06 / 02 / 2015

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"Querido Diario,

ya está de vuelta. Bienvenido."


Tras lo que pareció una eternidad estando fuera, Hyuk por fin volvía a casa de Ravi, quien fue su chófer durante el trayecto. 

Hyuk veía a la gente y edificios pasando a toda velocidad desde su asiento del coche, sonriente, de vez en cuando apretaba un poco más la mano de Ravi, ya que ambos habían unido sus manos en la palanca de cambios del viejo coche.

-¿Pasa algo, Hyukkie? Estás muy callado... -Dijo el mayor, mirando de reojo a su pequeño novio, quien aún no paraba de sonreír.

-No, sólo estoy nervioso por estar de vuelta tras tantos días encerrado entre cuatro paredes blancas. Ravioli, no me hagas nada extraño, eh. - Sacó la lengua a modo de burla al nombrarle con ese apodo, y Ravi no pudo evitar reír ante su actitud infantil y adorable a la misma vez. Hyuk soltó la mano de Ravi al ver que habían llegado, y miró la casa de su novio como si no la hubiese visto en años.

-Entremos. -Susurró Ravi en la oreja de Hyuk mientras le abrazaba por la espalda, sorprendiéndole. Como respuesta recibió un pequeño asentimiento con la cabeza.

Nada más entrar, Hyuk salió corriendo a su habitación, siendo seguido con preocupación por su Ravi, y se tiró en la cama, metiendo su rostro entre las sábanas. Eran suaves, y olían a Ravi, ese olor agradable y acogedor que tanto le gustaba. "¿Habrá dormido aquí mientras no estaba?". Pronto sintió un peso extra y se giró sólo para encontrarse con el rostro del dueño de la esencia a milímetros del propio rostro.

-¿Y mi dinero por dejarte vivir conmigo? ¿Dónde está? -Preguntó perversamente el que ahora metía su pierna entre las del menor, presionando su entrepierna. El de abajo se mordió el labio inferior para que ningún sonido extraño saliese de su boca ante la agradable presión que Ravi le proporcionaba.

-Vaya, no tengo dinero ahora mismo... ¿Cómo te puedo pagar? - Hyuk sonrió inocentemente, con sus mejillas sonrojadas, mientras pestañeaba rápidamente.

-Veré que puedo hacer... 

La ropa fue desapareciendo rápidamente, las manos del mayor se deslizaban con necesidad y profesionalidad por el cuerpo indefenso y desnudo del menor, las piernas de Hyuk se enrollaban en la cintura de Ravi para que la unión fuese más placentera, más excitante, para acabar antes, para que Ravi supiera que le amaba y que sería siempre suyo.

-¿Me llamarías loco si te digo que quiero repetir? - Preguntó aún con voz entrecortada Hyuk mientras acariciaba lentamente los abdominales de su novio, recibió una sonrisa de su novio.

-¿Me llamarías loco si te digo que yo también quiero?

Hyuk's Diary - VIXX RyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora