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Jamás he sido una chica que tome riesgos a lo largo de su vida.

Siempre por el camino seguro y aburrido, no buscaba atentar con mi vida de ninguna manera en particular.

Mi padre siempre fue un hombre sobre protector conmigo y no lo culpo, luego de haber perdido a mi madre en un trágico accidente lo único que le quedo fui yo y no pensaba perder a alguien más.

Me enseño siempre a ir con cuidado, precavida, y yo le obedecí siempre por amor y respeto a él y al recuerdo que guarda de mi madre. No quería ponerle más trabajo en sus hombros del que ya tenía criándome solo.

Si el supiera donde estaba yo en este momento, de seguro le daba u infarto.

Vuelvo mi mirada hacia abajo, mis dedos recorren el cuero del cinturón que ahora me aprieta y me mantiene apretada contra la espalda musculosa de Scott, que aunque no puedo verle el rostro se que debe tener una risa divertida en su rostro mientras yo estoy temblando de pies a cabeza, de los nervios.

¿Cómo es que llegue a meterme en este lío?


Momentos atrás...


- ¿Te gustan las carreras?

No, NO, no, para nada. No hay nada más aterrador que un montón de lunáticos manejando motocicletas a una velocidad totalmente irresponsable y peligrosa solo por diversión.

- No – respondí sincera.

Se ríe y me muestra sus dientes brillantes, claramente en burla – definitivamente estas en el lugar equivocado. Vamos – me toma del brazo y jala ligeramente de mí. Un brazo lo detiene de pronto y veo a su amigo, que ahora sé que se llama Chris, con una mirada enfurecida.

- ¿Qué es lo que crees que haces?

- Me toca correr

- Ella tiene que irse

- ¿Te vas a ir? – me pregunta y siento dos pares de ojos mirándome; uno interrogándome y el otro furioso esperando asustarme y que eso me haga irme. Pero no entiendo su molestia y por alguna razón me molesta que él se moleste.

¿Tiene sentido?

En fin

Vuelvo a mirar esos hermosos y enfurecidos ojos cafés y el destello de desafío me ilumina de repente. A mí nadie me da órdenes, no es mi padre para que lo obedezca.

- No – levanto el mentón pero mi mirada se queda fija en Chris, quien parece que quisiera matarme. ¿Por qué esta tan enojado este chico? Debería ir a terapia o sesiones de manejo de ira.

Scott sonríe y tira de nuevo de mí, soltando su hombre de la mano de Chris. Este último se da la vuelta ni bien su mano suelta su hombre y se aleja a grandes zancadas. Vuelvo la mirada hacia su amplia espalda que se aleja rápidamente. Puedo ver unas ligeras marcas negras bajando por sus brazos, esta tatuado. ¿Cómo se verá sin la camiseta? Me pregunto mordiendo mi labio y un calor vuelve a invadir mis mejillas, debo dejar de imaginarme estas cosas.

- ¿Siempre se comporta así? – pregunto sin quitar mi mirada de el

- Solo cuando no le hacen caso – Scott ríe y tira de mi de nuevo con rumbo hacia el inicio de la carretera de la muerte – Ponte esto - me dice pasándome un cinturón negro de cuero grueso.

- ¿Esto para qué es? – cuestiono sosteniendo el cinturón pesado en mis manos

- Es para que no te caigas y mueras en plena carretera

Abro los ojos y mi respiración se corta. ¿No estará pensando que yo voy a correr con él o sí?

El estaba distraído revisando su moto y al notar que no respondo, ni me muevo ni nada vuelve la mirada a mí.

- ¿Qué pasa? ¿Estas nerviosa?

- Yo no... - no sé qué decirle, nerviosa es poco. Aterrada sería una mejor palabra.

- No te va a pasar nada, siempre y cuando te pongas eso y lo ajustes bien – asegura dándose la vuelta.

En qué momento de la noche yo le di a entender a este chico que estaba dispuesta a correr una peligrosa carrera junto a él, un total desconocido para mí. Parpadeo nuevamente sintiendo el peso del cinturón. Mi padre me mataría. Le daría un infarto. El moriría y luego me mataría y si es que muero yo primero, me traería a la vida solo para mandarme de nuevo al otro lado por hacer una locura como esta.

Suelto el aire acumulado dentro de mí ¿en qué momento aguante la respiración? No lo sé. Miro el cinturón antes de que Scott me lo arrebate de las manos y la pase por mi cintura. Su tacto me produjo un cosquilleo que subió por mi columna cuando él me acerco a su cuerpo.

- Relájate, acabara más pronto de lo que piensas – me susurra en mi oído y eso solo logra ponerme más nerviosa de lo que estaba antes pero ahora con un calor subiendo por mis mejillas.

- Date la vuelta – me ordena y se sube a su moto. Me indica como subirme y trato de hacerlo y mantener mi equilibro al mismo tiempo. Trago con dificultad mientras ciento la presión del cinturón sobre mi estómago – ¿Te aprieta demasiado? – pregunta

- Nn..no.. as..asi esta..b.b.bien – tartamudeo y me lamo los labios nerviosa. Me cuesta respirar, mis manos están sudando, mi corazón parece que se me va a salir del pecho y quiero llorar de los nervios. Esto no puede ser bueno, no estoy acostumbrada a este tipo de emociones.

Enciende el motor de la moto y mis nervios aumentan, escucho varios sonidos de motores a mi lado y veo a varios chicos y chicas de la misma manera en la que me encuentro yo en este momento, pero ellas parecen estar tranquilas como si esto fuera cosa de todos los días. Tal vez para ellas lo era y como me dijeron todos, yo no encajo en este lugar.

Alzo la cabeza mientras suelto un suspiro cansado y miro al cielo, mama si me estas escuchando quiero decirte que lo siento. Pienso para mi, sintiéndome estúpida.

Bajo la cabeza y enfrente mio distingo la cabellera roja de mi amiga, que me mira con los ojos desorbitados. Se intenta acercar a mi a cuestionarme que locura pensaba hacer pero en cuanto da un paso, suena una bocina y de repente todo a mi alrededor se volvió un mancha borrosa.



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*-* Estoy demasiado emocionada. Espero les guste el capitulo, no esta corregido así que cualquier error que se encuentre sera tomado en cuenta. 

P.D.: por si no lo notaron, utilizo cierta descripción de cierta película que me encanta y pensé que le daría otro toque a la historia. Espero no molestar a nadie utilizando esto. 

Disfrútenlo.

GaBiie.

MARCADOS: Lux In Tenebris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora