- C i n c o -

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Lean, lean tienen tooodo el tiempo del mundo

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No he visto a Dylan desde que me lo tope ese día, ha pasado una semana desde lo sucedido. Tengo miedo de que le vaya a decir al señor Tomas Cohen sobre lo que paso en forma de venganza por mi rechazo.

No me da miedo enfrentar que lo hice, si no que me da miedo perder mi trabajo.

Necesito este puesto y necesito terminar mi carrera. Dios, debí pensar en eso antes precipitarme a tan absurda contestación. Quizás debí seguirle el juego, digo la verdad Dyl esta guapo. Se ve más varonil, más maduro que cuando lo conocí en secundaria. Ha sido el único chico que fue atento conmigo, caballeroso y digno de ser presumido por todas. Es una lastima que yo estaba tan enamoradiza de su mejor amigo que yo simplemente me aferraba a ser la novia de Jordan, aunque no mentire que me gustaba Dylan a pesar de estar con Jordan. Me odiaba por convertirme de esas chicas que son infieles con los ojos, pero como no notarlo si me trataba mejor que Jordan.

Vaya, creo que me ha dejado seriamente confundida.

Tomo mi celular sin importarme que Fernán entra diciendome que lo abandone dejandolo pedir solo la comida, le llamo a la chica que debe aclarar mis ideas.

-¿Diana?

-¡¡Marleeee!! -le grito.

Escucho que se queja gritandome que le explote el oído. De pronto, me puse seria para hacerle entender que necesitamos hablar algo serio.

-¿Pasa algo, Diana? -pregunta preocupada.

-Creoquemepersiguenlosproblemas -digo todo junto y rapido esperando que me haya entendido.

-¿Qué?

Ruedo los ojos molesta por no entenderme a la primera.

-Creo que me persiguen los problemas -digo lentamente para que entienda.

Se ríe. -Que raro, ¿ahora qué paso?

-Dylan Cohen.

-¿Quién es? ¿El del bar, el del antro o de la fiesta de mi tía? -pregunta con burla.

-No seas tonta, ponte seria. Es Dylan Cohen. DYL...

Da un respingo, creo que esta asimilando lo que le estoy diciendo.

-¿Dyl? ¿El que tienes en un pedestal?

-No babosa, no lo tengo en un pedestal.

Se ríe, vaya ultimamente se comporta como una chica normal. -Es que el ha sido tu chico maravilla.

Frunzo el ceño, él no es mi chico maravilla. Mi chico maravilla es...

-Thor, lo sé. Sin embargo, de él nunca has dicho pestes -me da esa observación.

Ignoro su telepatía.

-Era el mejor amigo de mi ex novio.

-Y puedo decir que te gustaba, no tanto para dejar a tu ex novio pero te interesaba, ¿no? -sigue Marlee tratando de hacerme reaccionar.

Vale, admito que me gustaba ese niño gordito. Era demasiado atento conmigo que termino por convencerme que él era mucho mejor hombre que su amigo. Además tiene unos ojitos tan bonitos que cuando me veía brillaban mucho, su sonrisa era contagiosa y todo él era bondad. El mejorado Dyl no me simpatiza tanto como el antiguo Dyl.

-No lo sé -miento. No porque no quiera decirselo si no que me metera zizaña para que piense en él de otra manera.

No puedo mezclar trabajo con mis problemas amorosos porque esta en juego una niña, una niña a la que quiero cerca. Necesito tenerla cerca para estar completa y si no estoy completa, ¿qué le puedo dar a la otra persona? ¿La mitad del corazón?

Baúl de CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora