"Destinos inconclusos, vidas separadas y fuertes dolores del alma"
Sus victimas suplicaban piedad, lloraban por ver a sus familias una última vez, le imploraban vivir un poco más mientras eran acuchilladas. Simplemente los observaba mientras caían una tras otra, todos ladrones sin importancia, borrachitos o drogadictos que desperdiciaban su vida, desperdiciaban algo que se les regalaba para hacer lo correcto, lo que era considerado justicia para millones, y para ellos, solo una forma de sobrevivir.
Luciano tenia en mente su definición de justicia, una verdadera justicia de vida, a quienes observaba como "innecesarios" los asesinaba sin piedad y sin ninguna segunda oportunidad, simplemente eran peones en su macabro juego de ajedrez, y si salía de esas pequeñas luchas sin rasguños es porque había entrenado bastante en las calles, y era apasionado de las películas policiacas.
Se acercaba el momento de otro ataque, este era hacia un grupo pequeño de tres hombres y una mujer que utilizaban una moto para cometer sus atracos a transeúntes que pasaban por calles oscuras, era momento de probarse a sí mismo y su capacidad de poder pelear contra todos ellos, y respecto a la mujer, se le ocurriría en ese momento que haría cuando la tuviese al frente de él. Ubicó la moto gracias a pequeñas fotografías publicadas en el diario local, siguió el rastro de la moto y finalmente la halló frente a una bodega, se sentó al frente y espero a que salieran en busca de otra víctima.
La moto salió de inmediato y todos sus miembros, como pudo confirmarlo anteriormente, subieron para atacar nuevamente, una pareja de enamorados que se tomaban fotos eran su objetivo, incluso uno de ellos tenia una pistola, otros dos tenían pequeños cuchillos, y la chica era la choferesa, la última cómplice. Cuando la moto se detuvo frente a la pareja, los tres hombres bajaron inmediatamente y amenazaron a los chicos con sus pequeñas armas, Luciano al verlos, vaciló antes de acercarse.
Primero silenció a la chica con un golpe en su nuca, dejándola inconsciente sin saber que hacer después con ella, luego, fue directo hacia los otros tres sujetos, lanzó sus cuchillas hacia las manos de los atacantes y los golpeó con sus puños, se volvió una pelea callejera, mientras este avisaba a la pareja que se largasen de allí, Luciano recibía golpes en el rostro mientras respondía con una patada lateral a la espalda de uno de ellos, el que tenia pistola apuntó directo a la pierna de Luciano, pudo verlo con certeza e utilizo a uno de los ladrones como escudo humano, muriendo en el acto y lanzado hacia el dueño de la pistola, le sacó la pistola y disparó contra su cabeza, matando dos en pocos segundos.
El tercero al verlo, retrocedió y huyó con dirección hacia la bodega más cercana, los dueños cerraron rápidamente y evitaron que el ladrón ingresara a su local, dejandolo a merced de Luciano, quien no dudo en dispararle a la pierna izquierda y cortar su mano derecha. Al caer en el suelo, se acercó a su víctima, disparando en la cabeza sin meditarlo, acabando con los tres sujetos en una masacre sin reparos, la pareja ya no se encontraba y escuchaba las sirenas de la policía acercarse, fue hacia la mototaxi y vio a la chica, preguntándose si podía matar mujeres, si ellas en alguna circunstancia le atacaran, podría defenderse matándolas, pero, el recuerdo de su hermosa Raquel le prohibía hacerlo, era lo único que necesitaba mejorar para lograr su justicia total. Tomó las cuchillas y el arma de los delincuentes, sacó a la chica y la dejo en la vereda, mientras observaba como incendiaba el vehículo que utilizaban para cometer sus actos diabólicos. Se retiró, no sin antes romper las videocámaras que se encontrasen en el lugar.
Salió a la avenida principal cubierto de su polera azul y utilizando su gorro con el símbolo de una hoz en el frente, caminaba y pensaba sobre su futuro, sobre lo que le dijo Raquel y de esos hombres que la asesinaron, nada pudo hacer esa noche pues, todavía no estaba listo para la vida o enfrentarla directamente. Se detuvo en un puesto de periódico, observó la portada de viarios diarios y leyó en voz alta los titulares. "LOS HÉROES DE LIMA DETIENEN A SECUESTRADORES Y SALVAN EL DINERO DE UN CENTRO COMERCIAL", leyó otro. "HÉROES DAN SU VIDA CONTRA LA DELINCUENCIA". "¿QUIÉNES SON ESTOS GRANDES HÉROES QUE NI LA POLICÍA LOS PUEDE DETENER?
Compró un diario y leyó la sección principal, eran fotos borrosas y dibujos de estos llamados héroes que se enfrentaban a los delincuentes, capturándolos y dejándolos en las comisarías, como si se tratase de un comic, al leerlo, Luciano sintió rabia e ira, pensó que era una broma y tiró el diario al piso, pensaba en que estos sujetos vivían en un mundo de historietas y todo era color de rosa al capturarlos, le molestaba la idea de que viviesen los delincuentes sabiendo que saldrían libres y atacarían nuevamente.
"Esto no es un puto juego, no son historietas de mierda, esto es la vida real, la maldita vida real y estos niños juegan a ser héroes ¡Qué estupidez!"
Lo decían al fruñir sus cejas con cada pensamiento, levantó el periódico que botó y leyó toda la sección, tratando de encontrar quienes eran o saber como eran, pensaba que solo eran niños con mucha suerte e ideaba las formas de capturarlos e indicarles que la vida de un delincuente siempre se regiría por el hecho de sobrevivir, que uno no cambia solo por voluntad, sino, por propia vida, si puede vivir robando, lo haría siempre, y si mataba en el proceso, le importaba poco, esa era su filosofía.
Se detuvo frente a una iglesia y juró encontrarlos para hacerles entender, a las buenas o malas, de que la maldad de lo que ellos vivían nunca cambiarían, y si tenia que hacerlo a las malas, los mataría para demostrar al Perú que la única solución es la muerte misma, mata todo y nada crecerá nunca más, tomo la decisión de viajar a Lima y conocerlos, esa sería su nueva meta.
Imagen: de Kovowolf
ESTÁS LEYENDO
Cielo de Almas, Kay Pacha: "Noches Rojas"
Science FictionNo todas las historias deben ser escritas con luz y esperanza. Algunas, solo desean ser escritas con sangre, la otra historia de un país lastimado por sus propios ciudadanos. La leyenda de Luciano, un hombre capaz de sacrificarse a si mismo por el b...