Inicia mi día acostada sobre la cama, sin dejar de pensar en esa persona que nos estuvo viendo a mi y a... a... ¿Cómo se llamaba esta señora? creo que nunca le pregunte su nombre... Como sea, alguien nos estuvo viendo mientras caminábamos por todo el orfanato; si no mal lo recuerdo al ver visto era una mujer, ¿Pelo castaño? Estaba a lo lejos, tratando de esconderse, pero su presencia era tan obvia; me sorprende que la señora de cabello güero no haya dicho nada, ¿Tendría algo que ver con ella? nooo... no lo creo.
Como sea, eso ya pasó y hay que seguir con lo programado para hoy:
*primero: sacar la basura
*segundo: ayudar en la cocina
*tercero y último: ir de compras por lo que falte en la cocina
Esas son las cosas que la mayoría de las veces tenemos que hacer por ordenes de las hermanas, así que primero sacaré la basura que está en la puerta principal gigante de madera; la bolsa es enorme, es más grande que yo, ¿Me pregunto como la bolsa aguanta tanto? pero bueno; la agarro de una esquina y como puedo jalo pero de lo pesada que está no la puedo mover, ni un sólo centímetro, jalo otras 2 veces y nada; me estoy empezando a cansar y no logro ningún progreso. En eso me da hambre, las tripas empiezan a sonar cada vez más fuerte y todavía sigo aquí afuera intentando sacar la basura, apuesto que todo el mundo ya está en el gran salón, así dicen las hermanas que le llamemos al comedor; para comer sin mí.
Será mejor que me rinda, naturalmente yo no hago estas cosas, no sé por que las estoy haciendo este día; pero ahora que no hice lo que debía será mejor que me compre algo que comer, ya que las reglas de aquí son: "Si no haces tus deberes no comes"; ¿Pero donde consigo el dinero?, yo no tengo; será mejor que se lo robe a una de las hermanas, pero esta vez ¿A cuál? mmmmm... ya se lo hice a la hermana Martina, a la hermana María de las Rosas, a la hermana Gloria... Creo que esta vez será a la hermana más gorda del mundo, la hermana Dora, una de las personas más dormilonas y comilonas del mundo; a veces me pregunto ¿Cómo terminó en un lugar como éste?
Me dirigí a su despacho que es más bien su dormitorio, en silencio, lo más silencioso posible, donde al abrir la puerta con mucho cuidado, la encuentro tumbada en su cama, roncando; me pregunto ¿Cómo es que esa cama la aguanta? está a punto de romperse. Empiezo a buscar su bolso con la vista, hasta que lo encuentro aun lado de ella, está sobre un pequeño mueble; el bolso es azul verdoso con piedras brillantes, muy bonito, se nota que tiene muy buenos gustos. Poco a poco me acerco al monstruo gigante que ronca, los nervios aumentan y me hace temblar, lentamente y sin dejar de verla agarro el bolso y como puedo le esculco hasta encontrar su billetera y robarle unos cincuenta pesos, lo suficiente como para comprar algo en la tiendita; cuando los tengo en mi mano salgo corriendo, cerrándole la muerta lo más rápido y silencioso posible.
Después de sufrir un poco, me dirijo a la salida intentando que nadie me vea; pero mi plan falla cuando una de las hermanas me descubre detrás de una maceta grande.
— ¿Qué estas haciendo? —No le respondo y un segundo de silencio se guarda, hasta que la hermana decide suspirar— oye, lo que sea que estés planeando hacer no lo hagas ¿Okey? no está bien que hagas travesuras. —De nuevo no le respondo, sólo la miro de frente y le muestro mi lista de deberes, olvide que tengo eso, ¡me salve!; la hermana lo ve y asiente con la cabeza— ya veo, así que eso era, debiste decirm... Enseñármelo antes; entonces no te molesto más, termina tus deberes y así podrás desayunar. —Se va con una gigante sonrisa hacia el gran salón, y yo me dirijo a la puerta principal satisfecha por mi mentira.
Al fin a fuera del orfanato, me dirijo a la tiendita que está algo lejos, como unas dos o tres cuadras más adelante; cuando llego por fin, abro la puerta y me dirijo a los refrigerios, donde agarro un sándwich ya hecho con jamón, mayonesa y mostaza, luego a las bebidas donde agarro un jugo pequeño de uva; después de pagarlo con la cajera, me regreso al orfanato con mi bolsa de plástico. En el camino me como mi sándwich que está delicioso.
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Sara (Cancelado)
No FicciónSara es una niña de 9 años quien no recuerda nada de su pasado, haciendo que ignore a los demás. Pero un día, al ser adoptada... su vida cambia por completo, teniendo experiencias inolvidables, poniendo en ocasiones la vida de la protagonista en pel...