Mi vista se ve invadida por grandes gotas de agua salada al terminar la ultima línea de esa carta. Quiero gritar, llorar, patalear, quiero hacer tanto esas cosas, pero todo se ve imposible al percatarme que Sam esta aquí conmigo, no es una bebé a la cual al dormir pueda desahogarme. Ella ha crecido lo suficiente como para saber mucho del mundo, es una niña inteligente. Sin embargo, en esos minutos en los que me quede viendo a aquella hoja de papel estuve pensando, pensando muchas cosas. La primera, obviamente es Sam, llena de ideas sobre donde puedo llevarla para que alguien la cuide concluí que la persona más indicada era su abuelita. De acuerdo, tomare el teléfono y la llamare. La segunda cosa que pensé fue en una botella, una gran botella de alcohol, de esas que son muy fuertes como para dejarte inconsciente. La tercera, necesito a Diana, necesito a mi mejor amiga conmigo.
Así que me levanto, me limpio las lagrimas y camino hacia la habitación de Sam. Abro sus cajones sacando ropa, mucha ropa. La pongo sobre la cama, me agacho poniéndome de rodillas sacando una maleta pequeña de la barbie color rosa subiéndola a la cama. Enseguida de eso abro el cierre, meto la ropa y me levanto para seguir colocando cosas dentro. No sé cuanto tiempo se quede con ella pero lo necesito, realmente necesito este respiro antes de tomar cualquier decisión. También meto el uniforme, las calcetas, los zapatos, una toalla para dormir...
-¿Sam? -medio grito.
Unos pasitos se escuchan corriendo deprisa.
-Mamiiiii.
-Sam, necesito que... -tomo una mochilita en forma de perro color rosado. -metas tus juguetes favoritos pero chiquitos aquí. Ah, ¿me puedes traer tu cepillo de dientes y la pasta que te compre, nena? Por favor.
-¿A dónde vamos? -pregunta curiosa sin moverse.
-Irás con la abuela, ¡sorpresa!
Sus ojos brillan de emoción. -Siii.
-¿Puedes ir por lo que te pedí?
-Sí, mami.
Mientras termino de guardar las cosas en la maleta, tomo el celular de mi bolsillo trasero para llamar y hacer mis planes. Después de dos tonos, ella contesta:
-¿Marlee?
-Hola, ¿me preguntaba si la abuelita de Sam quisiera pasar tiempo con su nieta por unos días?
Jenny ríe por lo bajo. -¿Cómo no? Claro, ¿te ha pasado algo Marlee?
Por supuesto, era obvio que no iba decir sí sin preguntarme antes, ¿qué le esta pasando a Marlee? Pero eso es algo que no puedo responder porque es lo que intento averiguar.
-Yo... -mis ojos se llenan de lagrimas de nuevo. -Encontré una carta Sammy.
Se queda callada por unos segundos. -¿Mi Sammy?
-Sí, Jenny, me escribió tantas cosas que me es imposible dejarlas de lado o tomar cada una de ellas sin que duela en el trayecto -doy un suspiro largo. -Sólo quiero que sean cual sean mis sentimientos, quiero dejarlos ir, que sólo por un momento sea capaz de llorar por completo su partida, despedirme tanto de él como para perdonarme que aquel día no pude estar a su lado.
Escucho sus lagrimas silenciosas, debe de estar igual que yo.
-De acuerdo, hija. Era hora de que dejaras de sufrir, mi niña. Dios se llevo a mi hijo pero me dejo una preciosa hija con una preciosa niñita en sus brazos. Eso eres para mi Marlee, una hija, quiero que sepas que cualquier decisión importante que tengas que tomar te apoyare incondicionalmente como siempre lo he hecho todos estos años.
-Gracias, Jenny.
-Creo que ya va siendo hora de dejarme de decir Jenny, ¿no crees, hija?
Sonrío con lagrimas en los ojos. -De acuerdo, mamá.
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Baúl de Corazones
RomanceMarlee es una chica que quiere volver a empezar, Diana desea saber diferenciar entre lo que necesita y lo que no, Karla no conoce el amor y Cristina ama con locura pero no la aman. ¿Quieres seguir cada uno de sus corazones? Abre el baúl, este es el...