Hyuk's Diary - VIXX Ryuk

08 / 03 / 2015 (2/2)

"Querido Diario,

estoy tan feliz de ser yo quien está con él, estoy tan feliz de que me haya elegido a mi..."

Hyuk entrelazó timidamente su mano con la de Ravi mientras caminaban tranquilamente por la calle. Se sentía mal por no haberse cambiado, pues en poco tiempo Ravi se había puesto un conjunto que le hacía ver perfecto. 

Hyuk miró de reojo a Ravi, sorprendiéndose al cruzarse con la mirada de este.

-¿Qué tanto miras? -Preguntó el mayor, divertido, con una sonrisa ladina en su rostro. Hyuk apartó rápidamente la mirada intimidado por los ojos castaños de Ravi.

-Nada...

Y así caminaron de la mano mucho tiempo, en silencio, porque en realidad no había nada que decir, porque ya todo lo que necesitaban saber estaba dicho, porque se querían.

Un escalofrío recorrió la espalda de Hyuk a causa del frío, y Ravi lo notó.

-Ya es tarde, ¿quieres ir a casa?

-¡No! Es decir... Quería invitarte a una cena antes...

-No tienes por qué, Hyukkie, ya no estoy enfadado.

-Pero siento que debo hacerlo, por favor...- Ravi suspiró resignado para luego asentir a la petición de su adorable novio, no podía decirle que no, y aún menos si él también quería pasar tiempo a solas con él.

Hyuk agarró la mano de Ravi y tiró de él hasta un hotel-restaurante cercano. Dijo su nombre al camarero e inmediatamente le dejaron entrar, dirigiéndose a una mesa apartada de las demás.

-¿Te gusta el sitio? - Dijo un muy sonriente Hyuk, que hizo que Ravi casi se derritiese bajo su amplia sonrisa.

- Muchísimo.

Ambos comieron su respectiva comida, intercambiando miradas y sonrisas discretas. De vez en cuando, Ravi ofrecía a Hyuk de su comida y viceversa, haciendo que algunas personas del local les mirasen extrañados.

Por fin ambos terminaron su respectiva comida y Hyuk pagó para después acercarse al oído de Ravi susurrando "Hoy no dormimos en casa" lentamente en su oído, lo que hizo que a Ravi se le erizara el vello de la piel.

Hyuk guió a Ravi por los pasillos del establecimiento hasta llegar a una puerta con el número 72. Abrió la puerta con la tarjeta que anterior mente le había dado el camarero y dejó a Ravi pasar primero para luego empujarle hasta la cama.

Acabaron los dos en la cama, Hyuk sobre la entrepierna de Ravi, que estaba tumbado boca arriba en la cama, besándose como si no lo hubiesen hecho en años. 

Ravi cortó el beso al ver que su aire empezaba a faltar, y se dio cuenta de que Hyuk estaba respirando muy rápidamente.

-¿Estás bien? Quizás es mejor no...

Hyuk cortó sus palabras con otro beso al que Ravi no se pudo resistir. La pequeña mano de Hyuk se deslizó por la camisa del contrario, deshaciéndose de ella al momento. Bajó su cabeza hasta su cinturón, dejando de paso marcas que tardarían mucho en desaparecer por todo su cuello, clavícula y pecho.

Los dientes de Hyuk hicieron el trabajo de bajar la cremallera de su pantalón mientras simplemente era observado por los ojos de Ravi. Rápidamente sus manos se deshicieron del resto de ropa que quedaba y después se deshizo de la propia, lentamente.

-Ravi... Yo lo haré.

-Que...

Sus palabras fueron interrumpidas por un gemido propio, al sentir la boca de Hyukkie haciendo magia en su entrepierna. Sus manos no se quedaron quietas y se dirigieron a la cabeza de Hyuk para controlar su ritmo.

Pronto Ravi sintió que no podría más, y Hyuk, notando eso, se separó de él relamiendo sus labios, por lo que recibió un quejido por parte de su mayor. Fue entonces, sin previo aviso, que se colocó encima de él, introduciendo primero el glande, lentamente, hasta quedar completamente lleno.

-Joder, Hyuk... -Fue lo único que pudo murmurar Ravi cuando Hyuk empezó a saltar sobre él, soltando un suspiro de placer cada vez que volvía a estar unido a Ravi. Los suspiros se convirtieron en gemidos cuando la velocidad aumentó, y los gemidos en gritos incoherentes.

Ambos llegaron al clímax juntos, totalmente perdidos en el calor del momento.

Hyuk cayó sobre el cuerpo de Ravi, agotado, y Ravi le acarició el cabello hasta notar que se había quedado dormido. 

Una sonrisa involuntaria escapó de sus labios cuando le escuchó susurrar un "Te amo".