- Esto ya se nos ha hecho una tradición. - Me sonrió una vez que cerró la puerta. Jugué con mis manos incómodas ante sus ojos esmeraldas fijos en mí. - ¿Qué pasa? ¿Estás nerviosa? - Levante mi vista encontrándome con una sonrisa divertida.
- No... Solo que... - Piensa rápido Ann. - No recuerdo haber dejado a Selena en la jaula.
- ¿Selena? ¿Selena Gomez?
- Mi puerco espín.
- ¿Llamas a tu puerco espín, Selena Gomez? - Elevo sus cejas gruesas.
- Fue Molly quien la llamo así. - Me defendí cruzándome de brazos. - Y no es mío, yo solo la cuido porque Molly nunca está en casa.
- Entonces es como si fuera tuyo.
- Algo así. - Corrí mi flequillo que se había puesto sobre mis ojos cubriendo mi vista. Jungkook se acercó y aparto mi mano, reemplazándola por la suya, acto que me sorprendió.
No lo mires a los ojos.
No lo mires.
No caigas.
Me repetía mentalmente.
Él es el diablo y te está ofreciendo la manzana prohibida y... Jesús, María y José el acaba de acariciar mi mejilla. Pasando su mano por mi nuca, sentí que tiro de mi moño alto para dejar caer mi cabello sobre mis hombros.
- Hey... - Me queje.
- Me gusta tu cabello suelto. - Confesó y me hice puré. - Mi puerco espín se llama Elvis Presley. - Hablo, con sus dedos acariciando mi pelo.. - En un comienzo lo había llamado Angelina Jolie, porque ya sabes, esa mujer es sexy. - Se encogió de hombros. - Hasta que un día lo lleve al veterinario por conductas masculinas y supe que todo este tiempo estuve equivocado respecto a su sexo. Me sentí fatal por él. ¿Puedes creer que lo obligue a usar vestidos?
- Quizás hasta ya lo hiciste gay.
- Nah. - Hizo un gesto con su mano izquierda. - Siempre que pongo Discovery Channel y aparecen hembras de su especie, se vuelve loco. - Se rió. - Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños y Elvis es igual a mí. Es todo un hijo de tigre. - Golpeo su pecho con una mirada de orgullo atravesándolo.
- Bueno, Selena no se cruzaría con alguien como Elvis. - Quité su mano de mi mejilla, que hasta ahora no me había dado cuenta que seguía acariciando.
- Selena caerá a los pies de Elvis apenas lo conozca.
- Bueno, pero estoy segura que Elvis se encargara de alejarla por el hecho de que no puede contener sus hormonas animalescas.
- ¡El solo querrá poner a prueba a Selena!
- ¡Gran forma de ponerla a prueba!
- ¿Seguimos hablando de nuestros puercos?
- Claro que sí, ¿de quién más hablaría?
- No lo sé, dímelo tú. Porque me parece conocida está historia, por el hecho de que ni siquiera me dejaste hablar el otro día cuando saliste corriendo como si tuviera ebola.
- Ebola no, lo más probable que cojas primero es una ETS.
- Divertida. - Viró los ojos y quito su mochila de la espalda. - Tengo algo para ti, pero cierra los ojos.
- No confió en ti, quizás que locura hagas. - Probablemente abriera mis ojos y lo encontrara haciéndome un stripdance. Aunque pensándolo bien, no sería mala idea.
Ok, basta.
Imagínalo en el baño y todo pasara.
- Créeme, esto te gustará. - Un sonido en la puerta me sobresaltó y abrí mis ojos inmediatamente.
- Ocupado. - Grito Jungkook
- Pero sufro incontinencia urinaria. - Se quejó del otro lado un muchacho con voz afligida.
- Ocupado dije. - Volvió a elevar la voz Jungkook y los pasos del individuo se escucharon lejanos, probablemente había ido corriendo a buscar otro baño. Sentí pena por él. - Y tú cierra los ojos. - Demandó.
- Está bien, machote. - Levante mis manos en señal de paz.
Cerré mis ojos, cubriéndome con la palma. Escuché el sonido del cierre de la mochila y otros movimientos, hasta que Jungkook me indico que los abriera. Al abrirlos, tenía en su mano un papel de regalo de Peppa Pig.
- Ten. - Me lo ofreció y estiré mi mano insegura de tomarlo.
¿Y si era una bomba y por eso nos tiene encerrados aquí, porque es un asesino enserie y quiere morir conmigo? Nadie me aseguraba que él no fuera peligroso.
Cuando lo tomé, lo moví acercándolo a mi oreja, para ver si podía descubrir que era.
- ¿Lo vas a abrir o qué? - Me miró gracioso. Siendo cuidadosa de no destruir a la cerdita del papel, lo abrí con curiosidad. Metí la mano dentro y cuando los saqué chille de alegría.
¿ARE YOU KIDDING ME?
¡Eran las cuatro temporadas de Glee, en Blu Ray!
- Te dije que no rompía mis promesas. - Lo mire. Él se encontraba sonriendo. - Me alegra que te haya gustado.
-¿Gustado? ¿Bromeas? Es el mejor regalo de toda mi corta y miserable vida. - Me lancé, literalmente, a Jungkook abrazándolo como si mi vida dependiera de ello.
- Solo compré las cuatro, porque la cinco es algo triste debido a que no está más Finn y no quería que te pusieras triste. - Me dijo cuándo me separé de él, para admirar mi set de temporadas.
- Eso fue considerado de tu parte. - Mordí mi labio inferior, tratando de que mi sonrojo no se notara. - Gracias.
-¿Estoy perdonado?
Y mire sus ojos después de haberlo evitado toda esta tarde. Y lo que evite que ocurriera paso, había caído por sus piscinas mieles otra vez. ¿Porque simplemente no podía ser un geek, estúpido y que la única chica en su vida, fuera una computadora? ¿Por qué tenía que ser todo lo contrario?
- Sé que fue algo feo que le haya coqueteado a otra, siendo que te había besado la noche anterior. No mentí cuando dije que me había gustado el hecho de besarte, al contrario, si pudiera repetirlo créeme que no dudaría en hacerlo mil veces más. - ¡Entonces bésame! pensé.- También sé que eres una chica increíble Ann, eres graciosa, me sacas del mal genio que tengo y muy pocos logran eso. Me gustaría conocerte más. Aunque eso significara no acercarme de manera insinuante, ni besarte.
- ¿A qué te refieres? - ¿Se me estaba confesando pero a la vez estaba poniendo límites? Ahora sí que estoy confundida, pido subtítulos abajo por favor.
- Que nos conociéramos más, ya sabes, como amigos.
¿ME ACABA DE FRIENDZONAR?
- ¿Amigos?
- Claro.
- Pe, pe... pero. - Tartamudee aún anonadada.
- Me alegra que te lo tomes bien. - Me sonrió y beso mi frente. - Seremos un buen equipo, lo prometo. Además, seremos algo así como consuegros, estoy seguro que Elvis querrá conocer a Selena.
Al menos que alguna de las dos no las dejará en la zona de amigos.
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Bathroom-BTS / Jungkook
Humor" Quedarse atrapada en el baño, con un desconocido, el día de San Valentín no estaba en los planes de Ann. Adaptada