10/ Noviembre / 2014

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"Querido Diario,
no le puedo obligar, le esperaré todo lo que haga falta."

Ravi miró el calendario y soltó un suspiro. Este era el quinto día desde lo que pasó y aún no habían hablado de ello. Necesitaba saber lo que le pasa a su pequeño novio, pero el problema era que este no le paraba de evitar.

Así es.

Desde entonces, Hyuk ha huido de la mirada de Ravi todo lo que ha podido, sabía que iba a ser sometido a un interrogatorio y no quería respomder y hacerle daño, aún no estaba listo para la verdad. Intentaba siempre mantenerse ocupado por el día y fingir que estaba dormido por las noches.

Se sentía mal haciendo eso, claramente.

Extrañaba las suaves caricias de su novio por las mañanas, y los besos cortos sin ninguna razón en especial. Echaba de menos las palabras de amor que Ravi le dedicaba muchos días y a las que él siempre contestaba con algún mal chiste, consiguiendo un Ravi desilusionado por no recibir palabras cariñosas de vuelta.

Se agachó a recoger el onceavo pétalo que caía y después se sentó en el borde de su cama. Suspiró, mirando esa rosa que tanto había vivido ya. Pensó en el sufrimiento que debió haber pasado tras haber cortado sus raices y hojas y espinas en un intento de volverla más bella. Se estremeció bajo el contacto suave que aún mantenía el pétalo que se pudría entre la palma de su mano.

-Te pudres, rosa. Te marchitas sin tus hojas y sin tus raices. Te pareces a mi, sólo que yo me pudro sólo. ¿Quienes son mis raices? ¿Cuales son mis hojas? Envidio tu melancolía y tu nostalgia, porque por lo menos tienes algo por lo que sentir eso. Yo, ¿Qué tengo?

-Me tienes a mi.-Dijo a su espalda Ravi, sorprendiendo al que estaba perdido en sus pensamientos. Hyuk miró entre asombrado y temeroso a su novio.- No te puedo asegurar la eternidad, pero si mis cuidados y mi cariño. No te puedo asegurar la belleza, pero para mi serás el más bello. No te puedo asegurar riquezas, pero si tu felicidad. Pero a cambio necesito que me digas la razón de tu podredumbre.

-No puedo, Ravi.-Dijo Hyuk a punto de estallar en lágrimas.- No puedo aún. Por favor, no me dejes, pero, por mi, si de verdad me quieres tanto como dices, espera al momento en el que sea capaz de contarte mi gran razón.

-Esperaré si es eso lo que deseas, porque te quiero. -Ravi se acercó al rostro de Hyuk entre tímido y desesperado, túmbandose sobre el cuerpo débil del menor comparado con el propio, robándole así un largo beso.- Pero no me evites, Hyuk. Odio no poder besarte, odio no poder ver tus preciosos y profundos ojos color chocolate, esos ojos que me hechizaron por primera vez hace tres meses.

Se observaron mutuamente, memorizando los pequeños y grandes detalles del rostro de cada uno. Este era su momento, no podía nadie entrar y decirles lo que estaba bien y lo que estaba mal, sus cuerpos por si sólos ya habían decidido hace mucho aquello.

Se acercaron lentamente para besarse de nuevo, jamás se cansarían del sabor de los labios ajenos.

Sólo que Hyuk aún no estaba preparado.

Empujó suavemente a Ravi, y este entendió perfectamente. Se separó de él y le sonrió. Hyuk ama su sonrisa.

-¿Que te parece si descansamos hoy? Creo que nos lo merecemos. -Susurró Ravi, acostandose al lado del menor. Hyuk asintió, acomodandose entre sus brazos.

Un suave y rojo pétalo descendió al suelo mientras Hyuk cerraba débilmente los ojos.

Hyuk's Diary - VIXX RyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora