Live And Let Die. (El inicio) (3PT)

Capitulo 10

"Annabel"

Tire el cuerpo de Alicia al fondo del lago, pero esta vez me asegure de que no saliera a la luz... al menos por un tiempo. Al regresar a casa me deje caer en el sofá y mire todo a mí alrededor. Estaba de nuevo sola, siempre estaba sola. Me levante y camine hacia mi habitacion, al abrir la puerta me encontré con ese rostro familiar. Annabel. Ella estaba sentada sobre la cama y solo se giró para verme y regalarme una sonrisa.

Annabel: ¿Has estado matando mucho, no crees?
Miranda: De hecho no lo creo así. –cerré la puerta y entre-. Marcus y Alicia ya no eran útiles. Y el resto es mi comida. –sonreí.
Annabel: Nunca has sido buena, pero estás peor que antes. –Se levantó de la cama-. ¿Alicia te dio mi mensaje?
Miranda: ¿Ese estúpido mensaje donde dices que fracasare? –ella asintió-. Aja. Me parece estúpido. No voy a fracasar. Me costó mucho encontrarlo y no voy a perderlo.
Annabel: El problema es que él no te querrá al saberlo.
Miranda: Entonces no se lo diré. Se va a enterar cuando vea lo que soy. –ella rió.
Annabel: ¿Crees poder aguantar tanto? –Camino hacia el otro extremo de la habitación-. Déjame recordarte que hay una bruja. Lo va a proteger.
Miranda: Me encargare de ella. –sonreí.

Annabel, era una bruja antigua y poderosa. La conocí hace muchos años y fue gracias a ella que supe lo de ese chico misterioso. Sobre Izzy. Creo que comenzaba mis días de vampiros cuando Alicia y yo la conocimos. Ella nos ayudó, pero hicimos en ese entonces un trato. Yo no tocaría a las brujas que fueran su familia ni sus amigas y hasta ahora lo he cumplido. No he matado a brujas que sean de su linaje. Pero Marie... ella no lo es. Por lo tanto podría acabar con ella cuando quisiera.

Annabel: Habrá otra, Miranda. –Se acercó a mí-. Una chica. Ella será realmente quien robe el corazón del chico. Claro que aún falta para que se conozcan. Tú quedaras en el olvido.
Miranda: Jamás. Él será mi amor por siempre. Seremos los seres más poderosos que caminen sobre la tierra. –Annabel se tensó un poco-. ¿No te gusta esa idea?, lo sé, a mí también me aterra pensarlo. –sonreí.
Annabel: Estás tan... centrada en tu mundo que no notas la realidad. Izzy va a odiarte. Deberías confiar en mí. –se quedó callada por un largo rato. Hasta que sonrió y hablo-. Te veré luego.

Me quede observándola como salía de la habitación. Al escuchar la puerta principal camine hacia la ventana. No iba a dejar que nadie arruinara mis planes. Aunque tuviera que encontrar a esa chica y matarla. No me importaba hasta donde tendría que llegar, iba a cumplir lo que me propuse.

* * *

Izzy: Entonces, ¿Por qué se fue tu amiga? –lo miré.
Miranda: Sus padres la llamaron, así que se fue. –Seguí viendo la película-. No creo que vuelva. De hecho creo que va a desaparecer de mi vida. –sonreí-. Ella es así.
Izzy: ¿Eran unidas?
Miranda: un poco. Estábamos juntas desde hace doscien... -él me miro extrañado-. Hace mucho tiempo.

Marie entro por la puerta salvándome de que Izzy me preguntara algo más sobre ella. Izzy, se levantó del sofá y la ayudo con las bolsas que cargaba. Mientras izzy las llevaba a la cocina, ella camino hacia mí.

Marie: ¿Qué haces aquí?
Miranda: Veo una película con Izzy, ¿No es bastante obvio? –ella estaba furiosa. Quizás pensaba que ya había sucedido algo más-. Relájate. Aún no.

Por la puerta entro Annabel. Ella camino hacia Marie y esta parecía conocerla muy bien. ¡Demonios!

Marie: Supongo que ya conoces a Annabel.
Miranda: Brujas. Amigas incondicionales.
Marie: ¿Sabes lo que significa?
Miranda: Que no podre tocarte ni un cabello? –dije en tono amargo-. Debí haberlo imaginado. –Me levante del sofá-. Esto sí que es una hermosa reunión. Dos brujas contra un vampiro.
Marie: Si no tocas a Izzy, estaremos bien.

En ese momento, Izzy salió de la cocina y se acercó a nosotras. Marie, le presento a Annabel. Y cuando lo saludo pude ver algo extraño en ese momento. Hechizo de protección. Bien, no iba a dejar que ambas arruinaran todo. Simplemente debía hacerles creer que había cambiado de juego. Quizás debía hacerles creer que... lo amaba.