01 / 02 / 2015

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"Querido Diario,

no me esperaba esto..."

No quería admitirlo, pero Ravi echaba de menos a Hyuk. Muchísimo.

Once días sin verlo, pero parecía una eternidad. Se preguntaba día y noche si estaría bien, a veces incluso se arrepentía de haberlo echado de casa. Pero luego recordaba a Hyuk, y a ese hombre encima de él, mordiendo su cuello, el cuello de SU Hyuk, y los celos con forma de enfado se hacían presente cada vez más pontentes.

Pero quería volverlo a ver, no podía dejarlo ir sin una explicación. Y es lo que haría.

Cogió su movil, pero justo cuando iba a llamar a Hyuk, el ruido del telefono se empezó a escuchar, y con un suspiro y una maldición por lo bajo se levantó de su cómoda cama para atender a la llamada.

-"¿Reside aquí la familia de Hyuk?"- La otra linea preguntó, y el nombre de Hyuk pronunciado justo en su oído hizo estremecer a Ravi.- "Tenemos este número de télefono de la última vez..."

-No, Hyuk no tiene familia aquí. Se ha equivocado. -Fue lo que contestó con voz ronca Ravi.

-"Oh... ¿Pero usted le conoce, no? - Ravi iba a decir algo, pero la otra persona al otro lado de la línea siguió hablando sin esperar respuesta.- Es que el joven Hyuk acaba de tener otra recaída por su enfermedad..."

Ravi se congeló, sus piernas temblando y sus ojos abiertos de una forma casi imposible. ¿Enfermedad? ¿Hyuk, enfermo? ¿Desde cuando?

Unos ruidos se podían escuchar al otro lado de la línea, pero él seguía sin escuchar realmente, ahora mismo se sentía perdido. Nada tenía sentido ya.

-"Por favor, acuda al hospital" - Y colgaron. Si Ravi hubiese escuchado esos ruidos, si no hubiese estado en shock, hubiese podido escuchar unos gritos, gritos de sufrimiento de nadie más y nadie menos que Hyuk.

El corazón de Ravi latía a mil cuando llegó al hospital. Su pelo despeinado y la expresión de su rostro demostraban su desesperación. Caminó nerviosamente hasta recepción, donde preguntó por la habitación de Hyuk.

-Ehm... Ah, si. Han Sangyuk se encuentra en la habitación 172, primer piso.- Nada más escuchó aquello, sus piernas empezaron a caminar por si solas, él ya no sabía que hacía, no tenía contril en sus movimientos.

Un empujón a la puerta de la habitación para abrirla y una llamada desesperada pronunciando el nombre de Hyuk mientras una mano nerviosa se deslizaba por sus cabellos, ordenándolo mínimamente. Sus tristes ojos se centraron fijamente en un debil cuerpo que descansaba en la camilla en su frente, mientras era observado por un doctor en bata blanca.

-El dolor era muy fuerte, asi que decidimos darle calmantes para que durmiera un poco, para que pudiera descansar de todo. Suponemos que al despertar ya no le dolerá más durante bastantes días porque le hemos suministrado una medicina en la sangre que calma el dolor. - El doctor mostro una triste sonrisa - Pero el cancer de pulmón va a peor, aunque era de esperar de alguien que se negó a los tratamientos. -susurró lo último, peri Ravi lo escuchó perfectamente..

Ravi no pudo más con su propio peso. Sus piernas flaquearon y cayó al suelo de rodillas, sintiendo sus mejillas humedas por las lágrimas que en algún momento había empezado a derramar pero que no sabía cuando. ¿Por qué no le había dicho que tenía cáncer?

La mano de Ravi tomó la de Hyuk. Estaba fría.
Se llevó la mano a su propio rostro y empezó a darle besos en ella, quería transmitirle calidez mediante ese gesto, aunque realmente Hyuk no pudiera sentirlo estando dormido.
Le echa de menos. Nunca pensó que podía vivir dependiendo de otra persona, nunca pensó que alguien le importaría más que Ken le importó en su fecha.

Nunca pensó que podría sufrir tanto por una enfermedad agena.

El doctor ya había abandonado la sala y Ravi no se había dado cuenta. Observó a Hyuk, que estaba conectado a unos horribles tubos que le pinchaban la piel. Le observó toda la noche hasta caer dormido en las sabanas del paciente, aún de rodillas y con lágrimas secas o no tan secas en su rostro y con las manos entrelazadas. No le dejaría ir aún.

Hyuk's Diary - VIXX RyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora