Dylan me ha dejado en la puerta de mi casa, lo he cachado viéndome demasiadas veces que me da un enojo interior porque en realidad no me disgusta que me vea. Mi corazón casi tiene taquicardia cuando siento sus ojos en mi y puedo asegurar que quiero sonreír cuando se hace el desentendido rascándose la cabeza. Sin embargo, este es el momento en el que yo no digo nada y Dyl no habla. Me desquicia un poco pues saben que nadie puede callarlo.
-Diana.
-Dylan.
-Diana.
-Dylan.
-Dia... -lo interrumpo. -Oh, por favor, ya cierra la boca.
Da una carcajada, sus ojos adquieren una luz de diversión. -¿Me harías el favor?
Ruedo los ojos, casi quiero estampar mi cara contra la pared o la puerta, o mejor golpearlo a él. Así que me acerco dándole un manotazo en el brazo. -Ni en tus sueños.
-Auch, la agresión no es saludable -se queja sobándose mi no tan fuerte golpe.
Trato de arrastrarlo empujando su espalda sin éxito porque no tengo muchas fuerzas hacia su auto, se supone que tiene que estar de camino a su casa.
-¿Me estas corriendo? -pregunta mientras sigo empujando, al parecer le divierte mi falta de fuerza porque se esta riendo.
De acuerdo, ya me canse. -¡Tienes que irte! No son horas de estar con una dama.
-Creo que eres todo, menos una dama, Dia... -lo interrumpo de nuevo dándole un zape en la cabeza esta vez. -¡Ay!
-Oh, disculpe, señor creo que se me cayo la mano en su cabeza, los accidentes pasan.
Me dio la mirada más fulminante que tiene que eso sí que me causo gracia.
-Eres mala -dice con desaprobación mientras niega una y otra vez.
-Deberías irte si soy tan mala persona, el camino es bastante grande.
-Todavía que te consuelo en tu día tan malo.
Doy una carcajada grande, no había reído en mucho tiempo. Hace tiempo que no le cuento a Marlee lo graciosa que es mi vida. Tanto así que no hemos reído juntas de lo que me pasa... Es ahí cuando vuelvo a cachar esa mirada brillante que tiene, que me hace sonreír porque me hace sentir como una jodida estrella en sus ojos, sin embargo la guardo, sonrío por dentro. La coqueta Diana no puede hacer eso con el nieto se su jefe.
Aclaro mi garganta haciendo que vuelva en sí. -Debes irte, en serio quiero descansar.
Se acerca hasta llegar a mi otra vez, me toca el cabello paralizándome y luego me da un beso la mejilla. -Descansa, Diana.
***
Estar con Dylan me a hecho pensar mejor mi situación, mientras mi hermana esta siendo adoptada podría simplemente aprovechar el tiempo para terminar lo antes posible mi carrera y seguir trabajando. Juntare el dinero necesario para poder mantenernos.
Aunque no debo negar el hecho de que también me hizo pensar en como sería darle el sí a todo lo que me ha propuesto, siempre fue muy bueno conmigo. Aún sigue siendo bueno conmigo sin pedirme algo a cambio. No sé si debería seguirle la corriente a la vida porque la vida ha sido muy perra conmigo ultimamente. Ciertamente yo no pedí muchas de las escenas más terribles que he tenido a lo largo de mi vida, yo no le dije al señor Dios que me arrebatara muchas personas de la vida.
Tal vez Marlee nunca lo sepa pero Sam siempre me daba malditos buenos consejos, él me regalo la amistad más sincera que una chica podría tener. Por eso nunca me negué a que Marlee continuara con la relación a pesar de que tenía una enfermedad terminal, yo creía en los cuentos de hadas como ella. Y también creía en su amor a pesar de las circunstancias porque cuando Sam veía a mi amiga sus centelleaban y nadie más importaba, cuando esos dos fijaban sus ojos en ellos no había nadie que los interrumpiera. Esa clase de amor que sólo ocurre en pocas veces de la vida, tenía la intención de encontrarlo y puede que quizás lo encontré. Aún pienso en él.
De acuerdo, creo que estas alturas se deben de estar preguntando quién es, sin embargo es necesario confesar que ni yo a ciencia cierta conozco su nombre. Sólo conozco la sensaciones que me causo, sólo conozco la sensación de sus manos en mi cintura y sólo conozco la sensación de sus labios contra los míos.
¿A quién engaño?
Estoy loca como para haber hecho clic con una persona que ni siquiera vi, escuche o incluso tuve alguna conversación.
Debo admitir que aquella noche de fiesta aún me atormenta por las noches, en ocasiones despierto con las miles de emociones de aquel día y me toco los labios sintiendo el hormigueo como si hubiera sido en ese momento. Tenía un olor que no puedo olvidar, unos brazos que no he vuelto a sentir y besaba tan malditamente bien que nadie se le puede comparar.
Ya bájenme de mi nube, creo que esa persona seguro la imagine porque de haber sido mi destino ya se hubiera cruzado en mi camino.
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Baúl de Corazones
RomanceMarlee es una chica que quiere volver a empezar, Diana desea saber diferenciar entre lo que necesita y lo que no, Karla no conoce el amor y Cristina ama con locura pero no la aman. ¿Quieres seguir cada uno de sus corazones? Abre el baúl, este es el...