- Piedra, papel o tijera. - Volvimos a decir, que hasta ya había perdido la cuenta de cuantas veces lo hemos pronunciado en la noche.
Ann se encontraba vestida por su polera y pantalón, ella estaba poniendo accesorios como ropa y fui yo él perjudicado finalmente, por sus ocurrencias. Solo faltaba mi pantalón y estaría solo con mis calzoncillos de Calvin Klein.
No me molestaba desnudarme, sabía lo que tenía y debía aprovecharlo. Antes de llegar a los cuarenta y tener la panza de cervecero.
Cuando caí en cuenta de que yo había hecho papel y ella piedra, sonreí victorioso. Venia lo bueno.
- Debes quitarte la polera. - Ann se avergonzó y tomó el último sorbo de su vaso. Habíamos arrasado con todo el vodka negro y nos encontrábamos bastante borrachos o al menos Ann, ya que mi estado se había esfumado un poco debido al juego.
La vi levantarse del suelo, tambaleándose levemente hacia atrás. Se rio.
- Estoy tan borracha como para hacer esto. - Dijo entre risas levantando, mientras tomaba el borde de su polera con los chicos de One Direction en esta. La levantó y alcancé a mirar su ombligo, pero ella volvió a bajarla. - No me mires así.
- Solo disfrutó de la vista, Dios por algo me entrego estos ojos.
- Si y Dios me dio estos puños para plantarlos en tu rostro. - Pronuncio con dificultad, marcando fuerte la "r" - Me reí pero no estaba preparado para lo que vendría después.
Ann subió su playera lentamente, y pude apreciar cada espacio de su piel. Pase mi lengua por mis labios sin quitar la vista de su cuerpo, cuando mis ojos encontraron su rostro, pude encontrarme a una Ann levemente sonrojada, tratando de cubrir su rostro con su cabello castaño.
- Te dije que estoy muy borracha apara hacer esto. - Susurró con un tono de inocencia. Ella era jodidamente sexy y estaba seguro que no estaba enterada de eso.
- Bob Esponja, me gusta. - Dije una vez que me encontré con su brazier del dibujo animado. - Aunque en realidad, me gustas más tú. - Admití inconscientemente.
Quizás era el alcohol hablando, probablemente era yo, quien sabe. Pero sabía bien una cosa. Ann me gustaba más de lo que debería.
- Jungkook, no digas esas cosas. - Susurró despacio pero pude escucharla. Fruncí mi ceño.
- ¿Por qué?
- Porque no estoy en mis cinco sentidos y no quiero hacer algo que después me arrepentiré. - Miro finalmente mis ojos que los había estado evitando durante todo el tiempo en que mi boca soltó aquello que por más que tratará de negarme, sentía.
- A veces es bueno correr el riego. - Le sonreí. Me levanté del piso y me acerqué a ella para levantarla. Tome su mano y cuando la tuve a mi altura, acerqué unos centímetros más mi rostro. - ¿Quieres correr el riesgo? - Pronuncie bajo, por la cercanía.
Ann mordió su labio inferior, mientras sus ojos iban desde mi boca hasta mis piscinas esmeraldas. Como si estuviera pensando entre lo correcto y lo malo. Miedo reflejaban sus ojos azules.
- No te resistas Pinky... - Alcancé su labio inferior, tomándolo suavemente mientras pasaba mis manos por su cintura y espalda desnuda. Ann no tardo en juntar sus labios con los míos, produciéndose una explosión extraña entre nosotros. Algo nuevo para mí. Una sensación completamente desconocida.
Pero que en el fondo sabía lo que significaba. Ann estaba comenzando a significar mucho más para mí de lo que quería admitir.
Sus manos subieron hasta mi cuello, acercando aún más nuestras bocas y no tarde en introducir mi lengua para explorar su cavidad bucal. Solo saboreaba el dulce sabor de sus labios con la mezcla de Vodka. Un suspiro fuerte salió de ella cuando solté su boca, para volver a besarla otra vez como si mi vida dependiera de ello.
Acercando su cuerpo al mío, sintiendo su anatomía junto a la mía, avancé hacia atrás identificando su cama. Caímos los dos en el colchón, ella sobre mí y ahogue un gemido al sentirla rozar contra mi erección.
Ann sonrió.
Pasé mis manos por su trasero descaradamente apretándolo, mientras sentía a Ann besar mi cuello.
- Yo no soy como todas tus chicas... - Comenzó a hablar siguiendo su recorrido.
- Lo sé.
- Yo no quiero ser una más de la lista.
- No lo eres. - Confirmé. - Eres mi Pinky. - Pude sentir su sonrisa sobre mi piel.
- Tengo miedo. - Está vez aleje mi rostro para mirarla fijamente, sus ojos se encontraban con una capa de lágrimas y la mire extrañado. Ella jamás me había mostrado esa careta.
- ¿De qué? - Pasé el cabello que cubría sus ojos por detrás de su oreja. Evite besar nuevamente sus labios hinchados por nuestro beso, que lucían aún más deseable.
- Yo... uhm, te... - Abrió sus ojos de un momento a otro. - Yo tengo que ir a vomitar. - Hablo rápidamente saliendo de mi regazo y dirigiéndose al baño de su habitación. Pronto escuche como vomitaba.
Fui hasta el baño y la encontré recargada en la taza, sostuve su cabello para que no se manchara.
- Joder Ann... - Expresé cuando ella finalmente había terminado de vaciar el líquido repugnante de su estómago.
- Prometo, nunca más beber. - Se recargó en mi espalda descansando. Pronto sentí su respiración más calmada descubriendo que se había dormido. Recordándome la primera vez que había dormido en mis brazos. Exactamente en un baño.
Por primera vez tener a una chica semidesnuda conmigo no me hacía pensar en algo más que cuidarla. Pero sobre todo en no causarle daño.
Fase tres de como conquistar a Ann: Protegerla.
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voten si quieren que la siga ✌
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Bathroom-BTS / Jungkook
Comédie" Quedarse atrapada en el baño, con un desconocido, el día de San Valentín no estaba en los planes de Ann. Adaptada