Sara (Cancelado)

CAPÍTULO 3: PERSONA MISTERIOSA

Poco a poco abro los ojos... ¿Dónde estoy? La vista vuelve a mí lentamente, con el tiempo veo color blanco ¿El techo?, parpadeo unas cuantas veces, hasta por fin recobrar la vista, donde volteo a todos lados, no hay nadie, ¿Estoy sola?; como puedo me levanto y quedo sentada sobre la cama, así puedo ver mejor el lugar: es un cuarto grande color blanco, hay camas a mi alrededor, como unas ocho, y unos estantes a mi lado derecho.

¿Qué paso anoche? sólo recuerdo que estaba en mi cuarto acostada sobre la cama llorando, hasta que pidieron las luces... apagadas... eso fue, no hay duda; eso pasa cuando no estas alerta de tus cosas... Rayos, este es mi decimotercera ves este año, será mejor que para la otra avise; me levanté de la cama lista para irme a mi cuarto, cuando llega una de las hermanas. 

— ¡Ah!, ya te levantaste, ¿Estas bien? —Asentí con la cabeza sin dejarla de mirar a los ojos— ¿Segura? —Esta vez no le respondí— mmm... ¿Completamente segura? —La mire con cara de ¿Enserio?— bueno, bueno, es que... anoche nos dijo uno de los niños que no despertabas. Él te encontró en el suelo, desmayada y por eso... —Los nervios y preocupaciones hacia mí llenaron a la hermana, haciendo que no terminara bien su oración y bajando la voz cada ves más; después de unos segundos nos interrumpe otra hermana, la directora más bien. 

— !Oh¡ despertaste, que bueno —lo dijo aliviada.

— ¡¡Hermana Superior!! —Así le llaman a la directoria las hermanas, mientras que nosotros le llamamos directora— ¿Qué hace aquí? ¿No debería estar en su oficina viendo si no vienen nuevos padres? —Odio cuando dicen "Nuevos Padres" ¿Por qué no les dicen parejas o personas?, no se pero... "Nuevos Padres", ¡¿Enserio?!

— Sólo quería ver como estaba Sara —me devolvió la mirada— ¿Estás bien? —Asentí con la cabeza— ya veo... Bueno ve a darte un baño y de hay bajas a desayunar, mientras... hermana Irma. —Se voltea a ella mientras que la otra hermana se exalta— le explicaré las reglas de aquí, y los asuntos personales de estos niños. —La otra hermana asiente con la cabeza, al parecer es nuevo; con razón no la reconocía, aparte, su forma de expresarse lo dice todo. 

Como me dijeron fui a los baños que estaban en la parte de arriba, esos me quedan más cerca de mi cuarto; pero primero hay que agarrar la ropa que usaré: un shorts mezclilla y una camisa rosa; de ahí me voy al baño donde me doy un pequeño y refrescante baño que me despierta; rápidamente me cambio y me dirijo al comedor pues el hambre me gana, cuando entro está vacío, no hay nadie; bueno... una que otra hermana limpiando, pero aun así... mejor para mí.

Sobre una de las mesas más largas del mundo hay un plato, debe ser la mía; me siento en frente de ella y lo empiezo a comer, sin dudar nada: era huevo con pan tostado, uno de los desayunos más frecuentes. Estoy apunto de terminármelo cuando mágicamente aparece una hermana, es la misma de anoche; me agarra el hombro, 'justo el mismo hombro que el de la otra vez', ¡Todavía me dolía!

— ¿Qué estás haciendo a estas horas comiendo? ya pasó la hora del desayuno. —De lo despistada que me agarro no sabia que responder; no dejaba de apretarme el hombro, ¡Duele!; cuando estuve apunto de responder la directora (nuevamente), interrumpe nuestra conversación. Es la primera vez que me siento aliviada de ver a alguien.

— ¡Hermana Celeste, suéltela ahora mismo! —exclama la directora mientras sujeta el brazo de la hermana con firmeza.

— Pero... hermana mayor, esta niña no a hecho caso, le pedimos que haga los deberes que le corresponde cada cierta semana y no las hace, y para variar no le importa ni un poco, desobedece las reglas —dijo mientras me soltaba el hombro con duda.

— ¿Eso es cierto? Sara. —Asentí con la cabeza, pues no hay nada que ocultar, pero me sorprende que la mismísima directora no esté enterada de esto —¿Por qué nadie me dijo de esto antes? —.