idea.

-Pero mami... -dice haciendo pucheritos.

-Esta bien, voy contigo ¿de acuerdo?

-Yees -grito saltando.

Vamos caminando a ese insignificante juego al que quiere subir. Ya es algo viejo. La pintura esta comenzando a caerse.

-Sientate ahí, mami.

Me lleva hacia una banquita de madera.

-Ya esta corriendome, señorita -digo riendo.

Eligio un buen lugar para sentarme.

Hay muchos niños en el parque, algunos con su madre o con sus dos papas.

¿Sam pensará en eso alguna vez? No me gustaría verla triste por eso. No merece esto.

Lo sé, necesita un padre. Lo he intentado unas cuantas veces, sin embargo, no ha terminado como lo espero. No logro sentir nada.

¿Sammy qué me has hecho?

Derepente veo a una Sam muy contenta correr con una niña hacia mi.

Siempre haciendo amigos, pense.

-¿Qué pasa? -pregunto sonriendo.

-Ella es Lila, mami. Tiene muchas polly pocket -me muestra la bolsita de Lila con el montón de esas muñequitas que tanto le gustan.

-Oh, sí... Que bonitas.

-Dice que tiene más en su casa. ¿Vamos, mami?

¿Qué? La acaba de conocer hace unos segundos...

-Cariño, no podemos. Es tu cumpleaños, tenemos que regresar a casa.

-Oh... -pone una mirada triste.

-¿Es tu cumpleaños? Ten -Lila le da una de sus tantas polly pocket.

-No es necesario...

-¡Gracias! -grita Sam abrazando la muñequita.

Rodeo los ojos.

-No se puede contigo, Sam. Muchas gracias, Lila... ¿Vienes sola?

-Yo...

Y no termina la niña, fue interrumpida por una voz. Una voz lejana que se esta acercando. Se escucha que esta corriendo.

-Vengo con él. -dice apuntando a alguien que creo que esta detrás de mi.

-Te dije que no te alejaras, Lila. No ves que tu madre me mata si te pasa algo. -dijo el joven ya cuando esta a su lado.

-Lo siento, hice una amiga...

El joven al darse cuenta que tiene compañía, me nota. Voltea y me mira directamente a los ojos. Eso hace que me ponga en alerta provocando que sin querer mi corazón se acelere, ya que no sé que decir. Hace años que no hablo con un hombre.

-Emm... Hola. -dice en un intento de conversación.

-Buenas tardes, al parecer se han hecho amigas en apenas unos segundos -pronuncio al verlas emtretenidas con las muñecas.

Se ríe. -Sí, eso parece.

No me molesto en absoluto escuchar su risa, es algo placentero haberlo escuchado.

¿Qué me esta ocurriendo?

-¿Es tu hija?

-¿Eh? No, es hija de mi hermana. -dice tratando de aclararme que esta disponible.

O así parece. Ups... Sino le gustan los niños no podremos tener nada.

Esperen un segundo, desde cuando YO busco pareja. ¿Dónde quedo mi Sammy? Se supone que estoy triste por eso. Yo...

Niego con la cabeza ante lo que estoy pensando. -Ah, es muy linda.

-¿También es tu sobrina?

Incómodo.

-No, Sam es mi hija... Eh, ¿Sam? Tenemos que irnos.

-Pero mami...

-Mañana podemos ir al parque de nuevo.

-Esta bien... Adiós, Lila. -se despide de su amiguita.

-Adiós, Sam. -dice la niña.

Apenas damos la vuelta para seguir nuestro camino a casa cuando el muchacho me habla.

-¡Hey! ¿Y cuál es tu nombre, chica de ojos verdes?

-¿Perdón?

-¿Cómo te llamas?

-Yo... Yo soy Marlee.

Ese fue un gran error, jamás debí haberle dicho mi nombre.

Baúl de CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora