Llamada Desconocida

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-Mooh, ¿Hasta cuándo vas a pensar ignorarme?

-Sinceramente, de por vida.

-Que exagerada. Si hubiese sabido que un beso iba a hacerte desaparecer por una semana, te besaba por mucho más tiempo.

-¡Callate, no juegues con eso! No tuviste que hacerlo. Se supone que somos amigos.

-Era catorce de febrero, ¿Qué hay de malo?

-¿Y eso qué? Te invité a salir como amiga, Julián.

-¡Por dios, Mooh! Lo querías tanto como yo.

-Claro que no.

-Te recuerdo que me correspondiste a penas toqué tus labios, querida.

-Sólo, ¿Por qué?

-Pasamos bajo un muérdago.

-No era un muérdago, era una estúpida hoja verde común.

-Em, no, no lo creo. Era un muérdago.

-Julian,la hoja prendia de una rama de árbol.

-Las hojas tenían forma de corazón.

-¿Qué? No digas tonterías.

-¿Tan enojada estas?

-Bastante.

-Bueno, perdón. Prometo no volver hacerlo.

-¿En serio?

-Sip.

-Esta bien, te creo.

-¿Por qué no me llamaste en toda la semana?

-¿En serio preguntas? Tenía vergüenza.

-¿Eh? Pero si besas bien.

-Dios, no hables del tema, por favor.

-Uh.

*llamada finalizada*

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La idea era hacer una verdadera maratón, pero fracasé.

Maratón 5/5