Bathroom-BTS / Jungkook

Cita para tres

Estaba comenzando a arrepentirme de estar aquí. Ver a Jimin con Ann hablándose como si se conocieran desde siempre me ponía un poco incomodo. Quizás hasta celoso. ¿Desde cuando sentía celos por la chica de mi amigo? ¿Como fue que paso que la vida me puso en esta situación? Quise enterrar mi cara en los tacos dorados que estaban sobre mi plato.

- No puedo creer que se conozcan, el mundo es muy pequeño, ¿no lo creen? - Hablo Busty.

- Bastante pequeño mi amigo. - Sonreí, mirando a Ann que había evitado mis ojos durante todo el tiempo que he estado aquí. Agradecí cuando pude encontrarme con sus ojos azules que te generaban paz y calma con solo mirarlos y... que mierda estoy diciendo. Nicholas Sparks había golpeado el lado nena en mi interior.

- Tanto que parece casi como si hubieras seguido a uno de nosotros para llegar aquí. - Ann se dirigía a mi.

- Eres muy graciosa, Ann. - Fingí una risa bastante exagerada. - ¿Yo? ¿Estar siguiendo a uno de ustedes? Pfff, claro que no, hay otras cosas mas importantes que tengo que hacer. - Hice un gesto con mi mano, restandole importancia. Otras cosas como ir a ver la colección de películas de Nicholas Sparks, para luego, ya saben, entrar a mi paginar porno favorita. Por que macho se nace, no se hace.

- Me pareció ver a alguien muy parecido detrás del auto en el que iba. - Se encogió de hombros. - Solo pensé que podías ser tu al verte aquí. - Oh mierda. Podía sentir como me hundía lentamente en mi asiento.

- Probablemente aun no olvidas tu amor por mi en el jardín y sigues viendo cosas respecto a mi. - Respondí con una sonrisa arrogante.

- No lo creo. - Me sonrió de la misma forma.

Su mano fue a parar en la de Jimin nuevamente y me recordé que mi amigo estaba justo a su lado. Frente a mi. Debia controlarme. Pero ver a Ann tomando la mano de Jimin solo producía una sensación angustiante en mi pecho. Un impulso me llevo a colocar mi mano izquierda en la rodilla de Ann, a lo que ella se sobresalto levemente.

- ¿Estas bien? - Pregunto mi amigo.

- Si..si - Hablo entrecortado, mientras yo seguía con mi trabajo. Subí mi mano unos centímetros mas, acariciando levemente con mis dedos.

- Luces un poco nerviosa. - Hable. - ¿Estas segura que te encuentras bien? - Estaba haciendo un gran esfuerzo por ocultar la risa que quería salir. Ann movió su rodilla, tratando de quitar mi mano, pero lamentablemente para ella, no lo logro. Yo estaba disfrutando del show.

- Uhm yo... - Jugué con el dobladillo de su vestido, mientras mis dedos seguían acariciando sus muslos. - Yo tengo... ¡tengo que ir al baño! - Grito cuando levante unos centímetros su falda y se corriendo hacia los baños.

- Ella es un poco rara, ¿no crees? - Jimin se encogió de hombros.

- A mi me agrada así, es muy graciosa.

- Pero, está loca. - Volví a decir.

- La locura es genial, es mejor ser absolutamente ridículo que absolutamente aburrido. - Tomo un sorbo de su bebida. Revolotee mis ojos. Esto no estaba funcionando de acuerdo a mis planes. Mi mente ingenio una nueva idea. Jungkook eres brillante.

- Oh me están llamando. - Saque el celular del bolsillo. - ¿Alo? ¡Hey! Espera un segundo. - Fingí hablar con alguien cuando conteste. - Saldré un minuto, ya regreso. - Le hable a Jimin, mientras me alejaba hacia la salida. Cuando estuve seguro de que el ya no miraba mas, cruce al otro lado de la puerta dirigiéndome hacia los baños. Vi la señal de baño de damas y espere afuera de este al notar la puerta cerrada con pestillo, estaba seguro que Ann no tardaría en salir de allí.

Un tallarin, que se mueve por aquí, que se mueve por allá y que sale por aquí, con un poco de aceite y con un poco de sal, y te lo comes tu.

Comencé a cantar la canción en mi mente, mínimo unas veinte veces cuando finalmente Ann abrió la puerta. En cuanto la abrió, junte mi cuerpo junto al suyo llevándola hacia atrás, cerré la puerta detrás de mi espalda y volteamos para ella quedar acorralada en está.

- Sal de aquí... - Susurró.

- ¿Te trae recuerdos esto? - Susurré en su oído. - ¿No es gracioso como todo nos lleva al baño? - Sonreí, dejando un beso en su mejilla.

-¿Que haces aquí? - Me golpeo en el pecho.

- Cuidado con la violencia, salvaje.

-¿Por que estas aquí?

- Ya te lo dije, simplemente vine a comprar. - Le sonrei. - Me dijeron que aqui los postres eran muy buenos. - Brad Pitt, estas jodido con tu oscar.

- Okey, esa fue la mentira, ahora la verdad. - Rayos y centellas.

- Uhm, iba a tu casa y vi que tomabas un taxi asi que decidi seguirte, no pensè encontrarte justamente con mi amigo. - No mentìa, era en cierta forma verdad.

- ¿Por que haces esto? - Pregunto con exasperación, dejando su cabello detrás de tu oreja. Fruncí el ceño.

- ¿Hacer que? ¿Venir al baño?

- Sabes que no me refiero a eso. - Me empujo, pero no me moví. - ¿Por que simplemente no me dejas tranquila? Tu tienes a miles de chicas, y ahora que he conseguido a alguien a quien realmente le intereso, te esmeras por arruinarlo.

- Yo me intereso en ti.

- No, tu te interesas en todas. Conozco los trucos Jungkook, no soy estúpida.

- Lo se, por eso me gustas. Ann créeme cuando te digo que eres la única que me interesa.

- Eso dicen todos. - Negó con su cabeza.

- Yo no soy como todos.

- Y eso también dicen todos. - Se cruzo de brazos, mirando mis ojos directamente después de lo que se sintió una eternidad. Apoye mis manos en ambos lados de su cabeza, acortando la cercanía. Su boca estaba tan peligrosamente cerca de la mía, que besarla era la mayor tentación ahora.

- No se que mas puedo decir o hacer para que te des cuenta que me gustas, que te quiero Ann, quiero que seas mi chica. Solo mía.

- ¿Por que? ¿Para que Jungkook? - Elevo su voz.

- Por que no soporto la idea de verte con otro. - Y estampe mi boca con la de ella, saboreando cada espacio de sus labios.

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