- D o s -

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5 años después.

Pum.

-De nuevo he caído de la cama.

Ladra Jueves confirmando que así es.

-Jueves, deberías despertarme antes de que caiga no después -lo regaño mientras trato de levantarme.

El malvado busca consolarme lamiendo mi cara haciéndome cosquillas.

Doy una carcajada. -Esta bien, esta bien, perdonado.

Me levanto fijándome en la hora, 6:30 am. Me preparo mentalmente para el inicio del día. Voy al armario sacando mi uniforme de la empresa Tomas Cohen y colocándolo en la cama deshecha.

-Iré a bañarme, Jueves, si alguien toca rasgas la puerta del baño.

Ladra en respuesta, al parecer parece comprenderme siempre. Es el mejor perrito del mundo. Me dispongo a tomar mi toalla para entrar en la ducha. Enciendo la regadera hasta notar que el agua ya no esta tan fría.

-Porque hooooy, soy como soooy, sólo eres parte de lo que siento parte de un momento.

Después de tres canciones y terminar la canción Frágil de Allison salgo con la toalla enredada en mi cuerpo y una en el cabello, saco ropa interior del cajón del armario caminado al baño junto con el uniforme. Me seco colocándome el uniforme que básicamente es una falda color azul con una camisa de botones blanca con una etiqueta con mi nombre y el logo de la empresa Tomas Cohen.

La mejor empresa de diseño de moda en Clovely, en donde estoy iniciando mis practicas como diseñadora de moda. Me pagan por mi talento dándome estudios ahí mismo para triunfar como diseñadora.

Si creen que por ser diseñadora uso los mejores trapos, estan equivocados. Soy buena dibujando, creando, eligiendo colores, combinando pero... ¿usarlo yo? Ni lo piensen, bueno, sólo cuando estamos de fiesta.

Casi todos los fines de semana.

Shhh no descubras.

De acuerdo, cuando se trata de pasar el rato soy muy buena en eso. Y si no me creen, preguntarselo a Marlee.

Basta de habladurías, tomo mis cosas acariciando en el proceso la cabecita de Jueves.

-Mamá tiene que ir a trabajar, no hagas travesuras.

Mamá siempre me crítica por tratar así a Jueves pero es que... es inevitable, yo le hablo, él contesta. Me entiende mejor que el chico con el que salí por una semana. De acuerdo, lo sé, la historia de mi vida es demasiado aburrida. La única parte divertida es cuando voy a fiestas por alcohol gratis. Sin embargo, es necesario decirles varios detallitos sobre la parte aburrida de mi vida que consiste en ir a trabajar lo que mejor sé y en hacer sentir bien a mi mejor amiga que sigue deprimida por la muerte de Samuel.

Verifico que las puertas y ventanas estén cerradas. Después me dirijo a mi auto.

En serio, he intentado con todo para convencerla que es demasiado joven para seguir de luto. Ha pasado el tiempo suficiente para perdonarse el haberlo dejado solo. Samuel era la persona más buena que he conocido, es bastante obvio que él no quería que ella estuviera en su momento de muerte. No la quería ver sufrir cuando finalmente se diera por vencido, porque el me lo dijo. Estaba cansado, todo le dolía y los ojos de esperanza de mi amiga le rompía el corazón.

Apenas eramos unos adolescentes inexpertos en el amor, sin embargo, les juro que cuando se veían a los ojos sólo existían ellos en ese momento, en todos sus momentos. Tan llenos de amor que daba asco. Eso es lo que quiero para mi, un amor que de asco cuando nos vean. Que cuando ese alguien me vea pueda verme de la misma manera en que Samuel veía a Marlee, como si fuera su mundo. Yo quiero eso, ser el mundo de alguien.

Okay, okay este es el 14% de mi modo cursi y el otro es mi modo realista. Mi lado realista dice que eso no existira en mi vida.

Cuando llego a Tomas Cohen, tomo un respiro antes de entrar (como siempre).

-Hoy será un buen día.

***

De acuerdo, soy un desastre. Un magnífico desastre. No entiendo porque me aceptaron aquí si saben que yo hago todo para que se me caigan las cosas de las manos.

-Diana, lo estas haciendo bien.

Lo veo enojada.

-¿Sabes cuantas veces me he caído, resbalado y tropezado el día de hoy?

Fernán me da una mirada de cansancio. -Eres buena en lo que haces.

Yo no puedo hacer los mandados de Madame Eloise Cohen a la perfección porque cada vez que lo intento pasa algo peor que lo anterior. Sólo me pongo en ridículo.

-En dibujar, inventar, crear. A mi no me gusta coser, soy todo un caos -digo intentando no llorar.

-¿Cómo es que estudias aquí si no te gusta coser? Es lo principal en esta empresa.

Rodeo los ojos, eso es algo que tengo claro. Sin embargo, amo diseñar nuevos estilos y tengo que ser mejor persona para encargarme de una niña de doce años que esta en una casa hogar.

-Necesito este trabajo y esos estudios.

Es la verdad, sólo así tengo asegurado que me entregaran a mi hermana.

-Entonces tienes que esforzarte más, sólo un poco más. Hoy no fue un buen día pero el mañana siempre puede ser uno mejor.

Escucho sus palabras con atención, con demasiada atención. Fernán tiene razón hoy no fue un buen día pero el mañana siempre puede ser uno mejor.

Baúl de CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora