Capítulo 1: EN EL ORFANATO

64 6 1
                                    


Sara, ese es mi nombre; una niña de nueve años de edad, y eso es todo, no recuerdo nada más de mi pasado; eso es triste, o eso dicen. En realidad yo no sé ni qué pensar cuando dicen eso, si tristeza o enojo.

Fui encontrada en uno de los callejones de una calle, toda golpeada; dicen que un golpe en la cabeza pudo quitarme la memoria o fue el cerebro mismo para protegerse; pero, ¿De qué? ¿De quién? o ¿Quiénes, esas son las preguntas de todos los días, no saber nada es un infierno.

Ahora estoy viviendo en un orfanato, esperando a que alguien se le ocurra adoptarme. Justo ahora estoy en mi cuarto, sola, acostada sobre mi cama viendo el techo que está a punto de romperse, aun lado está el escritorio para dibujar o escribir, cosa que no hago, no tengo nada que escribir o dibujar, nunca fui una persona creativa; del otro lado está mi armario viejo pero grande... y ya no hay más, no tengo nada interesante, mas que una maleta vieja que te regalan cuando llegas aquí, para cuando te adopten pongas la poca ropa que te dan, que es más grande que tú. Los días pasan y todo es como siempre: las niñas se reúnen para jugar en el patio, los niños salen a platicar o jugar con el balón... Yo no soy así, naturalmente estoy en mi cuarto acostada leyendo un libro que tienen en una pequeña biblioteca o viendo la hermosa vista que tiene mi única ventana que da hacia la cuidad; con esto ya sabrán como es mi vida social, no tengo amigos y no quiero tenerlos, «Las Personas no son Buenas», «No me Gustas»,«Me dan.... "MIEDO"».

Así son las cosas en mi mente; desde que desperté en el hospital supe eso, tampoco mi rostro muestra ni la más mínima expresión; siempre está la seriedad y el silencio en mi alrededor, y como no, LA SOLEDAD, por eso la gente no se me acerca. Muy pocas veces salgo al patio a pasear para curiosear por ahí, aunque al final termino en la pequeña biblioteca agarrando otro libro que leer. Las que siempre salgo leyendo son de aventuras y romances prohibidos, son muy divertidos e interesantes.

Como no... pasaron los días y ya me acabé un libro llamado "Amor Prohibido", buen libro; pero corto. De la nada nos llamaron a todos para que bajemos al patio principal; donde nos darán un anuncio importante:

— Atención niños —empezó a decir una de las hermanas cuando todos llegamos a formarnos; si, hermanas, hijas de Dios, hermanas de todo el mundo, bla, bla, bla...— Tenemos algo importante que informarles  —dijo dejando una pausa— nos mudaremos a otro lugar. —Pequeñas voces empezaron a sonar por todas partes, murmurando— cálmense, cálmense  —todas las hermanas decían a coro— pero no se preocupen, a donde vamos será mejor que este lugar, tendrán más espacio para jugar y los cuartos serán más bonitos; ya lo verán. —Todos empezaron a tranquilizarse y los murmullos empezaron otra vez; al parecer todos se emocionaron por la noticia, pero yo no, no es una novedad en mí; lo único que pienso es que será lo mismo a donde vallamos, no importa el espacio del lugar, por que... sigue siendo un orfanato ¿No? 

— Así que, hemos decidido como despedida a este lugar que Dios no a dado para cuidarlos, vamos hacer otra reunión de nuevos padres y personas que quieran venir a verlos. —Muchas sonrisas se dibujaron en algunos niños, a otros les valía, y como no, estoy incluida; más bien no quiero, no quiero que nadie venga a verme.

La reunión fue sorpresa para todos; ya que en un momento inesperado desde la puesta principal de madera enorme, empezaron a llegar parejas desconocidas y personas con objetos y comida en las manos; al parecer las hermanas lo decidieron hacer hoy como sorpresa para nosotros, creo; mis compañeros se emocionaron y empezaron a correr por todas partes, en un instante globos, payasos, regalos, comida, mesas, gente, etc. Empezaron a repartirse por todo el patio; en un parpadeo se hizo todo un desastre, de la nada apareció un trampolín gigante, unos cuantos brinca brincas inflables, etc. Después de un rato las parejas se reunieron junto con las hermanas para empezar un discurso de agradecimiento y para no involucrarme, me dirigí a mi cuarto; pero en el camino una voz me detiene. 

— ¡Disculpa! —dice con gentileza y algo acelerada una mujer; es de pelo largo y güera, piel blanca con unos ojos cafés oscuros— quisiera saber si tu nombre es Sara —asentí con la cabeza; en eso una sonrisa se vuelve en su rostro mientras mete la mano en un bolso grande; al parecer busca algo— que bueno que te encontré, Sara, mi nombre es Mely, yo soy tu encargada esta tarde. —Es cierto, se me había olvidado, cada vez que hacen una de estas juntos ponen a una pareja o persona en tu cuidado, te traen un regalo y conviven contigo... Con razón era eso del agradecimiento, siempre lo hacen después de eso— así que ten... —Me mostró una caja envuelta en papel, es un regalo; sin dejar de verla a los ojos lo tomé y lo abrí, sin decir nada al respecto; era una muñeca de porcelana japonesa antigua, era hermosa; no me podía creer lo que tenia en mis manos— ¿Y?... ¿Te gustó? —Esa clase de preguntas no se hacen, es demasiado obvio que si, lo que se ve no se pregunta, eso dice la frase; de nuevo asentí con la cabeza, impresionada, no sé si se muestra en mi rostro, espero que si; ella se emocionó y al mismo tiempo se relajo expresando— ¡¡¡Ahhhh!!! que alivio, no sabía que regalarte así que compre algo de lo que a mí me gusta —lo dijo entre risas, hasta que un momento de silencio se puso, mientras contemplaba la muñeca; sin más, avance hasta mi cuarto, ella me siguió; para cuando llegamos apenas me había percatado de su presencia— así que, éste es tu cuarto, mmmm... —Examinó toda la alcoba; no me gusta que hagan eso, ¿Por qué la gente anda viendo lo que no le corresponde?... Decido ignorarla sólo unos segundos para poner la muñeca sobre la mesa para escribir o dibujar, donde estará segura, no quiero que le pase nada... Después de unos minutos, empezó a balbucear de mi cuarto, más bien dijo una crítica de mi cuarto; enojada, decidí apartarla de mis cosas jalándola del brazo hasta llegar a la puerta donde salimos, para después de eso cerrarla— bueno ahora que conocí tu cuarto... ¿Qué tal si paseamos un rato?— Esta mujer... ¿De verdad no sabe lo enojada que estoy? una persona desconocida viendo mi intimidad, aunque... la verdad no tengo nada valioso y todos los cuartos son casi idénticos, lo único que los hace diferentes es el número y las posiciones de los muebles, mi número es el 23, el último; así que será mejor que me relaje y soporte este día, ya he soportado otras antes y este no es una decepción.     

Como debía ser, estuve todo el día con ella como obligación, paseando por el orfanato sin rumbo; hasta que la lleve a mi único lugar favorito de este lugar.... la biblioteca.

— Wau... éste lugar es... es... —¿Qué clase de comentario quiere dar?— ¡¡¡Extraordinario!!!... ¿Has leído todos estos libros?— lo mencionó muy sorprendida, mirando de un lado a otro; negué con la cabeza— mmm... ¿Pero has leído la mayoría no? —¿Por qué le importa tanto eso?— No supe responder a eso, así que no hice nada más que mirarla a los ojos por unos segundos, hasta que ella decide interrumpir el silencio— ¡OH, mira la hora!; llego tarde para una entrevista... ¡Nos vemos! —Salio corriendo del lugar en un instante; es rápida y algo extrovertida... que va, es muy extrovertida.

El día al fin termina, las parejas se marchan y algunas personas ayudan a las hermanas a limpiar; fue pesado, duró más de lo normal, la costumbre es 2 horas; pero esta vez se extendió más, como unas 3 horas, aunque sea una hora de diferencia fue demasiado; sólo quiero ir a mi cama a contemplar el techo que está apunto de romperse, de nuevo y a mi nuevo adorno... "La Muñeca de Porcelana".

Si me pongo a razonar este día mientras me pongo la pijama, no estuvo tan mal, ella fue la única persona que me a hablado con tanta normalidad, es una parlanchina natural; se nota que a tratado con gente como yo, o debe ser cosa suya por ser tan extrovertida y alocada; no estuvo tan mal como para a ver convivido con una persona norma por primera vez; pero... hay una cosa que me estuvo incomodando... ¿Quién es la chica que nos estuvo observando todo este tiempo?  





Sara (Cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora