Las pisadas de los bomberos con el sonido de una escalera rebotando se oían venir, pues no pueden entrar al bosque con todo y la grúa, destruirían el bosque si lo hacían. Pidieron explicaciones de lo ocurrido con tranquilidad a quien les llamó, Anthony, aunque Sebastian se metió a la platica para explicar con más detalle lo ocurrido, hace ya casi dos horas y media, sip... los bomberos tardaron algo en venir a mi rescate. El golpe de la escalera contra el árbol hicieron eco aquí adentro, las ramas más pequeñas cayeron al suelo desde donde supuestamente se sostenían; los pasos de uno de los bomberos subiendo las escaleras se oían muy fuerte, haciendo que sepa donde está exactamente...
— ¡Aquí está, está viva! —gritó— ¡pero hay que sacarla rápido, está mal herida! —.
La luz de su linterna al señalarme captó mi atención, haciendo que mirase hacia él cubriendo mis ojos con mi mano. La herida a la que se refiere él es mi costado derecho que estaba sangrando... ¿no lo había dicho antes? al caer las ramas que me estuvieron intentando detener debieron hacerme ésto. No era una cortada cualquiera que te haces con algo filoso y que se cura solo... sino una grande donde podía sentir y ver mi carne, donde puedes (y por estúpido lo haces) meter la mano y arde a más no poder, que arder, doler, que doler, sentías el infierno mismo en tu piel.
— ¡¡Rápido, la soga!! —.
Mientras que algunos bomberos estaban con mi asunto, otro estaba teniendo una discusión con Amana.
— ¡¿Cómo que hay problemas?! —.
— Señora hacemos todo lo que podemos —lo dijo medio asustado, apuesto que por la forma en que Amanda le hablaba— Al parecer nos subimos a la grúa equivocada —.
— ¿Cómo que se subieron a la grúa equivocada? ¿cómo es posible eso? —se quejó.
— Hay un incendio por la calle Norte de la ciudad, al prepararnos para irnos recibimos nuevas ordenes de rescate —explicó.
— ¿¡Entonces no tienen los materiales necesarios para sacar a Sara de ahí!? ¿eso me quiere decir? —asintió— ¡¡¡Acaso son imbéciles!!! —.
— Amanda... detente —Sebastian le suplicó.
— ¡¡NOO!! —gritó Amanda mientras se quitaba de encima a Sebastian, quien no le soltaba del brazo—. Ella... ella... ¡LE TIENE MIEDO A LA OSCURIDAD! —.
— Amanda que... —.
— Ella... no puede estar sin luz, le aterra. Siempre... siempre duerme con la lampara prendida. Nunca me lo dijo, ni a ti... Sebastian —. Amanda... ¿lo supo? ¿desde cuando? ¿cómo?— venia en sus papeles pero ni la directora ni ella me lo dijeron en persona, pensé que podría ser un error así que lo ignore. Pero, hace unos días esos datos se confirmaron —.
— Amanda... —Sebastian intentó hablar, pero fue interrumpido nuevamente.
— Me harté de que siempre dejara las luces encendidas mientras ella no estaba en su cuarto, así que un día se lo apagué. Ella no tardó mucho en llegar, así que me quede observando —continuó— sólo se quedó afuera, observando como si hubiera alguien adentro, eso me alertó, pero ella no movió ningún musculo, sólo se quedaba ahí mirando, mirando su cuarto que estaba a oscuras, hasta que... su cuerpo empezó a temblar, podía ver como su respiración se hacía más fuerte hasta que... entró a la fuerza. Después de unos minutos las luces volvieron a estar prendidas. Me asomé y ella... estaba hecha volita cerca de la lampara mientras susurraba algo y su cuerpo temblaba, sus ojos estaban puestos en la ventana y su cama y en ocasiones entre sus piernas... una escena que nadie quiere ver... menos una madre —miró a Sebastian que estaba detrás de ella— perdón por no contarte nada antes —.
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Sara (Cancelado)
SaggisticaSara es una niña de 9 años quien no recuerda nada de su pasado, haciendo que ignore a los demás. Pero un día, al ser adoptada... su vida cambia por completo, teniendo experiencias inolvidables, poniendo en ocasiones la vida de la protagonista en pel...